Chapter 9- El Cáliz de Fuego

70 13 9
                                    

Octubre de 1994

Al día siguiente Hermione me despierta inusualmente temprano para ser sábado, si hubiera sido cualquier otro día seguramente la hubiera aventado por la ventana de nuestro dormitorio, pero debido a que la emoción de la noche anterior sigue corriendo por mis venas, decido pasarlo por alto y arreglarme con rapidez. Cuando ambas bajamos a la sala común, nos encontramos con Ron y Harry, y los cuatros bajamos con rapidez al Gran Salón.

Una vez dentro nos ubicamos en la mesa de Gryffindor, notamos que muchos chicos también habían despertado temprano y ya se encontraban ahí, algunos desayunando y otros contemplando el cáliz de fuego que se hallaba en el vestíbulo, encima del taburete sobre el que ponían el sombrero seleccionador. En el suelo, a su alrededor se podía visualizar una fina línea de color dorado que formaba un circulo de tres metros de radio.

— ¿Ya ha dejado alguien su nombre? —pregunta Ron algo nervioso a una chica de tercero.

—Todos los de Durmstrang. —le contesta ella. —Pero de momento no he visto a ninguno de Hogwarts.

—Vamos, tiene que haber algún valiente que ya lo haya dejado. No podemos ser un colegio de cobardes. —digo.

—Seguro que lo hicieron ayer después de que los demás nos acostamos. — dice Harry. — Yo lo habría hecho así si me fuera a presentar: preferiría que no me viera nadie. ¿Y si el cáliz te manda a freír espárragos?

Yo asiento con la cabeza, de acuerdo con las palabras de Harry. De pronto siento que alguien toma asiento a mi lado, me giro hacia esa persona y me topo con la sonrisa tímida de Neville.

Una sonrisa inmediata se forma en mi rostro. —Hola, Nev.

—Buenos días, Rosi. — me responde mientras toma una tostada. — ¿Ya trataste de meter tu nombre en el cáliz?

Suelto una carcajada seca. — ¿Yo? ¡Por favor, Neville! Puede parecer que no, pero en realidad tengo mucho sentido común. Ni loca podría meterme al torneo.

Él asiente con una sonrisa. —Hannah me comento que Cedric Diggory quería poner su nombre en el cáliz.

Siento mi sonrisa flaquear al escuchar en nombre de la rubia, pero aun así actúo como si no me afectara en lo absoluto.

—Sí, escuche unos rumores también. Hablando de ella, has pasado mucho tiempo con Hannah, ¿no es así? —le pregunto, tratando de sonar casual.

Neville se encoge de hombros y un leve tono rosado pinta sus mejillas. —Un poco.

—Te vi desayunando con ella en la mesa de Hufflepuff el otro día.

—Sí, ambos ayudamos a la profesora Sprout los sábados, teníamos unos temas que discutir antes de ir a clases, y a ella le pareció buena idea que nos sentáramos juntos.

Asiento mientras tomo un poco de zumo de naranja. —Por cierto, ¿Cómo van las cosas en los invernaderos? Escuché que tenían un tipo de planta nuevo.

Sus ojos se iluminan, lo cual sucede siempre que habla de un tema que le apasiona. — ¡Si! Tenemos un par de Mimbulus mimbletonia, son realmente raros de encontrar. Siempre había querido ver uno de cerca y estudiarlo, la profesora Sprout nos deja que Hannah y yo lo estudiemos cada que queramos. 

—Suena muy interesante. —le respondo, mi sonrisa se hace más grande al verlo tan entusiasmado hablando sobre Herbología. — Me gustaría mucho ir a verlos.

— ¿De verdad? —pregunta emocionado, yo asiento. —Iríamos ahorita, pero tengo que ayudar a la profesora Sprout con las mandrágoras, ya sabes que siempre las cultiva con los niños de primero. Pero, podríamos ir después de la comida, yo mismo te los enseñare y te explicare más sobre ellos. ¿Te parece bien?

More than friends| Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora