[Secuela de Lost n' found]
Tras instalarse en Green Hills, Sonic y (T/N) están listos para tener más libertad, y Tom y Maddie aceptan dejarlos en casa mientras ellos se van de vacaciones. Al poco de su marcha, el Dr. Robotnik está de vuelta, esta ve...
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－Mami, ¿ya puedo ir a jugar afuera?－
－Aún no pequeña, debo terminar la comida.－
La pequeña (animal) suspiró inquieta y miró a su madre antes de volver a sentarse en la mesa. Dirigió su mirada a la ventana, observando cómo algunos niños jugaban entre ellos con pelotas hechos de arcilla. Los niños reían alegre, y sus padres miraban atentos con una sonrisa.
(T/N) sonrió ligeramente y pensó en escabullirse de la casa, pero rápidamente notó a su madre llegar a la mesa con un plato de frutas y verduras. La mayor le sonrió, y se sentó junto a ella, entregándole un plato lleno de alimentos.
Ambas mujeres juntaron sus manos y cerraron los ojos, y la mayor empezó a hablar: －Agradecemos por estos alimentos sanos y por la virtud de nuestra tribu, que nuestros ancestros nos guíen en un camino de honestidad y paz y...－ La mujer abrió ligeramente su ojo derecho y miró de reojo a su hija, la cual tomó aquello como una señal: －Y que el sagrado collar de la luz sea bendecido con el poder puro del universo...－ La madre sonrió y abrió sus ojos, sujetando el collar de su cuello con su mano, －Hija...－
La menor le dirigió la mirada a su madre mientras metía trozos de fruta a su boca. Su madre rió ligeramente, y dejó caer sus párpados, －Este poder conlleva una gran responsabilidad, hay personas malas en el mundo que busca este collar,－ Explicó mientras le dirigía la mirada a su hija de apenas 4 años, －y nuestra gente prometió proteger este poder de las sucias garras de los malvados, por eso, cuando el tiempo lo diga, tú serás la siguiente en proteger este poder, al igual que nuestra familia lo ha hecho.－
(T/N) dejó de comer y miró a la mesa, era tan pequeña y el poder de su tribu ya estaba en su manos, eso era mucho que digerir para ella.
－Sí mami.－ Asintió con una pequeña sonrisa, la mayor le tendió una sonrisa.
La mayor miró con ojos tiernos a la pequeña y acercó su mano a su mejilla, acariciando éste con gentileza, －Esa es mi niña...－ La pequeña se dejó llevar por las caricias de su madre y soltó una risa.
De repente, varios gritos alarmaron a ambas féminas y se miraron entre sí confundidas. La mujer miró por la ventana y soltó un gasp, rápidamente yendo a agarrar su lanza recargada en la pared. La pequeña vio esto y fue por su propia lanza, una pequeña pero afilada, siguió a su madre a la salida pero ella la detuvo antes de siquiera poner un pie afuera, －No, quédate aquí.－ Señaló con firmeza, pero se podía observar el terror en sus ojos.
La pequeña observó a su madre irse lejos de su casa, pero no podía evitar salir a ver, después de todo, solo escuchaba gritos de dolor y gruñidos de batalla.
Al sacar su cabeza fuera, abrió sus ojos asustada al ver varios de su tribu pelear con desconocidos con capuchas y lanzas, pero ellos eran más fuertes que su propia gente.
Uno de los encapuchados salió volando por un golpe crítico, la pequeña dirigió su mirada preguntándose quién pudo haber hecho eso, y no era nada menos que su propia madre peleando entre varios de sus enemigos.
