Fierecilla [Tony Stark]

Capítulo XV

Nueva York

Era el cumpleaños número tres de Sara, todos nos habíamos reunido en la casa de los Rogers. Morgan estaba completamente feliz, le encantaba estar rodeada de sus tíos y sus primos.

— Tony... Nueva York es nuestro hogar — le solté y él me vio serio, para luego suspirar.

— Creí que era el único que lo pensaba — dijo besando mi mejilla.

— Creo que deberíamos de regresar — asintió y observó como Jhony y Morgan jugaban con los hijos de Clint y con Sara. Qué por cierto se veía preciosa.

La fiesta estaba muy divertida y todos la pasábamos increíble, pero fuimos interrumpidos por un gran aro de luz. Del cual salió un tipo con capa roja.

— ¿Tony Stark? — preguntó y Steve junto a Rhodes, Bucky, Sam y Visión se acercaron discretamente a Tony.

— Soy el Doctor Stephen Strange, necesito que me acompañes — todos seguían a la defensiva y Tony me puso detrás de él. Nat cuidadosamente se acercó a los niños y Laura, esposa de Clint, la acompañó.

— Ah, y felicidades a Sara Rogers, por cierto — Steve caminó junto a Tony.

— ¿Disculpa estás dando entradas al circo? — Tony le contestó y el tipo de la capa no se lo tomó a bien.

— Requerimos de tu ayuda, no estoy exagerando al decir que el destino del universo está en riesgo — todos estaban atentos a lo que pasaba, pero nadie decía nada.

— ¿Requerimos quienes? — preguntó Tony y en ese momento apareció Bruce... supe que esto era serio.

...

Tony, Steve, Bucky y Rhodes se habían ido con Bruce y el tal Strage. Nat terminaba de guardar unas cosas y Laura se encargaba de cubrir a los niños.

— Tengo un mal presentimiento Romanoff — ella también lo tenía. Podía verlo en su rostro.

— Los niños deberían de estar en un lugar seguro — me dijo ella y asentí.

— Podemos llevarlos a la granja... luego de dejarlos seguros y con Laura a cargo yo regreso — Clint se había quedado para cuidarnos si algo llegaba a pasar.

— Tú podrías quedarte con Laura — me dijo Nat y yo la vi poco convencida.

— Es mas seguridad para los niños — agregó Clint y no muy convencida acepté.

Miré mi teléfono esperando noticias de Tony, pero no había nada.

Entonces Laura encendió la televisión y pude ver mi mal presentimiento cobrando vida.

Clint negó y vio a Nat, ambos subieron y Laura me vio preocupada. Marqué el número de Tony y mis manos sudaban mientras el tono sonaba sin respuesta.

— Hola cielo — escuchar su voz me hizo volver a respirar.

— Dime que no estás peleando con esas feas cosas — suspiró.

— Cuida de los niños, espero estar para la cena — suspiré.

— Cuídate Stark, mas te vale regresar — escuché su risa.

— Te amo fierecilla — la comunicación se cortó.

— Nosotros nos vamos, se nota que necesitan ayuda... La casa es segura, pero si algo pasa vayan a la granja — Clint hablaba con Laura y Nat besaba la frente de su hija.

...

— Es complicado estar de este lado ¿Cierto? — Laura me daba una taza de té.

— ¿Cómo lo haces? — ella se encogió de hombros.