Llamada.

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La puerta azota tras Changmin que nisiquiera nota que la ha cerrado demasiado fuerte.

Corre hasta la cocina y toma el teléfono para marcar el número de MinHo. Sin embargo, éste no responde y aquello le preocupa.

—¿Dónde te metiste?

Estaba asustado. Hablar con MinHo había sido aterrador y ahora no contestaba la llamada.

No podía ser.

YunHo veía a ChangMin y no podía estar más preocupado. La evidente fatiga y la abrupta perdida de peso le asustaban.
Era impresionante como su rendimiento en el trabjo parecía no haberse visto afectado aún si su vida en general iba en declive. Ya no llamaba a los señores Shim, no salía a ningún lado a divertirse, apenas si comía, todo estaba mal.

Pero ChangMin tenia en mente cosas mas importantes que todo eso. 

Como el hecho de que MinHo había dejado de contestar sus llamadas. 

—Deten un momento tus pensamientos, ChangMin— Pide YunHo— Encontraremos la razón y con ello, la solucion.
—¿Y si no lo hacemos? 
—Lo haremos. Necesito que te sientes, que respires y que te tomes esto.
—¿Qué es?— Pregunta al recibir la pastilla que YunHo le ha dado.
—Un relajante. Para que tu cuerpo se calme un poco.
—No quiero beberlo.
—Bueno, no te estoy preguntando. Es una orden, jovencito. Me preocupa lo poco que has dormido en las ultimas semanas. Apuesto que MinHo odiaría verte así de mal.

ChangMin siempre obedecía a YunHo, era su mejor amigo, lo consideraba la persona más cercana fuera de su familia, así que, aunque a regañadientes, se tomó la pastilla. De rato, comenzó a sentirse cansado y hasta cierto punto mareado.

—¿Seguro que era un relajante?
—Bueno— YunHo le ayudò a recostarse en la cama y se sentò a su lado— No. En realidad es Clonazepam— Acarició su cabello— No puedes pasar un solo día mas sin dormir, ChangMin. Posiblemente mañana no llegues a trabajar, pero tranquilo. Yo te cubro— Sonrió sin mostrar una emoción positiva realmente y se levantó para inclinarse hacia él— No te molestes, tienes que descansar. Te quiero mucho, ¿Si? —Dejó un suave beso en la frente del menor y lo arropó— En cuanto despiertes, mandame mensaje.

ChangMin no puede hacer demasiado al respecto. El cansancio lo detuvo. Solo pudo asentir y cerrar los ojos para dormir como no lo hacía hace días. 
El despertar fue extrañamente tranquilo. Aunque el ambiente se sentía extraño. Supone que esta atarantado por el farmaco que fue obligado a tomar noche anterior. 

—YunHo idiota— Se quejó— Espero que al menos haya acudido con un médico para hablar de esto antes de hacerme tomarlo.

Al mirar el reloj, se dio cuenta que eran las  tres de la tarde. Nisiquiera le preocupó. YunHo ya se lo había advertido y, aunque le preocupara, ¿Qué mas podría hacer a esas horas? Nada. 

Sacó una manzana del refri y se sentó a la mesa para comerla antes de ir al telefono en la cocina. Maró el número de MinHo y sonrió al escuchar a MinHo contestando. Preguntó sobre como había ido su mañana y le había contado sobre lo acontecido anoche.

—¡Cierto! ¿Por qué no contestabas?
— Oh, lo siento. Estaba ocupado. Tal vez pueda visitarte.
—¿Visitarme? ¿Como?
—Te veré... en la que dices que es nuestra casa. Esperame pronto. Por ahora debo irme. 
—¿Cuando llegarás?
—No estoy seguro. Solo esperame. Hasta pronto.

La llamada terminó. ChangMin se sintió aliviado de que al menos ahora le había respondido. 

El dìa pasó rápido y agradeció de que terminara, pues se sentía muy pesado y cansado. Supuso que debio tomar una cantidad más pequeña de la pastilla... O tal vez era la intención de YunHo mantenerlo tan cansado para que no intentara ir a trabajar. Como fuera, se acostó a dormir de nuevo cuando la noche cayó. 

...

Despertó  sintiendose mucho mejor. Ahora se da cuenta cuanta falta le había hecho dormir adecuadamente. Pero eran las 12 de la mañana. Tan tarde de nuevo. Ni se molestaría en correr al trabajo, debía haber entrado hace 4 horas. Fue a bañarse, ya que no lo había hecho el día anterior y, de alguna manera, se sintió más ligero. 

Se sentía ansioso por la visita de MinHo. ¿Cuando llegaría? y mas importante, ¿Como lo haría?  Sabía que era facilmente un hecho imposible pero, de alguna manera, creía en MinHo. Si le decía que se verían de nuevo, ChangMin le creía. 

En ese momento miró alrededor y se sintió incomodo.

—No puede llegar a encontrar este desastre.

La casa no estaba realmente sucia, YunHo le ayudaba de vez en cuando limpiando, pero si ChangMin observaba el lugar, había muchas cosas fuera de su lugar y cosas que limpiar, así que se puso en marcha a hacer las labores domesticas que había dejado de lado hace tanto tiempo.

Movió muebles, lavó cortinas, manteles, figurillas y demás cosas sin detenerse hasta que una llamada lo distrajo. Soltó un suspiro dejando de lado el trapeador y secó sus manos para tomar su celular y contestar.

—¿Cómo estas?— Pregunta YunHo.
— Bastante bien. Si me hacia falta dormir.
—Te lo dije. ¿Y qué has hecho en todo el día? ¿No te dije que me mandaras mensaje en cuanto despertaras? Son las 7 de la tarde. 
—Lo siento, ayer fue un día muy pesado, pero hoy he limpiado la casa, a final de cuentas, desperté tarde hoy también. Estoy por terminar.
—Eso es genial. No olvides cenar, ¿De acuerdo? Te quiero.
—También te quiero, nos vemos.
—Hasta mañana.

Colgó la llamada para terminar de limpiar. Pensó en mencionarle a YunHo sobre la llamada de MinHo, pero se abstuvo. Aquél día con la bruja, MinHo evidentemente no había querido hablar de eso frente a ella. Supuso que tal vez querría privacidad respecto al tema. 

Teléfono [ChangMinHo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora