Capítulo XII

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Bucky Barnes

Lo que los acuerdos no lograron, Bucky lo había logrado. Después de que Steve y Tony hablaran, Steve había salido de la casa y llevaba más de cinco meses de no verlo. Hoy era la fiesta de cumpleaños número cuatro de Morgan y realmente dudaba que él, Nat o Sam se hicieran presentes.

Tony me contó todo lo que Steve le dijo esa misma noche y luego no volvió a hablar del tema. Pero sabía que estaba sufriendo. Sabía que hasta cierto punto le había dolido que Steve defendiera a su amigo y no a él.

Por si fuera poco, hace dos meses nos habíamos topado con la noticia de que estaba embarazada. Tony no estaba bien anímicamente y enterarse en ese momento del embarazo fue muy fuerte para él. Aun así, intentaba estar presente, quería vivir el embarazo como no pudo vivirlo con el de Morgan.

— Piensas muy fuerte — me susurró y luego besó detrás de mi oreja.

— Estoy haciendo una lista mental de todo lo que tengo que hacer, la fiesta de dinosaurios no se organiza sola Stark — escuché su risa.

— ¿Cómo te sientes hoy? — me volteé para besarlo.

— ¡De maravilla! Este marcianito es muchísimo más considerado de lo que fue Morgan — acarició mi vientre.

— No puedo creer que estemos a punto de tener otro bebé — dijo y me reí.

— Bueno Stark... creo que dominas como se hacen los bebés ¿No? Y tú y yo hacemos mucho de eso — negó divertido.

— No tanto como me gustaría — comenzó a acariciar mi vientre debajo de la playera.

— Morgan viene hasta dentro de dos horas Tony... — intenté usar mi mejor tono "seductor" y creo que funcionó.

— Sus deseos son órdenes señora Stark — me dijo para luego quitarme la playera que usaba como pijama y dejarme en bragas.

— Mírate... eres hermosa bebé — él solo tenía un pantalón de pijama, el cual rápidamente desaparecí.

— Tranquila fierecilla, tómalo con calma — bufé y eso solo provocó su risa.

— Si no me quitas las bragas me las voy a quitar yo... ¡Malditas hormonas! — me quitó las bragas riendo.

— Yo amo tus hormonas... además puedo asegurar que embarazada te ves más sexy cariño — dijo y luego desapareció entre mis piernas.

En este momento es cuando le veía algún beneficio a su fama de Playboy. Este hombre era experto en hacer un oral. Sabía que lamer, donde succionar, podía hacerme venir únicamente con su lengua.

— Ahhhh Tony — sentía que estaba a punto de venirme y entonces cambio su lengua y sus dedos por algo más grande y grueso.

— ¡Dios bebé! — dijo y luego se introdujo lentamente mientras besaba mi cuello y una de sus manos sostenía mi cintura mientras que la otra jugaba con uno de mis senos.

El sexo fue delicado y romántico, él era muy cuidadoso desde que nos enteramos del bebé.

— Tus senos ya están más grandes — sentí como jugaba con uno de mis pezones en su boca.

— Ummm Tony, sigue haciendo eso — unos movimientos más y sentí como el orgasmo golpeaba cada fibra nerviosa de mi cuerpo.

— ¡Dios que rico aprietas! — dijo y siguió moviéndose para alcanzar su propio orgasmo y con unas cuantas estocadas más llegó y ambos disfrutamos de la sensación.

— Buenos días señor Stark — le dije besándolo dulcemente.

— Buenos días señora Stark — dijo devolviéndome el beso.

Fierecilla [Tony Stark]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora