Narra Eduardo
(17:21 PM)
Me parece demasiado raro que Gidkho no haya venido a conversar conmigo o a decirme algo en todo el día, y dudo que sea por algo de ayer cuando salimos.
Pero debe tener sus motivos o quizá está ocupado haciendo algo, lo vi salir sólo en la mañana, ni siquiera me dijo que lo hacía como creía que lo haría.
Si no me lo dijo es porque debe ser algo personal, algo en lo que no debería entrometerme.
No obstante, si Gidkho estuviera en mi lugar sí lo haría, preguntaría qué es lo que pasa.Pensaba en anotar parte del día de ayer en mi diario, ver si faltaba alguna cosa por clasificar o poner en su lugar, llamar a Rey o a Sinec o lo que sea.
Pero lo único para lo que tenía ganas era para tomar mi diario y anotar algo de lo de ayer en él.
Dejé de mirar el cielo a través de la ventana, di media vuelta y estuve en camino a tomar mi diario, cuando de repente alguien tocó la puerta de mi habitación y pregunté sin detenerme.Eduardo:¿Sí?
Gidkho:Soy yo, Eduardo, tu vecino, no un asaltante.
Ya había llegado a tomar mi diario pero me centré más en Gidkho en lo que quería.
Eduardo:¿Qué necesitas?
Gidkho:Saber si estas ocupado o no, si tienes algo que hacer o si tienes el resto del día sin nada por hacer.
Creo que quiere salir otra vez, pero prefiero estar seguro antes de pensarlo.
Eduardo:No estoy ocupado, Gidkho, ¿Qué quieres de mí?
Gidkho:Qué me acompañes a un lugar.
Lo sabía.
Gidkho:Pero no a cualquier lugar, habló de algo muy bueno y que podría resultar nostálgico para ti, te tengo una gran sorpresa y estoy muy emocionado por ver la reacción que tendrás cuando veas de qué se trata.
Es la primera vez que Gidkho me prepara una sorpresa, se le oye impaciente y evidentemente emocionado.
Logró contagiarme una parte de sus emociones, como nadie había hecho eso nunca que hasta mi rostro formó una pequeña mueca de felicidad y acepté ir con él sin preguntarme internamente qué era.Eduardo:Oh, qué bien, te lo agradezco Gidkho, en un momento bajo, tú espérame dentro de tu camioneta, ¿De acuerdo?
Gidkho:Desde luego, amigo, sabía que te interesaría, te veo abajo.
Oí que se alejó de la puerta y de marchó a su camioneta para esperarme como yo se lo pedí.
No era tan necesario el tiempo que le pedí, solo sentía que necesitaba un momento pasa asimilarlo.
Revisé mi habitación para asegurarme de que todo estuviera en orden antes de irme, aún después de haberlo hecho minutos antes, tomé únicamente mi camisa azul y mi llavero y después empecé a ponerme de manera un poco apresurada la prenda que tomé.
Luego de terminar con aquello salí de mi habitación y la cerré con llave para, justo después, guardarla en uno de los bolsillos de mi camisa mientras caminaba por el pasillo hacia las escaleras.
Cuando llegué hasta abajo y antes de salir al exterior, me topé con la señorita Lucila entrando a su habitación pero la saludé antes de que lo hiciera.Eduardo:Buenas tardes, señorita Lucila.
Dirigió su mirada hacia mí y me saludó también.
Lucila:Buenas tardes, señor Eduardo, veo que va a salir de nuevo.
Eduardo:Sí, así es, Gidkho me tiene una sorpresa y pues tengo curiosidad por saber en qué resulta.
Lucila:Entonces es por eso, lo saludé cuando pasó por aquí hace un momento pero parecía estar tan apresurado y entusiasmado que me devolvió el saludo aún corriendo.
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Profundo
Fiksi Penggemar¿Qué pasaría si tuvieras que confrontar a aquello de lo que siempre has estado huyendo por un gran temor? Eduardo Grenet Cogh, maestro de literatura de un colegio tan común como es él o como aparenta, no está claro, Swampert adulto que tuvo unos bue...