-Manjiro, no puedes seguir haciendo eso.
-Ya hize lo que pediste. Ya no toquemos el tema. -Su voz era fria como normalmente lo había sido desde que llegué y su mirada estaba al frente. -Ademas.. pense que te había pasado algo. -Esto último lo dijo en un murmuró, como si quisiera que no lo escuchara.
-Si no llego no significa que me paso algo, y mucho menos es motivo para dejar inconsientes a las personas.. -Los escoltas no solo estaban inconsientes, estaban.. en terribles condiciones, pero por mi bien no tocaría ese tema.
-Ya te dije que lo siento, lo hize sin pensar. -Su voz seguía igual de fría, como si no reflejará ningúna emoción o sentimiento en ella.
-Esta bien, y gracias por llevarlos Manjiro. -El aparto su mirada cual estaba al frente y la dirigió a mí, debo decir que la manera tan fría en la que me miraba me parecía incómodo, ¿por qué? Porque era como si el no tuviera vida, como si de un cascaron vacío se tratase.
Mikey solo me veía y de un momento a otro se acercó a mi dándome un abrazo. Su cabeza quedaba en mi hombro y mis brazos lo rodeaban, todo fue rápido pero el ambiente que brindaba Mikey era tristeza pura que podía entristecer a cualquiera que se le acercara, para mi era imposible negarle un abrazo.
Sentía su respiración en mi cuello, y sentía sus brazos rodeándolo al igual que yo, nos quedamos así durante un rato, no tenía idea de como me sentía pero, un sentimiento raro estaba ahí.
El se separó de mi y me miró directamente a los ojos, como si me quisiera decir todo pero a la vez nada, lo único que hizo fue dar una sonrisa que era casi imposible de notar.-Es tarde.. -Miro el reloj que estaba en su habitación y si, era tarde, eran las 11:50 de la noche.
-Si, supongo que ya me voy Mikey. -Hable haciendo que el devolviera su mirada a mi.
-Buenas noches. -El se aparto de mi y yo me pare de la cama.
-Buenas noches. -Le di una pequeña sonrisa yéndome de la habitación en dirección a la mía.
Llegue a mi cuarto cerrando la puerta detrás mío, me dirigí al baño a cambiarme. Ahora estaba en sostén frente al espejo mirando mi herida que aún no cicatrizado por completo ¿Como pasó todo esto? Miraba el espejo que me reflejaba y mis ojos solo estaban en mi herida.
La volví a vendar con vendas limpias que estaban en el baño junto a jabones nuevos para manos y corporal, rollos, toallas, agua oxidada entre otras cosas. Me cambié, me lave los dientes y me fui a la cama, en el momento que sentí mi cuerpo descansar y ver todo apagado, no oír absolutamente nada aparte del bajo ruido del aire acondicionado mi cabeza empezó hacer preguntas y más preguntas. Sin darme cuenta mis párpados cada vez se hacían más pesados cayendo dormida entre tantas preguntas.
Ruidos que provenían de la ventana me despertaron, mis párpados seguían pesados hasta que mi mirada se fue al reloj viendo la hora, 4:15 volví a cerrar los ojos pero en el transcurso logré ver una sombra, cual ignore..
La luz que venía de la ventana me hizo despertar encandilando mis ojos por la luz del sol miré a mi alrededor y estaba en mi habitación, mi habitacion pero de la casa de Rindou. Me levanté de un salto haciendome sentir un mareo cual también ignore, salí de la habitación y baje las escaleras topandome con Rindou.
-¿Que mierda hago aquí?
Bajaba las escaleras e iba hacia donde el estaba, en el momento que me detuve frente a el se hizo a un lado dejando ver a Ran en el sofá detrás suyo para después sentarse a su lado. Con solo eso etendí todo, maldito idiota.
-Ran me hizo saber todo, ¿o no, Ran? -Sentado en el sofá miro de reojo a su hermano buscando certificación de su parte.
-Si, lo hize. -Afirmó mirándome sin ningún remordimiento, ¿Como pude confiar en el? Soy una tarada, era el hermano de quien escapaba y aún así confíe en el.
ESTÁS LEYENDO
"𝑱𝒖𝒈𝒖𝒆𝒎𝒐𝒔." / 𝑅𝑖𝑛𝑑𝑜𝑢 𝐻𝑎𝑖𝑡𝑎𝑛𝑖 𝑥 𝑇𝑢́. (En Edición)
Fiksi Penggemar____, una mujer de 29 años quién se encontró con su amor de preparatoria.