Capítulo 11

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No podía creerlo había entrado al local mi ex novia Valery, hace un año que no la veía después de que se había mudado por el trabajo de su padre, tenía el cabello rubio, era delgada y tenía un cuerpo muy hermoso, sus ojos eran color azul claro casi como el mismo cielo, llevaba una falda blanca con tablones de una tonalidad rosa pastel, una playera rosa pastel cubierta por un suéter color crema y unos converse blancos, seguía siendo tal y como la recordaba, pero esta vez no sentía lo mismo por ella.

―Va... Valery― dije tartamudeando.

― Hola Jame.

—Hola Valery que milagro, ¿Cómo has estado?— dijo mi madre saludándola.

―Hola señora si lo sé, bien gracias ¿Y usted?

—Bien, aquí trabajando como vez, bueno les dejo iré a limpiar los cristales de la entrada.

Me miro pícaramente y salió con una cubeta.

― ¿Y bien cómo estás? ― preguntó

―Bien gracias, ¿Y que haciendo por estos rumbos? ¿Vienes a visitar a algún familiar?

―Pues sí y no.

―Eh― dije confundió.

―Pues vengo de visita pero no con un familiar, venía a verte a ti.

―Oh, ¿Y vienes sola? ― no sabía que decir.

―No, vengo con mi madre, andábamos por aquí cerca y pues le dije que si podía venir a verte y me dijo que si, entonces está esperándome.

―Oh, pues qué bien.

―Oye quieres salir conmigo mañana al parque, ese donde tú sabes.

―Si porque no― rayos en verdad no quería ir a ese parque pero no quería estar en mi casa después de clases.

―Ok entonces a las cuatro nos vemos en la banca blanca― me dio un beso en la mejilla y se retiró sonriendo.

―Va adiós― salió del local y mi madre entro con esa sonrisa que me ponía todo sonrojado ― Ya cerramos ― le dije y ella asintió.

Llegando a casa, subí a mi cuarto, lo primero que hice fue cerrar la ventana y cubrirla con la cortina, luego me acosté en la cama, jugué un poco con mi celular y escuche la voz de Kenny gritando al otro extremo de mi ventana, no quería hablarme pues no le haría caso, lo ignore hasta que deje de oír su voz, me levante y me asome por la ventana, logre ver a Kenny recargado en la suya, mirando hacia abajo, note que de sus ojos salían lagrimas que caían en el pasto, cielos estaba llorando por mí, sentí un apretón fuerte en mi pecho, abrí la ventana y el alzo la mirada rápidamente, secándose las lágrimas cerro la ventana, creo que no deseaba que lo viese de esa manera pero no me importaba quería verlo, me decidí y baje, salí de mi casa y me dirigía a la suya, toque la puerta.

— Hola Jame a que debo el gusto— dijo su mamá abriendo la puerta.

―Hola señora venía a ver a Kenny, ¿Se puede?

—Claro pasa, él no ha salido del cuarto todo el día excepto para comer.

Subí las escaleras y me encontraba afuera de su cuarto, mi corazón latía apresurado, suspiré y toque a la puerta.

―Kenny, soy Jame ¿Puedo entrar? ― Escuche los pasos apresurados de Kenny dirigirse hasta la puerta y bloquearla con su cuerpo― Kenny habré.

―Que haces aquí te dije que no quería hablar contigo― podía oírlo llorar.

―Lose pero no fuiste tú el que me hablo en primera ― se escuchó un silencio y unos pasos lentos ― ¿Puedo?

Como no dijo nada decidí abrir la puerta muy lentamente, adentrándome en su habitación, lo vi sentado en la orilla de su cama con las manos en el rostro, tenía un short negro y una camisa blanca, estaba descalzo y despeinado, me acerque a él a no más de un metro.

Susurros al CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora