Capitulo 07

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A la mañana siguiente, me desperté, entonces comencé a alistarme para ir a la escuela, me arregle rápido y baje a desayunar, mi madre preparo un licuado de guayaba con chocolate y había comprado mi pan favorito, la concha; terminamos y nos preparamos para salir, mientras salíamos note que Kenny también lo hacía, era la segunda vez que salía exactamente igual que nosotros, no le tome importancia y nos dirigimos a la escuela.

Cuando llegamos me despedí y camine al salón.

― ¡Hey Jame! ― dijo George llegando deprisa y golpeando mi espalda.

― Hey George.

―Espero que hoy no andes raro como ayer he― me dio unos golpes con el codo.

―No creo, ayer no sé qué me paso, tú tranquilo.

―Andas en tus días cierto― dijo en tono burlón.

― ¡Calla! ― me hizo reír.

Llegamos al salón y tomamos nuestros asientos.

― ¡Oye! anda mira esto― dijo mostrándome en su celular unas imágenes de mujeres.

― ¡George! porque traes eso― dije desconcertado.

―Anda, dime que no están hermosas.

―Pues son lindas.

―Solo eso.

―Pues si eso creo.

―No juegues si son las mejores mujeres con grandes pechos y mira ese trasero― dijo mordiéndose los labios.

―Pues si son atractivas.

―Anda te las paso.

Saque mi celular y me paso unas cinco imágenes, la verdad no las quería pero no deseaba quedar mal con él, aparte ¿Por qué no? si eran chicas, además atractivas; el día fue normal, mi corazón esta vez no jugó conmigo, entonces pensé que lo de ayer fue solo pasajero y no había nada extraño en mí, mi madre me recogió y nos dirigimos a casa; entre y subí a mi cuarto, me senté en la cama y comencé a cambiarme de ropa, me puse unos jeans blancos y una playera negra con letras de colores, además mis blancos converse, de pronto escuche la voz de Kenny.

― ¡Hey Jame!, ¿Estás ahí?

Fui a la ventana y ahí estaba él asomándose.

― Hola, ¿Cómo estás?

―Eh hola, bien gracias―, dije confundido― ¿Qué pasa?

―No sé, me preguntaba que estabas haciendo.

―Eh, pues ahora nada acabo de llegar.

―Si lo noté, ¿Entonces no haces nada?

―Mmm no.

―Bueno, ¿entonces podrías ayudarme con algo?

―Claro, ¿Qué necesitas?

―Necesito estudiar un guion de una obra, podrías ayudarme con uno de los personajes, es que yo solo no podría.

―Está bien, ¿Quieres que vaya o vienes?

―Yo voy, espera― dijo cerrando la ventana y corriendo hacia la puerta.

Lo vi salir de su casa, me apresure a bajar para abrir la puerta y subimos a mi cuarto.

―Bien, ¿De qué guion se trata?

―Es la obra de Romeo y Julieta.

― ¿Y quieres que te ayude con Julieta? ― dije levantando una ceja.

―Pues sí.

―No juegues― me reí.

― ¿Qué?, bueno, pues mi amiga no pudo hoy y la verdad necesito ensayarla, ¿Podrías? ― me dijo en un tono serio.

―Mmm, pues es un guion de mujer.

―Tu solo léelo, déjame actuar a mí nada más.

―Bueno, a ver qué tal sale.

Comencé a leer, la verdad no iba a cambiar la voz para leerlo como chica, así que lo leí normalmente.

Jame ― ¿Cómo has llegado hasta aquí y para qué? Las paredes de esta puerta son altas y difíciles de escalar.

Kenny ―Las paredes salté con las alas que me dio el amor, ante quien no resisten aun los muros de roca. Ni siquiera a tus parientes temo.

Jame ―Si te encuentran, te matarán.

Kenny ― Más homicidas son tus ojos, diosa mía, que las espadas de veinte parientes tuyos...

Mientras leíamos, las palabras que me mencionaba hacían que mi corazón latiese deprisa, aunque sabía que era un guion y que Kenny era hombre, empezaba a sonrojarme, no sabía porque su voz me hacía temblar, no dejaba de ver sus labios al moverse y soltar esas palabras que recitaban amor, de pronto vino a mi mente su cuerpo, ese abdomen y espalda marcados, en un instante quede totalmente estático mirando su rostro.

― ¿Jame?, sigues.

― ¿Qué? ― dije parpadeando.

― Sigues, andas perdido.

―Perdona es que... no nada olvídalo.

―Bien, anda continua.

― Sí, ¿Dónde vamos?... ha sí, oh romeo...

Duramos un buen rato, leyendo su guion, la verdad creo que mucho tiempo, hasta pienso que me sé la historia de memoria; cuando terminamos, ya era de noche y mi madre ya había regresado de la florería, no note cuando salió pero ya había regresado e invito a Kenny a cenar.

—Anda, quédate a cenar, hice pan de nata— dijo mi mamá tratando de convencerlo.

―No gracias señora tengo que regresar a casa, mi madre me ha de estar esperando con la cena.

—Bueno, mira ten un trozo para que lo comas en casa y le des también a tu mamá.

―Muchas gracias señora, enserio.

Lo lleve a la puerta.

― Gracias Jame, te debo una, descansa.

―Sale, igual descansa.

Cerré la puerta y me dirigí al comedor para cenar; al terminar le di las gracias a mi madre y subí a mi cuarto, llegue a mi cama y me recosté, no sé porque pero sonreí al pensar en Kenny mencionando todas es frase de amor en frente de mí, pero más que nada pensaba el por qué sonreía y mi corazón latía de esa manera si él estaba cerca, entonces me dirigí a la ventana para asomarme, ahí estaba él, lo podría ver sentado en su cama con unas hojas.

―Seguro son las hojas del guion― pensé.

Volví a sonreír como tonto al verlo que se cambiaba por su pijama, de nuevo lo vi sin playera.

―Rayos― me dije.

Su cuerpo era hermoso, aunque esta vez también lo vi en calzoncillos, de pronto mi pene se alzó, lo seguí observando hasta que apago la luz y se acostó en su cama, mi pene estaba totalmente alzado y ese pensamiento me recorría la mente, él tenía algo que los demás no, apagué la luz de mi cuarto y me acosté en la cama aun erecto, entonces mi mente genero una loca fantasía y comencé a masturbarme, pensaba en Kenny tocándome y besando mi cuerpo, podía imaginar la sensación que provocaban sus suaves manos en mi pecho que lentamente se deslizaban a mi pene, sentía como lo tomaban y acariciaban, podía imaginar su boca sobre él y su lengua deslizar sensualmente de un lado a otro, entonces el clímax llego, solté un gemido y mi abdomen se cubrió de semen, no podía creer que me masturbara pensando en eso y más que nada en él haciendo eso,

―Estoy loco―dije mientras me limpiaba.

Exhausto y un poco sucio la cama me llamó y terminé dormido.

Susurros al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora