11-. Un Día Normal...?

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Desperté, creía que todo lo que había sucedido ayer había sido un sueño entonces me levanté pero sentí la calidez desaparecer, abrí los ojos y si... Me encontraba en aquel lugar, donde había visto las estrellas sin necesidad de mirar al cielo, miré hacia abajo y allí estaba él, durmiendo plácidamente en el tronco del sauce, pensé un momento en despertarlo pero se veía tan tranquilo que no lo hice y me senté a su lado para disfrutar el resto de la mañana.

-¿Cris?
Dijo Sebastián despertando.

-Tranquilo.
Dije acariciando su cara.

-Te amo... Lo sabes ¿cierto?
Preguntó.

-Claro que si, sería un estúpido al no darme cuenta.
Respondí.

-¡Ciudades de papel! -Gritó levantándose- compré las entradas en la mañana para aprovechar el día.

-Me baño y...

-¡No hay tiempo!
Me interrumpió tomándome la mano y corriendo.

-Pero huelo mal, nesecito tomar almenos una ducha.
Dije tratando de safarme.

Ya era tarde, estábamos fuera de la casa a unos cuantos centímetros de la puerta.

-Momento... Son las 7 am... Tenemos tiempo aún -Dijo disponiéndose a abrir la puerta- tenemos un problema...

-¿Que sucede?
Pregunté.

-No te enojes pero... No saqué las llaves.
Dijo.

Entonces me puse serio, alcé mi mano abierta verticalmente y lo golpee en la cabeza repetidas veces.

-Duele cris, duele, déjalo.
Dijo mientras yo lo golpeaba.

-Te pasa por no dejarme tomar una ducha.
Crucé los brazos y me giré.

Sebastián me abrazó por la espalda, trate de demostrar que estaba molesto pero me empecé a reír, me di la vuelta y lo abracé "¿como pudo ser tan tonto?" me dije a mi mismo.

-Era broma.
Dijo mostrándome las llaves dejando escapar una leve risa.

Le golpee nuevamente en la cabeza con una mirada seria pero luego comencé a reírme.

-Muy bien ahora dejame tomar una ducha.
Dije.

-Pase.
Me dijo señalándome con las manos.

Pase directamente al baño para alfin darme una reconfortante ducha tibia, así es no me gusta ni tan caliente ni tan fría, luego me salí y me vestí con las mejores prendas que tenía, estas constaban de una pólera de Green Day sin mangas, unos jeans blancos y converse rojas.

Sebastián estaba vestido igual que antes tan solo tenía el cabello mojado, asumí que se dio una ducha corta en el baño del cuarto matrimonial, me avalancé sobre el ensuciando más su ropa para que se cambiara y lo hizo, salió vestido con una pólera de nirvana, jeans medio oscuros y converse negras.
-Tienes las converse negras.
Dije con emoción.

-Sip.
Dijo alzando unos de sus pies.

-¿Préstame la derecha? ...
Pregunté.

-Pero ¿Que ocuparía... Ya veo -Sonrió - nos veríamos geniales.
Dijo guiñandome con el ojo izquierdo.

Entonces salimos pero antes de cruzar el pórtico me detuve y pregunté por las llaves y el dinero a eso este respondió "confía en mi". Su sonrisa hizo que saliera, cerró la puerta y nos encaminamos hacia el Mall, cada cosa que lograba divisar era maravillosa, en Ovalle no se veían edición tan grandes o anuncios con movimientos, la gente parecía estresada, le habían perdido el sentido a la vida tan solo se preocupaban en el trabajo o las notas, iba saltando con Sebastián por un mar de cansancio y tristeza.

Bestias Ancestrales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora