19-.El Deseo.

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Era un día como cualquier otro, pero mucho mejor, el cielo estaba nublado y de el caían pequeñas gotas de agua; lluvia, hermosa y simple lluvia, un día sábado completamente lleno de divagaciones en el departamento de "mi mejor amigo" Sebastián.

Nos habíamos servido café y nos tapamos con unas frazadass frente al ventanal.

-Sabes, nunca me hablas de tus padres.
Dije sin dejar de mirar la lluvia.

-No es algo de lo que quiera hablar.
Respondió.

Sentí sus ojos en mi clavados en mi y lo miré.

-Quiero saber todo de ti pero si algo te causa dolor, es mejor que te lo dejes para ti... Pero yo podría ayudarte.
Comenté sonriendo.

-Pues verás; cuando era pequeño yo estaba muy apegado a mi madre, ella siempre estaba conmigo para todo, pero una vez la vi en el baño vomitando sangre, me alteré, mucho pero ella me calmo, tan solo dijo: "no me pasa nada, tranquilo" recuerdo Tan claramente esas palabras por que el día después cayó En cama, desde ese día ya no podíamos hacer cosas juntos, yo crecí y ella se perdió la mitad de mi vida, lentamente se iba debilitando hasta que un día la vi en su pieza, con una tranquila mirada hacia la puerta y una sonrisa en la cara, me acerqué feliz... Quizá me tendría una buena noticia; Pensé en eso momentos, tomé Su mano, Estaba fría, le hablé Pero ella no me respondió, se limitaba a mirar la puerta y sonreír levemente, entonces entendí; ella estaba muerta, pero que lo entendiera no significaba que lo había aceptado. Comencé a llorar, me deshice en lágrimas en su regazo, gritos de sufrimiento me rodearon y mi padre Llegó, recuerdo su mirada extrañada como si no supiera o que pasaba o quizá no le importa, o quizá estaba paralizado por la tristeza -comenzaron a emanar lágrimas de su ya cristalinos ojos-Días después su funeral llegó, la vi por última vez en ese ataúd... Sonriendo.

-Wow, lo lamento.
Dije.

Me quedé helado, no sabía que responderle, como tampoco no sabía que eso había pasado, me sentía tan mal al hacerle recordad su pasado.

-En cuanto a mi padre. Cada vez se fue distanciando, más de lo que estaba, sus viajes de negocios eran cada vez más largos, aprendí a cocinar, el dinero que él me daba mi padre me alcanzaba para el mes, el mes que el no estaba. Un Día llegó con otra mujer y varios niños, me los presentó: "ellos serán tus nuevos hermanos y ella tu madre". Una irá recorrió mi cuerpo y comencé a gritarle, sentí que el quería reemplazarla y jamás lo haría, eso no detuvo que ellos se quedaran en la casa, la pieza de mi madre, era mía y nunca había movido algo de allí... Mi forma de ser ponía de malas a todos los de la casa y a los 13 años con mi papá llegamos a un acuerdo; el me dejaba el departamento y dinero mensual para que yo me sustentese.

Lo abrace y él lloró en mis hombros.

-El prefirió a otra mujer, antes que ami.
Dijo entre sollozos.

-Tranquilo, yo estoy aquí para ti, pero es momento de que dejes ir esos malos sucesos de tu pasado.
Dije.

-Lo se, pero no puedo, soy muy débil.
Dijo aún sollozando.

-Ven, vamos a arreglar la pieza de tu madre.
Me levanté y tendí mi mano hacia él.

-No, no puedo... Temo olvidarla.
Dijo el cubriéndose la cara.

-El que la dejes ir no significa que vayas a olvidarla.
Comenté.

-¿Harías eso por mi?
Preguntó secándose las lágrimas.

-Todo...
Dije mientras le ayudaba a secarse las lágrimas.

Se levantó y fuimos a la pieza de su madre, abrí las cortinas mientras el limpiaba el polvo.

Bestias Ancestrales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora