ʟᴀᴍᴇɴᴛᴏ ᴄᴏɴꜰᴜɴᴅɪʀʟᴀꜱ

3.2K 208 21
                                    

Los capítulos no todos son +18

• Cada capitulo es una historia diferente

• No hay relaciones de una historia con otra y de ser el caso habrá un aviso corto

• Disculpen las faltas de ortografía

• Disculpen las faltas de ortografía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

creditos a quien le corresponda.

Te encontrabas en la recogiendo tus libros, tu clase había terminado a las 4:30 PM y la siguente comenzaba las 5:15 así que pensaste en ir a comer algo mientras estudiaba y luego regresar a los dormitorios.

Cuando bajaste las escaleras notaste a unas chicas asomarse por la ventana pero no les tomaste importancia y te colocaste los audífonos, sus gritos eran algo molestos ya que algunas comenzaron a chiflar a cualquier cosa que estuvieran viendo.

Sacaste tu celular para revisar tus mensajes, estabas tan absorta en lo que hacías que no te percataste de la presencia de los Haitani, quienes te estaban esperando con un ramo de orquídeas y unos obsequios.

Al chocar con ambos, tu celular cayó al suelo, te detuviste a recogerlo pero la persona frente a tí también intento hacer lo mismo, fue entonces cuando tu mano toco esos dedos largos delgados y pálidos que te parecían familiares, notaste un reloj con el cual podías pagar tus matrículas.

Levantaste la mirada y te percataste de los ojos de Ran que te miraban fijamente. Sin despegar su vista de la tuya llevo tu mano hasta sus labios y la beso mientras mostraba una sonrisa ladina.

— No coqueteés con ella frente a mi! — Rin golpeo la cabeza del mayor con el ramo y se puso de cuclillas. — Oh...

Tomo el celular que ningúno de ustedes dos había recogido y lo levanto, alzó una ceja luego de verlo.

— La pantalla se rompió.... — Murmuró.

En ese instante, sacaste la mano del agarre de Ran y tomaste tu celular como si fuera lo más importante que tenías.

— Mierda, mierda, mierda! — el lado bueno es que encendía pero gran parte de la pantalla dejo de funcionar. — Apenas lo compre hace dos semanas... — hundiste tu cabeza sobre tus manos.

— Ya, Ya tranquila. — Ran dio unas palmaditas.

— ¿Quieres uno nuevo? Puedo comprarlo a cambio de algo... — Habló Rin mientras intentaba retirar una de tus manos.

— No, está bien solo trabajaré el doble y comprare otro. — mascullaste.

Realmente si querías uno nuevo  pero tampoco querías aprovecharte de Rin y pedirlo, ya habían gastado mucho al pagar gran parte de tu matrícula.

— Ten. — Rindou llevo las flores hasta tí y depósito un beso en tu mejilla.

— ¿Eh? — tu rostro se sonrojo un poco pero no era nada de que preocuparse.

Mientras conversaban aún de cuclillas, una chica se acercó a tí diste la vuelta y aún con el ramo entre tus manos te acercaste a ella para saber que necesitaba.

— Disculpa... ¿Crees que puedas pasarme el número de uno de  ellos dos ? — ofreció su celular esperando a que lo tomarás.

— ¿De ellos? — la miraste confundida mientras señalabas a los Haitani

— Uhm. — asintió de manera exagerada.

— Ellos están saliendo conmigo. — sonreiste y diste media vuelta.

Para tu sorpresa ya había una multitud de chicas a su alrededor que ansiosas pedían su número de contacto, Ran y Rin solo se miraban entre ellos son saber que hacer.

Fue entonces cuando golpeaste un casillero para llamar la atención de ellas y que se quedarán en silencio.

— Lo siento. — caminaste hacía ellos y los empujaste por la espalda. — Ya tienen novia así que no deberían insistir. — sonreiste.

— ¿Que?
— ¿De verdad?
— Eso es suena lástima.
— Podemos ser amigos por ahora!
— ¿No nos estarás mintiendo?

Mientras ellas decían cosas enteré si, Ran miro a su al rededor para respectivamente tomarte de la muñeca y llevarte hasta un salón vacío. Los tres ya se habían escapado de la multitud para tomar un respiro.

— ¿Que no saben cuándo parar? — preguntó Rindou.

— Deberían irse pronto y no regresen, les dije que no vengan a la universal ustedes deberían estar en los su-

Fuiste interrumpida luego de que Ran dejara plantado un beso en tus labios.

— ¿Molesta? — sonrió.

— Callate! — lo golpeaste levemente.

— Estamos en un salón. — Murmuró Rin mientras una sonrisa se asomaba en su rostro. — Los tres...

— Solos. — completo Ran.

— ¿Y la puerta? — Rindou comenzó a caminar en dirección a tí.

— Cerrada... — respondió el mayor.

Sabías a lo que ambos se estaban dirigiendo y no era lindo, no tenías muy poco tiempo y aún necesitabas almorzar, si lo hacían en ese lugar estabas conciente de que no sería una sola vez.

Pero al final.... Siempre te dejabas guiar por ellos.

Nota: Espero que les haya gustado el capítulo, nos vemos en la próxima actualización

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota: Espero que les haya gustado el capítulo, nos vemos en la próxima actualización.<3

One-Shot || Hermanos HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora