Teléfono

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Changmin estaba en su oficina. El trabajo era tranquilo la mayoría de sus días y el lugar solía ser silencioso. Pero ese día había un gran alboroto lo hizo salir de su oficina.

Todo el sector estaba en la sala mirando la televisión.

"En un inicio se creía que se había debido a un mal mantenimiento del edificio o algo parecido. Sin embargo ahora todo indica que nos encontramos ante un atentado de algún tipo, pues, horas después hubo una explosión y detonaciones de fuego. Cuerpo de bomberos y la policía, así como distintos médicos ya se encontraban en el lugar y, por el momento, ha llegado el ejercito y se ha movilizado para desalojar a toda la población ubicada cerca a este lugar"

Una llamada entró a su celular y se apresuró a contestarla.

—Llamamos desde el hospital de Gangwon-do, ¿Me comunico con Shim ChangMin?
—Si... Soy yo.

Changmin no recuerda cuando fue la última vez que sintió tanta angustia.
Una llamada para que acudiera a verificar si aquel enfermero que había recibido un impacto de bala en el pecho era MinHo o si no.
Salió corriendo de la oficina, bajó hasta la recepción y le pidió a Junsu su auto.

—Si— Metió su mano en su bolsillo para sacar las llaves—pero, ¿Que pasó?
—MinHo—Dijo arrebatandole las llaves— Estaba en el atentado.

Junsu no dice más, no es como que pudiera. Changmin había salido corriendo en cuanto tomó las llaves.
Era el recepcionista del edificio, había visto algunas veces a MinHo cuando iba a buscar a ChangMin y justo en ese momento sintió su estomago revolverse.

Changmin deseó que MinHo no hubiese salido de casa ese día. Por que ahora no volvería jamás. Su corazón no podía aguantar mas.

Era él.

Rompió en llanto y salió del lugar para volver al auto. Una llamada entró y la contestó sintiendo su corazón romperse más.

—Changmin, llamaron del hospital... Mi hijo.
—Lo siento tanto— Respondió soltando el aire contenido en sus pulmones —Lo siento tanto señor Choi.
—Voy para allá.

Colgó y Changmin se recargó en el volante por unos minutos dejando salir todas las lágrimas que pudo hasta que ya no eran tantas para impedirle mirar adecuadamente. Regresó a devolverle el auto a Junsu y este, al verlo tan mal, se ofreció a llevarlo a casa.

Apenas unas horas bastaron para que hubiera una multitud de gente en su casa. Sus padres, la familia de MinHo, sus amigos.
Todo se siente como un parpadeo para Changmin, el funeral, la gente dándole sus condolencias... No se siente real. No esta seguro como es que ha salido o como es que ha vuelto a casa. YunHo le está sirviendo café y parece que en ese momento ya solo están ellos dos.

—¿Y todos los demás?
—Se han ido. Seohyun y TaeMin eran los últimos.
—Oh... No me dí cuenta.
—Esta bien. No tienes cabeza para los demás.
—No la tengo.
—Descuida. Toma tu café para poder ir a dormir.
—¿No debes ir a trabajar mañana? No quiero molestar.
—Pedí mis vacaciones, no te preocupes. Aquí voy a estar.
—Yo tengo que volver.
—Hablé con el jefe. Por la situación, tienes una semana libre. Así que mantente tranquilo.
—Gracias.

Que días más tortuosos, menos mal, YunHo estaba a su lado haciendo todo lo que Changmin se encontraba incapacitado para hacer. Que básicamente era todo. No quería levantarse, ni salir, ni responder llamadas.
Tuvo que volver al trabajo y YunHo volvió con él. Fue horrible.
Llegaban juntos a casa y Changmin era obligado a cenar antes de ir a dormir. Era despertado y obligado a arreglarse para ir al trabajo.

Fueron 4 meses donde YunHo vivió con Changmin para su seguridad.
Cuando YunHo se fue, la casa se sintió tan grande y tan sola...
Y recordó que tenía que llamar a sus padres. Ellos le habían pedido mantenerse en contacto, pero no lo había hecho. Caminó hasta el teléfono y comenzó a marcar, puso el teléfono en su oreja.

Uno, dos, tres tonos. Y lo mandó a buzón. Se le hizo extrañó, sus padres siempre contestaban rápidamente por más ocupados que estuvieran. Dio al boton de re-marcar y volvió a sonar el teléfono.

Miró el identificador y quiso darse un golpe, ¿Quién iba a responderle? Estaba marcando el número de MinHo. Se dispuso a colgar. Sin embargo, alguien contestó. Eso lo extrañó... ¿Alguien había robado su celular?

... Tal vez se lo habían encontrado en el lugar del atentado.

—¿Max? Estoy trabajando.
—¿Q... Que?
—Te marco en el almuerzo.

La llamada colgó y Changmin se quedó helado.

Esa era la voz de MinHo.

Tardó en reaccionar. ¿Que había pasado? Corrió hacia su celular y entró a Kakaotalk para revisar sus mensajes. Todas las condolencias, los mensajes preguntando donde sería el funeral... Todo seguía ahí.

¿Entonces por que MinHo estaba respondiendo el teléfono? Buscó en sus contactos y marcó su numero, pero sonaba apagado.
Comenzó a llorar de nuevo. Vez tras vez, sonó apagado y no entendió que había pasado.
Entonces buscó otro número y marco.

—YunHo.
—Chang... ¿Que pasa? ¿Estas bien?
—No lo creo... No—Respondió entre el llanto—YunHo creo que estoy alucinando.
—¿De que hablas?
—Escuché a MinHo... Le llamé por accidente pero contestó y... Y ahora su celular suena apagado. YunHo, estoy enloqueciendo. Te juro que lo escuché.
—Calmate. Voy para allá.

Colgó y se sentó en el suelo muy conflictuado. Pasó las manos por su cabello y lo jaló con desesperación.

No podía creer que tenía alucinaciones de esa magnitud. ¿Tan débil era? ¿Tanto necesitaba a MinHo que parecía escucharlo al teléfono?

En poco tiempo, YunHo estaba ahí preguntando exactamente qué es lo que había pasado.

—Iba a llamar a mis padres—Caminó hacia la cocina— Así que vine y marqué pero no me respondieron, volví a marcar y me di cuenta que había marcado el numero del celular de MinHo, cuando iba a colgar, escuché que contestaron, entonces MinHo dijo que estaba trabajando, que me llamaba en el almuerzo... Colgó el teléfono... Entonces fui a mi habitación por mi celular, no sé que pensé, solo fui por él y traté de llamarlo pero... Pero ya no sonó el celular... Entonces te llamé...
—Entonces... Te contestó del telefono fijo, pero no del celular, ¿Entendí?
—Si. Justamente.

Teléfono [ChangMinHo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora