ᴍᴏᴅᴇʟᴏꜱ

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Los capítulos no todos son +18

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Los capítulos no todos son +18

• Cada capitulo es una historia diferente

• No hay relaciones de una historia con otra y de ser el caso habrá un aviso  corto

• Disculpen las faltas de ortografía

En el bullicioso mundo de la moda, tú te habías consolidado como una de las diseñadoras más talentosas y prometedoras

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En el bullicioso mundo de la moda, tú te habías consolidado como una de las diseñadoras más talentosas y prometedoras. Tu última colección estaba a punto de ser revelada en una prestigiosa pasarela, y tus modelos estrellas, Ran y Rindou Haitani, estaban más que listos para deslumbrar a todos con los diseños únicos que habías creado con sudor y lagrimas. Sin embargo, lo que nadie sabía era que tras bambalinas, se cocía una tensión que iba más allá de la moda.

En los vestidores, tu estabas ajustando los últimos detalles del traje de Ran, asegurándote de que cada costura y cada detalle estuvieran perfectos. Ran, siempre provocador, no dejaba de lanzarte miradas insinuantes.

—¿Te gusta lo que ves, _________? —dijo Ran con una sonrisa maliciosa mientras tú te estabas por agacharse para ajustar el dobladillo de tus pantalones.

Inmediatamente levantaste la vista y lo fulminaste con la mirada, pero no pudiste evitar sonrojarte ligeramente. Rindou, que observaba la escena mientras se ponía su chaqueta, soltó una risa baja.

—Ran, deja de molestar a __________. Sabes que está concentrada en que todo salga perfecto —dijo Rindou, acercándose a ustedes dos.

Ran no pudo resistir la tentación y deslizó una mano por tu cabello, apartando suavemente de tu rostro.

—Estoy seguro de que ___________ puede manejar un poco de distracción —murmuró Ran, sus ojos brillando con picardía.

Te levantaste de golpe, tus ojos lanzando chispas.

—Si no te comportas, voy a coser esa boca tuya, Haitani —le espetaste, aunque había un brillo travieso en sus propios ojos.

Rindou se acercó aún más, sus manos firmes pero gentiles te tomaron por la cintura, trayendo tu cuerpo hacia él.

—Deberíamos concentrarnos en el desfile —dijo Rindou, aunque su voz baja y susurrante sugería cualquier cosa menos profesionalismo.

En menos de un parpadeo, ya estabas  atrapada entre los dos hermanos, sintiendo la intensidad de su cercanía. Sus respiraciones se mezclaban y el aire en el pequeño vestidor parecía volverse más espeso. Rindou bajó la cabeza y sus labios rozaron suavemente tu cuello, enviando un escalofrío por su columna.

Ran, no queriendo quedarse fuera, deslizó una mano por tu espalda, dibujando pequeños círculos con sus dedos.

—Creo que podemos darnos un pequeño respiro antes de la gran revelación, ¿no crees, amor? —murmuró Ran en su oído.

Tú, atrapada entre la tentación y el deber, cerraste los ojos por un momento, disfrutando del efímero placer. Pero rápidamente, recuperaste tu compostura y te apartaste de ambos, aunque tus mejillas estaban teñidas de un leve rubor y tú cuerpo acalorado.

—Basta ya, ustedes dos. Tenemos un trabajo que hacer. —dijiste, aunque tu voz carecía de firmeza.

Los hermanos Haitani intercambiaron miradas y sonrisas, disfrutando del efecto que tenían sobre tí.

—Como desees, jefa —dijo Rindou, dándole un último beso en la mejilla y tocando uno de tus pechos  antes de ponerse en posición.

Ran hizo una reverencia exagerada antes de seguir el ejemplo de su hermano, pero no sin antes dejar que sus dedos rozaran tu mano en un toque final.

Te quedaste allí por un momento, tratando de recuperar tu compostura. Sabías que trabajar con los Haitani siempre sería un desafío, pero no podías negar la chispa de emoción que sentías cada vez que estaban cerca.

—Vamos, chicos. Es hora de brillar —dijiste finalmente, liderando a los hermanos hacia la pasarela, donde los focos y las cámaras esperaban.

Aunque la revelación de los vestuarios sería impresionante, nadie sospechaba que el verdadero espectáculo había tenido lugar tras bambalinas, en el pequeño vestidor, donde la tensión entre los tres había alcanzado un punto culminante.

Aunque la revelación de los vestuarios sería impresionante, nadie sospechaba que el verdadero espectáculo había tenido lugar tras bambalinas, en el pequeño vestidor, donde la tensión entre los tres había alcanzado un punto culminante

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One-Shot || Hermanos HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora