Fierecilla [Tony Stark]

Capítulo XIV

Jhony Stark y Sara Rogers

— ¡Morgan apresúrate cielo! — terminaba de preparar la lonchera, mientras hacía una lista mental de todo lo que teníamos que llevarnos.

Como si nada llegaba el día, habíamos retrasado esto lo más posible, pero era inevitable. Septiembre llegó con la inminente entrada de Morgan al jardín. Después de muchas peleas y discusiones con Tony sobre la educación de la niña. La mejor opción fue un jardín cercano a mi nuevo trabajo.

Stark aún no estaba seguro con la decisión, pero tampoco iba a decir nada. Incluso habíamos registrado a Morgan únicamente con mi apellido, él decía que usar el Stark no era seguro.

Aunque si lo analizamos, no serviría de nada... Morgan se presentaba como Morgan Stark. Y eso que Tony se había dedicado a practicar con ella. "Morgan Coleman" le repetía cada poco y ella simplemente lo ignoraba.

— ¡Morgan Stark! No vamos a llegar tarde en nuestro primer día — Jhony observaba todo desde su pequeño moisés. Desde que llegó revolucionó aún más mi ya revolucionada vida. Y es que ser mamá ya era complicado, pero ser mamá de dos niños... esto si era una aventura.

— ¡Ya vamos cielo! — escuché a Tony bajando las escaleras y entonces lo vi. ¡Qué llevaba Morgan en la cabeza!

— ¿Tony que es eso? — pregunté señalando lo que parecía ser una especie de cabeza de iron man.

— ¡Soy Iron man mami! — dijo ella feliz y le hice una mala cara a su madre.

— No es tan funcional como la mía — me soltó y se encogió de hombros.

— ¡Tan funcional! Stark se supone que mi hija pase desapercibida en el kínder... explícame como con eso — señalé el casco — va a pasar desapercibida — lo pensó por un momento.

— Maguna... tu madre tiene razón, creo que no vas a poder llevar esto a la escuela — le dijo y se lo quitó.

— Pero esto sí es completamente desapercibido — dijo poniéndole una pulsera en su muñeca.

— Es un pequeño y discreto dispositivo para ver que todo esté bien con ella — negué, pero me reí, ese era Tony.

— Tony, cariño Jhony necesita un cambio de pañal — le dije y tomó a su hijo en brazos.

— Yo me encargo, en lo que Morgan desayuna — asentí y le serví el desayuno a mi hija.

— Mami... extraño a mis tíos — soltó de pronto y me senté con ella.

— Pero ellos vienen seguido a visitarte — ella negó.

— Me gusta la casa y la playa es bonita... pero extraño nuestra casa y extraño a mis tíos — dijo y me vio a los ojos con la misma mirada que Tony hacía cuando estaba triste.

— Por la tarde podemos hacer videollamada con los tíos y tal vez convencemos al tío Bucky de venir unos días — le dije y ella asintió y trató de sonreír.

No iba a mentir, yo también extrañaba Nueva York. Morgan tenía razón, este lugar era lindo... pero creo que nuestro hogar estaba allá.

...

— Es un gusto tenerla entre nosotros señora Stark — se presentaba la que hasta el momento se había encargado del hogar de la fundación que estaba aquí en California.

Después de acomodar mis cosas y las de Jhony me propuse dar una vuelta por las instalaciones. Tony no se equivocaba, en este lugar menos que en otros, se notaba el abandono al que había sido sometido. Mi tarea era encargarme que volvieran a funcionar como cuando la madre de Tony los administraba.