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Junio de 2009

—Hoseok, ¿Podrías acercarte un poco más a Yoongi, por favor?

Hoseok sintió el brazo de Min Yoongi rozar el suyo mientras se acercaba a él por petición del fotógrafo.

—Eso es perfecto. Muy bien, sonrían, muchachos.

Los ojos de Hoseok fueron bombardeados con flashes de cámara. Se apretó contra Min, que parecía haber crecido un par de centímetros desde enero. A la derecha de Min estaba un defensa estadounidense gigante llamado Sullivan, quien había sido seleccionado tercero en la general.

Min había sido elegido como el primero.

Hoseok había pasado los últimos seis meses desde el Mundial Juniors estando un poco... obsesionado... con Min Yoongi. Tenían bastante en común, en cuanto a sus carreras. Ambos eran los capitanes de sus respectivos equipos y ambos habían llevado a sus equipos al campeonato esta temporada. Ambos hombres habían sido nombrados MVP de la liga y los playoffs, ambos habían sido los líderes anotadores de sus respectivas ligas. La única diferencia entre ellos era que Hoseok tenía una medalla de plata en casa y Yoongi tenía una medalla de oro.

Y ahora Hoseok había vuelto a quedar en segundo lugar. Después de una vida de ser siempre el primero en el hockey.

"Ese maldito tipo".

No fue del todo malo. Hoseok había sido seleccionado por los Gwangju Voyageurs. Encajaba bien con Hoseok, además siempre había tenido mucho respeto por los Voyageurs. Pero aun así. Ser elegido segundo apestaba.

Al drama del día se sumó el hecho de que Min había sido seleccionado por los archirrivales de Gwangju, los Daegu Bears. Hoseok sabía que su carrera ahora estaría inevitablemente ligada a la de Min. Si uno de ellos hubiera sido seleccionado por un equipo en la Conferencia Oeste, tal vez la rivalidad nunca hubiera despegado. Pero esto iba a ser intenso.

Aunque eso no significaba que Hoseok no pudiera ser cortés con Min Yoongi ahora.

—Felicitaciones —dijo, volviéndose para estrechar la mano de Yoongi cuando los fotógrafos terminaron.

Había una cierta suficiencia en la sonrisa de Yoongi cuando dijo:

—Gracias.

Yoongi no felicitó a Hoseok. En cambio, solo le dio unas palmaditas en el puto hombro, como si estuviera consolando a un niño que se había puesto de punta en las ligas menores. Hoseok se apartó bruscamente de su toque y estaba a punto de decir algo que era decididamente menos educado que "felicitaciones", pero ambos fueron inmediatamente alejados en direcciones opuestas para las entrevistas.

Hoseok no volvió a ver a Yoongi hasta que regresó al hotel. El vestíbulo estaba lleno de atléticos jóvenes en traje, pero incluso entre esa multitud, Yoongi se destacaba. Él era uno de los hombres más guapos ahí, limpio, con su traje azul marino abrazando su cuerpo, parecía un modelo GQ.

Hoseok se sintió pequeño. Había cumplido dieciocho años el mes pasado, pero se sentía como un niño. Min Yoongi también había cumplido dieciocho años. Solo un año antes.

Dato que Hoseok sabía porque estaba obsesionado con él.

Esa noche, en su habitación privada de hotel (sus orgullosos padres estaban al otro lado del pasillo), Hoseok no podía dormir.

Había sido un día agotador y, sí, había sido reclutado por la NHL. Había logrado aquello por lo que había trabajado toda su vida. Y ser elegido segundo en linea general no era un motivo para estar de mal humor.

No estaba de mal humor. Realmente no. Solo estaba... molesto. Por algo. Suspiró rodando fuera de la cama. Se puso unas sudaderas y sus zapatillas de deporte y se dirigió al gimnasio del hotel. Quizás podría cerrar su mente con algo de ejercicio.

RIVALRY [SOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora