𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟒

4.5K 432 35
                                    

La llegada de Diciembre, aparte de traer regalos y fiestas por el mundo, también significaba un corto período de descanso alejado del trabajo para los adultos responsables y de las obligaciones escolares para todo tipo de estudiantes.

Justo ahora, los alumnos del Instituto Técnico se encontraban dentro de sus aulas escuchando con aburrimiento al docente en turno, la mayoría prestaba más atención al reloj arriba de la pizarra que al hombre que explicaba con un abundante entusiasmo algún tema enlazado con la historia de Grecia.

Entre más hablaba de los dioses griegos y sus funciones en aquella época, más eterno se pasaba el tiempo para los desespardos chicos, varios de ellos pensaban que el artefacto se encontraba descompuesto, ya que por mucho que querían mover las manecillas con la mirada, estas parecían no querer cambiarse de lugar.

Sin embargo, cuando escucharon las palabras «ensayo» y «regresando de vacaciones» en la misma oración, no tardaron en fijar sus rostros desconcertados en el profesor que urgaba en su maletín en busca de sus marcadores. Las protestas no tardaron en salir de los labios de los estudiantes, expresando con creces su molestia por la repentina decisión del adulto trajeado, mientras que la otra mitad alzaba la voz entre tantos quejidos para convencerlo de que desistiera de la idea, comentándole la típica frase de "porque es Navidad" pensando que así se tentaría el corazón.

Pará su desgracia el profesor se negó rotundamente, ganándose el desapruebo de casi toda el aula. Estuvo a punto de comenzar una plática sobre la importancia de mantener el cerebro ocupado a la vez que se dirigía al pizarrón, pero apenas destapó el plumón, el irritante sonido por el cual habían esperado resonó por los pasillos del edificio, anunciando que las clases habían finalizado.

El voceo eufórico de los alumnos le hicieron competencia a la campana para ver quién hacía el mayor escándalo, no hubo necesidad de silenciarlos, debido a que en un abrir y cerrar de ojos el salón se encontraba vacío.

—Está bien, sin tarea entonces. —Musitó un poco desanimado, dedicándose a guardar su material.

Tan ensimismado estaba poniendo sus cosas dentro de su bolso, que lo tomó por sorpresa la presencia de un alumno, su buena energía y la amabilidad de su voz fue un abrazo reconfortante para su persona por la autoridad que sus otros alumnos no respetaban.

—Que pase una feliz navidad, profesor Ijichi. —Le dedicó una pequeña sonrisa, andando a la puerta de salida.

—Igualmente, señorito Fushiguro. —E hizo una corta reverencia, inclinando ligeramente su cabeza hacia adelante.

Los días continuaron avanzando hasta llegar al grado más frío de la temporada, a tan sólo una semana de la cena de noche buena una tenue nevada cubrió las calles y tejados de todo Tokio, llegando a congelar los lagos hasta convertirlos en pequeñas...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días continuaron avanzando hasta llegar al grado más frío de la temporada, a tan sólo una semana de la cena de noche buena una tenue nevada cubrió las calles y tejados de todo Tokio, llegando a congelar los lagos hasta convertirlos en pequeñas pistas de patinaje.

𝐏𝐎𝐒𝐄𝐒𝐈𝐕𝐎; 𝑺𝒖𝒌𝒖𝑭𝒖𝒔𝒉𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora