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42-Tres veces más fuertes que ayer (Capítulo final)

Este y todos los capítulos faltantes van dedicados para todos lo que han llegado hasta aquí <3. 🖤

Capítulo 42-final

Mientras menos nos esmerabamos en contar los días y en vez de eso disfrutábamos, con más rapidez proseguían estos.

Faltaban pocas semanas para la graduación, pero desde ya hacíamos los planes para la fiesta. Mi fiesta sería justo después de la graduación, como una celebración a ese logro.

Lo más curioso era que sería en la propiedad de los padres de Arblet, junto a la playa, ellos se ofrecieron a permitir una fiesta cuando fui a cenar a su casa y a Arblet se le escapó por casualidad.

Ya los dejo halagar a mis suegros, son un amor.

Eso me pareció tan Ramón de Crianza, de el libro "Herencia Española", por qué en aquel libro el hombre mencionado tenía una propiedad con playa. Pero no me sorprendió que los padres de Arblet tuvieran una, guiándonos del hecho de que su cadena de restaurantes son todo un éxito, deja claro la cantidad de dinero que podrían estar facturando.

Mientras veía las suaves olas de la playa estos pensamientos se escrudiñaban en mi mente. Lawnny, Bryant, Karen y Dylan también estaban aquí. Karen debía estar por ahí planteando sus ideas con los organizadores de eventos y los demás nadaban salpicándose cada vez que podían. Jugaban como niños pequeños. Arblet había ido por cervezas.

Los últimos días habían sido un poco duros, Dylan tenía una actitud de mierda, era extraño verlo tan feliz hoy. Podría decir que todo se reduce a Lorena, Dylan tuvo algún problema con ella y aunque evada el tema o niegue, sabemos que le está afectando. La chispa que crecía entre ellos dos se desvanecía cada segundo unos milímetros más y Dylan estaba perdiendo sus oportunidades. Pero nadie sabía que fue lo que él le hizo, Lorena no está bien.

Y Ariel...es gracioso decir que Sarah no estaba embarazada, todo fue un cuento para que él no la dejara. ¿Loco, no? Así de manipuladora es.

Pero eran asuntos que no nos importaban, por qué el grupo principal está de maravillas.

Habíamos vuelto.

Pero no como antes.

Más fuertes.

Más unidos.

Arblet se sentó en silencio a mi lado, pasó su brazo por mis hombros.

—Toma — tomé la cerveza.

Reí por la vez que Dylan sacó más que yo en un examen de literatura ¡Joder que Miguel de Cervantes es mi escritor favorito! ¡¿Cómo podía Dylan saber más de él que yo?!

La cerveza fue arrebatada de mis manos.

Miré confundida a Arblet hasta ver cómo se posicionó encima de mí.

—¡Arblet!

—Shhh, no te quejes. No lo haces en mi cama.

—Tiene usted razón, oficial.

Arblet agarró mis manos.

—Está usted esposada, señorita.

—¿Y cuál es mi delito? — fingí sorpresa.

—Provocar a un oficial, provocarme cada vez que intento resistirme a usted.

—¿Ah, sí? Pues con todo el respeto, señor, pero usted cómo que no se queja.