¿Aún Sigues Enamorada?

Capitulo 18

Tom.

- Me duele la cabeza, cuerpo, la garganta y los ojos.

Marcus: Tom... Tom... - me nombraba en un hilo de voz -.

Tom: Que - respondí -.

Marcus: Ayúdame... - soltó un suspiro -.

- me levanté despacio, mi cabeza estaba apunto de estallar, mi garganta ardía hasta el culo, y mis ojos dolían Demasiado.

Tom: ¿Que chingados quieres Marcus?

Marcus: Me encaje un cuchillo - se quejo -.

Tom: ¡¿Que?! - me alarme y me acerque a él -. ¡No mames Marcus, es un puto rasguño del cuchillo! - me saco un gran susto, mi corazón latía muy rápido -.

Marcus: Siento como si me fuera a morir.

Tom: ¿Porque hablas así?

Marcus: Me duele la garganta - tosia -.

Tom: Párate, iré a preparar algo.

- baje a la cocina y comencé a cocinar, Marcus se había cambiado y fue por un jarabe para la garganta. Teníamos que estar listos antes de la boda se casaban a las 7:00 pm en la iglesia y la fiesta a las 8:00 pm.

Marcus: Ayer Draco se miraba tensó - rompió el silencio mientras desayunábamos -.

Tom: Tal vez sea por la boda, ha estado muy presionado por eso...

Marcus: No creo que t/n hoy la vaya a pasar bien.

Tom: La apoyaremos - fue lo último de nuestra pequeña conversación -.

[...]

T/n.

T/n: Mi cabeza duele - sentía que estaba apunto de explotar -

T/m: ¡T/n, baja a desayunar!

T/n: ¡Ay! No griten - me quejé -.

- me levanté de cama y me bañé, solo recuerdo que ayer estaba en el auto de Tom ahora en mi cuarto. Me recordó a cuando de niña me quedaba dormida en el sillón y mis padres me cargaban hasta mi cuarto, para que estuviera más agusto.

T/p: ¿Al parecer ayer todo fue una locura!, ¿No?

T/n: ¿Que?

T/p: Pues el cómo estás, pareces mapache atropellado...

T/n: No me digas así - hice mala cara -.

T/p: Enserio, ve tus ojeras, ve tu cabello todo enredado, apuesto que hueles mal - se quería reír, pero aguanto la risa -.

T/n: ¡Papá! - me quejé -.

T/m: Dejen de pelear y desayunen.

- Mi madre me preparo algo delicioso y algo para la cruda.

T/p: oye hija - se me acercó al oído -.

T/n: ¿Qué?

T/p: ¡Te duele la cabeza! - grito en mi puro oído y yo me quejé, se alejó riendo -.

[...]

Draco.

- Estaba tan nervioso, no sabía si estaba haciendo lo correcto o no; las manos me sudaban, la frente igual, mi pierna se movía cada rato de lo nervioso, el estómago se me revolvió y las náuseas comenzaban. Sentía que me iba a desmayar... Veía todo borroso, no escuchaba nada, solo las voces como si estuvieran muy lejos de mí, aunque las tenía muy cerca.