18-. Los Pergaminos.

13 1 0
                                    

Había terminado de devorar mi pequeño queque y tomé un trago de té para bajar el último trozo, Sebastían estaba frente a mi, observándome en silencio.

—¿Que pasa? Normalmente eres más extrovertido.
Dijé riendo una vez despejé mi boca de los alimentos.

—Si, es que estoy pensando en el pergamino que me tocó, antes de levantarme pude leer un poco. Data de hace mucho.

—¿Nada sobre los orbes de la equidad?
Pregunté sorbiendo el té.

—No hasta el momento...

—bueno, creo que también tengo que leer un poco de ellos —Me levanté de la mesa y retiré la vajilla para dejarls en el lavaplatos, le di un beso en la frente a Sebastián y me senté en el sillón— a la vuelta lavo yo.

—No lo olvides como la ves anterior, flojo.
Rió.

—Sh, Sh...

Cerré los ojos una vez me acomodé y quedé inmerso en el mundo de los espíritus, mi alma despertó en la habitación del castillo, era un mucho más amplia que la del gran árbol pero me gustaba más allí que acà. Bajé las escaleras circulares hacia el piso del estudio y me senté en el escritorio donde estaba el pergamino estirado. Al principio me parecía que tenía palabras ininteligibles, lo único que veía era una serie de garabatos pintados al azar, pero cuando me dispuse a leer podía entenderlo, podía entenderlo todo, cada palabra como si estuviera impresa en mi memoria.

"Cuando las bestias tocaron por primera vez el mundo material en su estado más puro, con las 4 dimensiones en equidad y ligadas entre sí. Recorrieron las planicies de la tierra creada, haciendo aparecer el verde pasto, las flores, los valles, los lagos a cada pisar.

Cristalia, Celestia, Almya y Asschia con sus rugidos crearon lo que conoces como montañas, montañas tan altas que se plagaban de nieve, la nieve generó ríos y esos ríos; lagos. Luego Cristalia sacudió su suave melena, dejando caer largos cabellos al ondulante pastizal creando a los primeros hombres que pisaron la tierra, pero esos hombres carecían de algo que los incentivara, carecían de sentimientos que los impulsaran a hacer grandes cosas. Por eso es que Almya, con uno de sus suspiros les dió algo inmaterial, algo totalmente nuevo, pero intocable, algo que los impulsaba a sentir, a experimentar, les dió un alma, un alma que con el paso del tiempo y gracias a la conexión con el ser humano tomó forma, tomó la forma en como el humano se sentía, era la representación de sus sentimientos, ideas, pensamientos en un ser, así los humanos y las almas, como los animales y sus almas convivieron en equidad por un tiempo.

Un tiempo que quizá duró mucho para los humanos pero para las bestias que vigilaban desde los cielos fue sólo un pestañar, en una de las 4 dimensiones, entre los 4 mundos, el desligado a Terrea, algo había despertado, lleno de resentimiento e ira, tanta que desbordaba su escencia por los poros, que fueron tomando forma, una irregular forma nunca antes vista, a esos seres se les llamó demonios.

Ese algo fue creciendo rápidamente y alimentándose de sus propios esbirros, devoraba sus cabezas, mutilaba sus cuerpos sólo por diversión y un día descidió tomar venganza, abrió sus alas y voló hasta los aposentos de las bestias, estas no lo advirtieron, así que este ser maligno tomó ventaja y con su gran cola abofeteó la espalda de Almya, la bestia de los ojos espirituales resultó tan herido que debilitó la conexión con Terrea, y abrió por un corto tiempo un paso hacia Gehenna, y así los demonios comenzaron a invadir Terrea, Almya y Asschia.

Cristalia y Celestia lograron abatir a Arghorok mientras que Almya y Asschia derrotaban a los demonios con ayuda de las almas, pero cuando Arghork fue aprisionado y los demonios derrotados... Los humanos ya habían sido corrompidos y las bestias tan débiles que tuvieron que dejar sus cuerpos inmortales para velar por el mundo y sus dimensiones ya separadas.

Los cuerpos de las bestias cayeron a la tierra formando lo que se conoce como el relieve, sus cuerpos fueron desapareciendo pero los vestigios quedaron allí, emanando poder. Uno de esos vestigios son los orbes de la equidad. Unos orbes con el mismo poder de las bestias, tan sólo pueden crear y no destruir, por eso Gehenna y Arghorok siguen de pie, siguien viviendo y anhelan devorarse todo."

Ese era el primero de los pergaminos, un tanto revelador y abrumador, pensé "si los demonios pasaron una vez, podíqn ubgresar nuevamente y corromper como separar Almya de terrea aún más".

Logré entender que las almas de los animales también viven en un mundo espiritual para ellos pero éste está ligado a Almya, por eso... Aquí en Almya puedo ver los animales extraños rondar.

Tomé un poco de té negro que la sirviente había traido, esta vez el té estaba un poco más dulce o quizá estaba ya me estaba acostumbrando al sabor, le di una mordida al pastelillo y me dispuse nuevamente a leer mi segundo y último pergamino.

"Los vestigios de los cuerpos caidos de aquellas bestias no sólo fueron los orbes de la equidad, también hubo colmillos, pelos que tomaron la forma de armas, armas mágicas que llebaban consigo el poder de controlar el elemento de la bestia correspondiente, y no sólo armas, hubo artefactos de gran poder capaz de controlat la naturaleza en si, toda la naturaleza pero esos artefactos, llamados "Cristales de la aurora" se perdieron con el tiempo con su rastro y se transformaron en leyenda. Aunque se dice que aún siguen destellando energía y al igual que las armas sagradas, llaman a los alguna vez fueron sus dueños.

Pero las bestias ancestrales no fueron las únicas en dejar su huella, Arghorok al batallar perdió muchos colmillos y pelaje, que  tocar el suelo de terria tomó forma, forma circular, esférica que se disperzaron por los aires atormentando a cada ser humano, causando pesadillas, malestares y enfermedades, estos fueron llamados "Los pedazos de pesadilla" se dice que muchas veces las reencarnaciones se vieron enfrentadas a estos que toman forma humanoide antes de su gran batalla con Arghorok, per0 3s10s s3...

Hubo una parte que no se podía leer,  había sido borrada y el rastro que quedó era complegamente incesifrable, me salté todo los borrones y llegué hasta una parte en el que el tema era completamente diferente.

El Alaska inició su travecía con las reencarnaciones que tenían la misión de encontrar sus armas para la salvación del mundo que cada vez estaba más cerca de caer en las manos de Arghorok, esta vez los orbes del destino se hallaban impotentes ante el poder del gran demonio. La batalla fue tan brutal esa vez que desde entonces fue llamado "El heraldo de la muerte"”

Como anticipé, no había nada que dijera donde se hallaba el último orbe del destino, ya no era cuestión de espera, Arghorok estaba cads vez mas cerca de entrar al portal de almas y no podíamos hacer nada más que preparar un ejército y esperar lo peor.

Bestias Ancestrales.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora