Todo estaba listo, para mandar la carga a Brazil, el jet despego dando rumbo a una de las pistas de los Cazares tardarían un poco en llegar pero no demaciado, Mauro estaba al tanto del cargamento que llegaría a su tierra por ende, tenía más que controlados a los policías de su lado.
Ya íbamos a salir de la bodega cuando unas camionetas negras chocaron una y de las otras comenzaron a disparar, mis hombres iban callendo uno a uno, y fue entonces cuando aquel hombre bajo de el auto.
Echando bala disparo, demaciados Veses al cristal hasta que lo partió, el chófer murió y al mirar todos habían caído.
Pedro habrío la puerta de mi lado, me tomó del cabello hasta tenerme en el suelo.
- valla, valla ni podía ser mejor, El tiene a mi hijo y yo su hija - su maldita sonrisa, fue suficientemente dura para saber que nada bueno iba salir de el.
Un golpe en la cabeza me izo perder el conocimiento hasta no recordar nada.
Maximiliano Vélez
Miranda lleva sin responder mis malditas llamadas, llame a la bodega y nadie respondió, el piloto me dijo que aún estaban en curso con la mercancía pero que fue Miranda quien la embarcó.
Salí directo para las bodegas, y me encontré con un desatre en la entrada.
Y mi hermana simplemente no estaba.
Mi padre no tardó mucho en llagar y junto a el venían el tío Paulo, el abuelo y Dante.
Papá estaba que reventaba de la muina y mis ojos no de despegaba de aquel imbecil, por qué estaba más que seguro que todo esto era por Dante.
No tardó demasiado en qué mi padre recibiera una llamada y por su cara supe que era el puto infierno en vida propia.
Los gritos de Miranda resonaron en el teléfono poniendo en alerta a todos.
La llamada colgó y mi padre simplemente callo de rodillas.
- ¿papá que pasa? - sus ojos me miraron y de está salieron lágrimas.
- fue Pedro, la estaba lastimado y después la bala - mi corazón se detuvo, y mis piernas intentaron fallar, me recargue en el auto y solo mire a el puto hijo de Pedro.
Mis ganas de matarlo incrementaron y el abuelo pareció notarlo, pues antes de ponerme de pie correctamente me detuvo para llevarme lejos, solo con ver a mi padre así, supe el gran miedo que debe sentir.
El tío Paulo habla con el mientras el otro imbecil no se mueve para nada.
Después de un rato sentado veo a Dante hablar con mi padre y este haciente.
Miranda Vélez
Desperté sentada una silla atada de pies y manos, y el hijo de puta estaba parado frente a mi, con una cubeta de agua.
En cuanto me vio habrir los ojos me la tiro, estaba helada el sonrió antes de marcar algo, después de unos minutos contesto mi padre, sus hombres comenzaron a darme descargas, con una máquina de toques haciéndome gritar, mi padre hablaba con el y fue entonces que grite por la descarga más alta, Pedro saco su arma y disparo al aire, el mismo tiempo que uno de sus hombres tapo mi boca.
Pedro río y se pudo de frente mío.
- una lástima muñeca, que no te pueda aprovechar tanto, como sabrás no lo puedo hacer por culpa de tu padre- yo lo mire con odio y el muy imbécil no hace nada más que reirce.
Mi sangre hervía a más no poder, mi padre de seguro piensa que estoy muerta, pues el muy imbécil disparo, justo cuando colgó, Pedro salió junto a sus guardias no sabía que me esperaba pero de seguro no sería nada bueno.
Leonardo Vélez
El miedo que estoy sintiendo no lo había sentido desde hace meses en donde casi muere Christopher, ver a mi mujer llorar por segunda vez, hace que me odie más de lo que ya lo hago, mis sentimientos están encontrados, y mi pecho duele.
Maximiliano no deja de mirar a Dante y me a pedido que le agamos lo mismo, pero yo no soy Pedro.
El no tiene la culpa de esto o tal vez si.
Pero es mi conciencia la que maquila pues Miranda mataría a todo el toque a ese hombre.
Puedo ver su miedo y tristeza.
Pero nada se compara con el mío que es diez veces peor.
Jenni no a dejado de llorar y me duele verla de tal forma.
En mi mente no e dejado de pensar en, Miranda ni siquiera la imagino de tal forma con sangre en su cuerpo.
Mi mente sigue corriendo y tras ver un rato a mi demás hijos jugar sin imaginar lo que pasa, me hace recordar de la pequeña cadena que mi madre le obsequio antes de morir, aquella misma que yo le regale y que quería que mi hija la tuviera.
Esa cadena la mande hacer especialmente para casos como este y si Miranda la trae la vamos a encontrar, sin mas me levanto del sillón dentro de la sala y voy a una de las habitaciones donde Paulo tiene todo su equipo.
- Paulo ¿recuerdas la cadena que le dio mi madre a Miranda?.
- como olvidarla, si la hizo un a familia que se dedica al tráfico de oro y diamante ¿Pero que hay con ello?.
- esa cadena tiene un rastreador, si Miranda la trae daremos con ella - Paulo me miro y le di las marcas de la medalla y en menos de unos minutos, teníamos la ubicación exacta de ellos.
Las camionetas salieron a toda prisa rumbo a aquel campo que casi desaparecia del mapa, Dante no se quiso quedar dijo que iría por mi hija, Maximiliano no quería pero termino accediendo.
Dos horas después, y entramos sin camionetas.
Pues las habíamos dejado del otro lado de la montaña, Paulo comanda un lado, Maximiliano del otro y yo al frente junto con Gustavo y Dante.
Todos dijeron cuántos hombres habían de cada lado, y una vez teniendo esa información entramos en acción.
Dándoles a los de las puertas, los disparos no se oigan pues eran armas especiales, al asegurarnos que ya no había nadie más, bajamos pero grave error, pues en cuanto nosotros bajamos uno de nuestros hombres piso un explosivo, haciendo que el explotará en pedazos, la alarma comenzó a sonar y en menos tiempo ya teníamos a varios hombres quien no sabía .
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IMPERIO VÉLEZ (Enemigos Íntimos) 2 libro ||C.V||
FanfictionLeonardo sepultó a sus enemigos asé años, o eso pensó pues dentro de muy poco su hija mayor sufriaria los estragos del amor, y peor aún la decepción asía el hombre que ocupaba su corazón. un corazón que rompieron y tras el despecho y el rencor. en l...