CAPÍTULO 8 Danza verbal

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Capítulo de mierda, ayer lo subí por accidente y, por desesperado, lo borré en vez de anular la publicación y tuve que volver a escribirlo, ya había avanzado una buena parte.
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Narra Eduardo

(12:03 PM)

Luego de terminar de llevar todas las cajas, Gidkho me dijo que abriría un par al interior de su cuarto, no me dijo que cosas habían dentro exactamente, solo unas cosas comunes que podrían ser adornos para el hogar u otro tipo de cosas por las que no mostré mucho interés en saber, y que luego, al medio día, iríamos a comer como él me lo dijo antes de subir todo.

Ya había llegado el medio día y yo estaba con mi camisa azul porque muy pronto iba a salir a comer con él, solo faltaba que me dijera que ya era momento de ir pero yo no estaba impaciente por comenzar, principalmente porque me acostumbré a esperar y ser algo paciente.

Gidkho:Señor Eduardo, ahora está bien... no interrumpo nada, ¿Verdad?

Eduardo:No, nada.

Estando esperando mirando al exterior por la ventana, solo debía darme la vuelta, caminar hacia la puerta y abrirla para ver a Gidkho del otro lado, sin nada puesto.
Tampoco esperaba que de pusiera algo como yo lo hice, quizá solo se sentía más cómodo estando así.

Gidkho:Vamos.

Él se adelantó al caminar y yo lo seguí pero no sin antes cerrar con llave la puerta de mi habitación al momento de salir, Gidkho me vió hacerlo y se detuvo un momento a esperar a que terminara y cuando finalicé y me dirigía hacia él, siguió caminando conmigo detrás de él, bajando las gradas hasta llegar al primer piso del edificio.

Al llegar y salir al exterior por la entrada, nos dirigimos a su camioneta porque el lugar al que íbamos, aunque no se encontraba a una gran distancia, Gidkho prefirió conducir hasta allí y yo también lo prefería antes que caminar.
Él fue al asiento del conductor, naturalmente, mientras que yo me sentiría al lado de él.
Y antes de que encendiera su camioneta, se aseguró de algo.

Gidkho:¿No olvidas nada?

Eduardo:No tengo mucho que olvidar.

Ya con ese asunto cubierto, Gidkho procedió a encender con las llaves de su camioneta... que dejó dentro del vehículo, no sé si lo haya hecho a propósito o si olvidó sacarlas pero no fue seguro hacerlo.
No le dije lo que pensaba porque no quería ponerlo incómodo.

(12:07 PM)

No hubo ningún tipo conversación durante el viaje, cosa que me sorprendió un poco pero que decidí no darle importancia.

Al momento de llegar a nuestro destino, Gidkho estacionó su vehículo en frente del pequeño restaurante y, seguidamente, apagó el motor de su camioneta y decidió hablarar después de cuatro minutos de un callado viaje.

Gidkho:Ese es el lugar, no es un restaurante lujoso para nada pero la comida es deliciosa, que es lo más importante.

Eduardo:No te preocupes.

Los dos salimos del vehículo a la vez y fuimos a la puerta principal del lugar pero antes de pudiéramos entrar, Gidkho hizo una pausa.

Gidkho:¿Sabes cómo conocí este lugar? Mis padres solían traerme aquí los fines de semana, pero dejaron de hacerlo cuando dejé de ser un niño.

Entonces, aún mirando el restaurante, movió su garra a un lado de su estómago como si buscara algo haciendo que me pregunte qué es lo que hacía y por qué, pero al oír lo que diría después comprendería su acción.

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