Capítulo I

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2012

El vestido rojo que usaba esa noche había sido una terrible idea, me sentía totalmente incómoda y ¡Diablos! Era mi cumpleaños, se suponía que debía de estar disfrutando de esto. Pero vamos, tipos borrachos y chicas bailando casi sin ropa no era mi definición de "diversión"

— ¡Quita esa cara de amargada! Es tu fiesta, deberías de estar coqueteando con alguien — Lea me animaba, pero sinceramente lo único que quería era estar en mi cama viendo alguna estúpida película romántica.

— Lea, esto es demasiado para mí... creo que mejor me voy a casa — le dije lo más fuerte que pude y tomé mi bolso.

— ¡Buenas noches señoritas! Mis amigos y yo nos preguntábamos sí ustedes querían acompañarnos a un par de copas — una voz detrás de mí me sorprendió y automáticamente giré a ver al dueño de dicha voz... ¡NO ME JODAS!

— ¡No puede ser! Señor Stark — gritó Lea, igual o más sorprendida que yo.

— Así es cariño, y por allá tengo dos amigos más que quiero que conozcas... — le guiñó el ojo y le sonrió de la forma más encantadora que jamás había visto a alguien sonreír.

— ¡Claro! Es un honor conocerlo señor... ¡wow! — le dijo ella y fue por donde el hombre castaño le indicó. Ahí estaban esperando otros dos hombres igual de elegantes que él.

— Y tú ¿Nos acompañas? ¡Por favor dime que sí! Fuiste la razón que me trajo hasta ustedes linda — mientras decía todo eso me tendía la mano, me negué.

— Lo lamento señor Stark, ya me iba... que tenga linda noche — me giré y salí antes de arrepentirme de mi decisión.

Al salir el viento me pegó directamente en la cara, mis pensamientos se enfriaron y pude respirar. Entonces me arrepentí de dejar a mi amiga sola... digo, sabía lo que hombres tan ricos y mayores buscaban en mujeres como nosotras...

— Hace demasiado frío para que no tengas un abrigo — me cubrió con lo que supuse era un saco, el olor a colonia cara inundó mis fosas nasales, olía bien.

— Gracias, pero no es necesario — dije girándome e intentando quitarme el saco.

— ¡Vamos! Tienes que aceptar que hace muchísimo viento y ese vestido no cubre demasiado — me vio de pies a cabeza, sentí como si me desnudara con la mirada.

— Efectivamente cariño, eso hago — me dijo y me guiñó el ojo... ¿Espere cómo?

— Estas pensando que te estoy desnudando con la mirada y así es — ¡Vaya imbécil! Me quité el saco y se lo lancé. Luego caminé en dirección contraria.

— Hey, hey ¡Fierecilla! Tranquila... solo era un chiste, vamos póntelo. No quiero que te enfermes por tu pésima elección de vestuario — me dijo persiguiéndome.

— No lo necesito ¡Puede irse al carajo! — le grité mostrándole el lindo regalo de mi madre, un precioso aniño de esmeralda que me había puesto en el dedo de en medio.

— ¡Vamos fierecilla! Caminas demasiado rápido para ir en esas trampas mortales, ustedes las mujeres gustan de sufrir solamente para captar la atención de un caballero — me detuve lo suficientemente enojada para contestarle.

— ¿Perdón? ¿Caballero? ¿Usted? ¡No me haga reír! Si fuera un caballero no buscaría muchachitas para pasar el rato — le solté y entonces me sonrió ¡Vaya tipejo!

— Posiblemente no sea un caballero, en eso tienes razón lida fierecilla... pero no "busco muchachitas" para pasar el rato. Simplemente te recordé, fuiste la chica de los generadores de energías autosustentables. Estuve en el MIT la semana pasada... vi tu exposición — dijo volviéndome a tender el saco.

— Mira... en serio póntelo, vas a enfermarte — dudé en tomarlo, pero tenía razón. Había viento y estaba helado, lo tomé y me lo puse.

— María Coleman — me dijo y asentí.

— Fue una buena exposición... tu trabajo es destacable por mucho y yo... bueno, estoy en un proyecto de energía limpia — sacó su teléfono y entonces me mostró de lo que hablaba, era una especie de torre y los planos eran bastante detallados. Pero lo que más me interesaba era lo que mantendría encendida esa mega construcción.

— Reactor ARC lo sé es lindo... yo lo diseñé — era una especie de batería avanzada, muy interesante de ver... vamos, daría lo que fuera por tener uno de esos en mis manos.

— Voy a serte honesto, te quiero en el proyecto. Eres inteligente y una fierecilla, me gustas — entonces volví a verlo y sus ojos me hicieron entrar en una especie de trance.

— Digo... como parte de mi equipo de desarrolladores, no vayas a golpearme — su comentario me hizo reír.

— Hay mejores maneras de pedir mi colaboración señor Stark, usted tiene la culpa de mi reacción — le dije y levantó las manos en señal de culpabilidad.

— Solo sé acercarme de esta manera — ambos nos reímos.

— Ven mañana a Industrias Stark, platiquemos como se debe — me dijo sonriendo.

— ¿A qué hora? — su sonrisa se hizo aún mas amplia, creo que yo también estaba sonriendo...

— A las cuatro, pregunta por Pepper Potts. Ella te llevará conmigo — asentí.

— Bueno fierecilla, mi auto está en el estacionamiento ¿Te llevo a algún lugar? — negué.

— Voy a tomar un taxi señor Stark, lo veo mañana a las cuatro — dije y luego le hice la parada a un taxi, me subí y me despedí del castaño.

Fierecilla [Tony Stark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora