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[Nota: la luz es el agente físico que permite que los objetos sean visibles. La luz y la energía se relacionan, por ende, no hay balance sin la Esmeralda Maestra o el Collar de la Luz].

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¿Que dónde se encontraba [Nombre]? Ni ella sabía, pero había una cosa clara.

¡¡HABÍA UN MONTÓN DE TRAMPAS EN ESTE LUGAR!!

Doblando la esquina, varios pinchos salieron disparados del suelo en tan sólo un milisegundo. Afortunadamente, los drones de Eggman fueron usados como carnada para activar la trampa. Pero así habían seguido ese juego por varios minutos, una trampa seguida de otra, y simplemente no paraban de llegar. Era tan cansado, y lo peor de todo, ¡es que sus manos seguían atadas! Con ellas casi se desplomaba al suelo si no fuera por Knuckles que la guiaba──más bien la arrastraba──a través del laberinto de piedra.

Detrás de ellos, una pared se abrió para dar paso a una gran esfera con, sorpresa, más pinchos filosos alrededor de su superficie. Se veía oxidado, como si no hubiera visto la luz del día en años.

Knuckles sujetó el pescuezo de la [animal] y la arrastró con ellos como si de un gato salvaje fuera. [Nombre] iba siendo arrastrada con una vista exquisita de su posible muerte frente a sus ojos, sacando varios lloriqueos de su pobre boca.

Knuckles resopló por el esfuerzo del escape y de tener que arrastrar otro peso más, pero la pared más adelante iba bajando tan lento como si se burlara de ellos. ¡No iba a permitir que quedaran encerrados y aplastados como insignificantes hormigas!

──No quiero morir así, ¡es poco original!

El científico también lloriqueaba mientras daba su mejor esfuerzo para sobrevivir, motivando al equidna a salvarlos. De la nada Knuckles mandó a [Nombre] a deslizarse por el suelo hasta llegar al otro lado, manteniéndola a salvo del peligro.

El rojizo usó su velocidad para agacharse y detener la pared antes de que tocara el suelo. Entre dientes gruñó hasta que finalmente Eggman logró caer a lado de la otra joven.

Juntos, los tres se desplomaron en el suelo con las piernas al aire y los ojos agrandados. Esa experiencia como tal: no se largará de sus mentes en un largo tiempo.

Eggman celebró momentáneamente.
──Lo hicimos. ¡Eso! Aún somos bípedos, o algo así.

Los tres se alzaron del suelo, sucios y sudados, pero vivos. No pasó ni tres segundos cuando el científico avisó:

──¡Fuego! ──Se agacharon para evitar otra de las trampas que casi los deja chamuscados.

Al volver a alzarse, algo hizo 'click' y Eggman chasqueó los dedos.

──Lo resolví. Hay una trampa cada siete segun...──Delante de ellos una hoja de guadaña estuvo apunto de cortarles las narices. Por desgracia sólo hubo pocos centímetros de separación.

──...dos.

Quedaron, por fortuna, intactos de cualquier daño. [Nombre] seguía pensando en la gran suerte que tenía de haber estado detrás del fortachón de Knuckles para evitar ese ataque.

El loco del científico dejó escapar lo cercano a un suspiro de alivio, dándole a su bigote áspero una caricia.

──Esa se adelantó. Ugh, qué bueno que se salvó mi bigote.

𝘼𝙍𝙀 𝙔𝙊𝙐 𝙐𝙋 2 𝙄𝙏? ╰┈➤ 𝙎𝙊𝙉𝙄𝘾 𝙏𝙃𝙀 𝙃𝙀𝘿𝙂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora