Chapter 13- El baile de Navidad

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Diciembre de 1994

Suelto una carcajada al ver la cara de frustración de Hermione mientras preparo una tercera poción alisadora. Ella me lanza una mirada fulminante a través del espejo del tocador.

— ¡No te burles, Rosalíe Weasley! —gruñe con clara molestia.

Ruedo los ojos socarrona.

—Es la tercera poción alisadora que utilizas— le recuerdo. — Y el volumen de tu cabello apenas ha disminuido un poco.

— ¡Ya lo sé! —exclama frustrada. —Así que me vendría bien tu ayuda haciendo una cuarta...y una quinta también.

Con un gruñido me levanto del sofá donde estaba sentada, y camino hacia la mesa donde mi amiga prepara las pociones para hacer que su cabello sea más lacio y manejable. Son las siete de la tarde, y las dos llevamos dos horas alistándonos en una linda sala con tocadores, enormes sillones y todos los artículos necesarios para poder arreglarnos adecuadamente, Hermione la encontró por accidente en la mañana del día de hoy mientras recorría los pasillos del séptimo piso.

Mi amiga se toma la bebida de un trago, e inmediatamente su cabello cambia de apariencia a una más lisa, me rio al ver la mueca de asco que hace, el sabor de la poción es horrorosa. Afortunadamente yo solo necesite beberla una vez.

—Me gusta tu maquillaje. —me dice observando mi rostro detenidamente. —Ese color te sienta muy bien.

—Gracias, mamá me mando instrucciones muy claras de cómo utilizarlo. —le digo, terminando de preparar la quinta poción. —Cuando terminemos con esto te ayudare con el tuyo.

Hermione me agradece antes de beber la última poción, dando como resultado un cabello sedoso y manejable. Sonríe orgullosa mientras se pasa las manos por él.

—Te ves asombrosa. —le digo como cumplido, ella se sonroja un poco y luego sacude la mano restándole importancia.

Después de maquillarla (donde obtuve muchas quejas de su parte, pues creía que terminaría sacándole un ojo), ambas nos enfundamos en nuestros respectivos vestidos. Suelto un suspiro sonriente al ver mí reflejo en el espejo.

No es por presumir, pero soy un bombón.

Paso las manos por mi vestido, es de un muy claro color cielo con un bellísimo corset de finos bordados que se ajusta perfectamente a mi pecho y cintura, y se sujeta a la altura de mis hombros con dos lindos moños de velo y luego cae con un delicado vuelo hasta mis pies.

Mi cabello cae en una larga cascada en mi espalda, lo llevo alisado con unas cuantas ondas en las puntas y unos finos broches dorados lo adornan, el pálido celeste del vestido lo hace resaltar en gran manera y se ve más rojo de lo que ya es. En cuanto a mi rostro, tengo las mejillas con un poco de rubor, mis labios se encuentran rojos y resaltan mi piel clara, debido a que me puse muy poca base de maquillaje, mis pecas se siguen viendo si se acercan lo suficiente. Y por último mis ojos lucen un poco más verdes de lo normal debido a las sombras doradas que decoran mis párpados.

Sonrió orgullosa a mi reflejo echándome un último vistazo para comprobar que todo este perfecto.

Me vuelvo en dirección a Hermione, y cuando la veo suelto una exclamación que la hace sonrojarse un poco.

— ¡Te ves increíble! —le digo, porque es cierto.

Su vestido es de un lindo color rosado con delicados holanes, su cabello está recogido en un elegante moño. Incluso su porte parece haber cambiado, aunque en parte se debe a la ausencia de la veintena de libros que suele cargar a la espalda. Hermione tiene una sonrisa nerviosa en su rostro, haciendo más evidente que nunca la disminución del tamaño de sus incisivos que tuvo hace unas semanas.

More than friends| Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora