10-Acorralada

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Si se lo preguntan, no sé, no se cómo diablos me fue en el examen, pero os digo que no estaba fácil.

Jueves y viernes no trajeron acontecimientos importantes, más al llegar el sábado las cosas se complicaron. La verdad es que en ciertos cosas el momento es el que hablaba...

Estaba haciendo la limpieza de la casa con música y todo, luego solo me senté en el mueble con el celular para seguir leyendo "Conociendo mi exterior", una historia de Wattpad...de vampiros, ya saben, como ando un poco obsesionada con ellos. Ya les había dicho que soy fan de la saga Crepúsculo, por lo que me dispongo a leer libros de fanes de está saga. Este es uno, aunque, en realidad no habla de Bella y Edward.

Este es de Mabell y actualmente voy por el capítulo 29. Resumiendo, trata de una chica 𝙷𝚞𝚖𝚊𝚗𝚊 que no ha salido de su casa en 17 años y cuando lo hace, se encuentra con un grupo de vampiros que actualmente son s𝘶𝘴 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘰𝘴. Amo el personaje de Marco, tan ladillo como siempre.

Y bueno...estaban jugando aquel juego de "yo nunca he..." Todos sabemos cómo ese juego termina de mal o revelativo.

Pero claro, siempre alguien tiene que joder.
En este caso *ARBLET* me estaba llamando.

Las cosas 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐞𝐥 𝐲 𝐲𝐨 siguen tensas.

-¿Qué quieres? - le solté tan solo contestar

-Estoy abajo - Solté una maldición, no quería verme con él. De todas las personas en el mundo ¿tenía que ser él?

-¿Te has vuelto loco? - debían de ser las seis y mucho ¿esta en droga o que? Cuando viene a esa hora suele quedarse.

-Abre, ya, debo hablar contigo.

-No tenemos nada de que hablar.

-No voy a discutir contigo, que te quede claro.

¿Les ha pasado? Qué quieren hacer una cosa y al mismo tiempo no. En mi caso, siempre suelo elegir la peor opción .

Arblet cerró y yo leí un poco más y lo esperé en la puerta con el teléfono en la mano.

-¿Puedo disculparme?

-¡Mierda! - apareció tan de pronto que me sobresalte. El muy idiota se hechó a reír.

Se acercó a mí demasiado...y cuando digo "demasiado" quiero decir ¡demasiadisimo! Tan cerca que sentí su aliento, olía a chicle, juro que estaba con Dylan por qué ese es el que se la pasa masticando esas cosas.

-Lo siento - me sonrió y me quedé embobada viéndolo - te traje algo.

Solo así me di cuenta que tenía las manos en la espalda. Sacó una caja de bombones. Cómo en los viejos tiempos, así es, así nos disculpabamos años atrás.

-¿Qué te crees? - agarre la puerta para cerrarsela en la cara, pero él lo intervino con su pie - quítate.

-Acéptalo al menos.

-¿Qué mierda haces aquí? - solté con exigencia.

-Bella - hace puchero

-Ya no me llames así.

Él puso sus dedos en la nariz e hizo como si se la rascara . Me miró de arriba a bajo. Sentí la necesidad de cambiarme de ropa cuando lo hizo tan descaradamente.

Yo estaba cómoda, osea, ¡wey! yo estaba en mi casa y podía modelar hasta en ropa interior si así me da la gana. ¿Look?pues... Un abrigo ancho - 𝐓𝐚𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐢 - el abrigo me quedaba a mitad de los muslos y un pantalón corto. Muy acto para un pervertido. Claro que sí.

La quiero en mi cama {+18} ©™ {✓}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora