—Disculpe la demora, tío — hizo una pequeña reverencia.
—Siéntate, Hinata.
Se sentó frente a Neji, ambos hicieron contacto visual. Sus miradas no decían nada más que un "quítate de mi camino". Ella estaba segura de que era obra de él, no podía ser otra persona.
—Ya que están todos, comencemos a comer— Hizashi seguía siendo el director de la empresa, pero, como ya estaba avanzado de edad y, además padecía de artrosis, dejaría a cargo a cualquiera de los dos para que pudiera tomar su puesto, o mejor dicho... Dejaría a cargo a Neji.— Hinata, me han dicho que compraste un avión defectuoso, explica éso.
Mientras Neji reía, Hinata se encontraba tranquila— Le han informado mal, tío. El avión que compré estaba en perfectas condiciones, pero... El problema es la falta de atención que Neji le puso a éste.
—¿A qué te refieres?— Hizashi se sobresaltó.
—Bueno, él se encarga de mandar a los expertos a hacer mantenimiento, pero... — dirigiéndose a su primo— ¿Estabas ocupado?¿Qué es más importante que mantener los aviones que ingresan para la seguridad de los pasajeros?— Su primo estaba atónito.
—¿Cómo pudiste pasar por alto algo tan importante, hijo?
—Lo siento padre, últimamente he estado muy ocupado tapando los errores de mi prima. ¿Cómo pudo invertir en una aerolínea de tan mala calidad para que se ligue a la nuestra?— rió.
—Esa pequeña empresa de la que hablas tuvo más ganancias que la nuestra en sus tiempos. No está mal apoyar ésa aerolínea para sacar ventaja a futuro.
—¡Suficiente! Neji tienen razón, esa inversión es puro dinero tirado a un bote de basura. Ahgg, eres tan incapaz.
—¿Prefiere el fallo de nuestros aviones, un accidente y que nuestras acciones decaigan porque las personas tienen desconfianza de la seguridad de los vuelos a invertir en una empresa que podría ser nuestra competencia si no la ligamos a Juuken Airline®? Si razonar es ser incapaz entonces no entiendo por qué sienten que soy un obstáculo ¿No, Neji?— tomó sus cosas y se levantó— gracias por la comida.
Estaba furiosa, sabía que cuando se trataba de defender y tapar los errores de su hijo era capaz de ignorar hasta lo más grave.
—Al diablo, iré a comer un poco de ramen.
Miró hacia el frente y un pequeño local estaba abierto, no pensó dos veces, sino que entró y se sentó en una mesa.
—Oye, jóven. Vino una clienta.
—¡Oh, sí! Iré, después seguimos hablando.
El rubio se dirigía a la mujer que estaba de espaldas, parecía una persona con mucho dinero. Su vestido negro y cinturón dorado de diseñador era lo primero que podía apreciar. Subiendo la vista pudo ver su cabello recogido con un peinado elegante.
Mientras más se acercaba, ella giraba la cabeza de a poco dejando al descubierto su rostro el cual tenía dos mechones sueltos en cada lado, además de un flequillo al medio moviéndose con el viento que producía el ventilador.
Todo pasó en cámara lenta.
—Buenas noches, ¿Qué desea ordenar?— se escuchó cómo se le dificultaba tragar.
—Un plato de ramen y... Agua. Sólo éso. Gracias.
Él simplemente sonrió. Le pareció muy raro que ella no le correspondió, normalmente si lo hacían.
Su expresión era fría, chocaba mucho con lo que estaba acostumbrado a ver.—Ramen— le dijo al cheff. No podía dejar de mirar a la mujer de negro.
—Naruto, está listo— la voz del cocinero lo bajó de sus fantasías y pudo volver a la realidad. Rápidamente tomó la orden y la llevo a aquella chica tan particular.
—¡Que lo disfrutes!— volvió rápido a la cocina.
—¿Qué ocurre? Te veo nervioso.
—Ay señor Ichiraku... Yo...
—¡Ah! Te interesa ésa clienta— comenzó a reír.
—Shhh, hable más bajo por favor— estaba avergonzado, debía reconocer que se había interesado en un número mayor a 3 clientas pero esta era la única que no le daba importancia a sus encantos. Además, era demasiado hermosa.
Luego de un rato, Hinata llamó a Naruto.
—¿Me puede cobrar?
—Oh, si... Tome.
—No hace falta — le dió una tarjeta de crédito— aceptan tarjetas, ¿No?
—C-claro, sí.
El rubio ojeo la tarjeta antes de pasarla para averiguar su nombre — Hinata Hyūga, ¿Eh?— le dió un papel para que ella firme y simplemente se despidieron.
Lo primero que hizo fué sacar su celular y ver si podía encontrar alguna red social de su crush recién conocida.
Obvio, la encontró en Instagram, pero no quería seguirla ya que le parecía muy pronto, además, quizás lo reconozca y dirá que él es un acosador.—Mejor no correr el riesgo— pensó.
Al llegar a su casa, Hinata se tiró en la cama, no quería pensar mucho. Su día fué como cualquier otro. Pensando, trabajando e intentando que su primo no la afecte con las jugadas sucias.
—Deseo que ésto termine.
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No Es El Destino ¿O Sí?
Novela Juvenil"- [...] Me gustas. Él no pensó, simplemente se abalanzó contra los labios de ella impulsado por sus deseos. Sí, la deseaba, la deseaba tanto que se estaba volviendo loco." 220417 #902 destino🏅❤️ 220418 #374 destino🏅❤️ 220421 #320 destino🏅❤️ 2204...