Chapter 21- Pecas que brillan, y abuelas que interrumpen

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1996

—Me veo asombrosa. —digo sin dudar, observando mi reflejo en el espejo del viejo y húmedo dormitorio. —Ustedes también creen que me veo asombrosa, ¿verdad?

Ambos sueltan un gruñido, parecido a un "ajá" desganado.

— ¿Debería dejarme el cabello suelto, o lo sujeto en una cola de cabello?

El gruñido vuelve, pero esta vez no logro comprenderlo.

—Hablen más alto, no los escucho. —los regaño, dándoles una mala mirada a través del espejo.

— ¿Ya nos podemos ir? —pregunta Ron entre dientes, dejándose caer hacia atrás en la cama.

—Ni siquiera sé porque estamos aquí. —responde Harry, se encuentra sentado junto a Ron, apoyado en su puño izquierdo. —Si quieres consejos de moda pregúntale a Hermione y a Ginny.

—Pero ellas siempre dirán que me veo asombrosa con todo. —les explico, inclinándome un poco para poner una base del brillo labial. — Y claro que lo hago, pero necesito un poco más de honestidad.

Ron suelta un gruñido, pasándose la mano por el rostro antes de incorporarse.

—De acuerdo, ¿quieres honestidad? —pregunta desesperado, yo asiento. —La falda blanca te hace ver las piernas muy delgadas y pálidas, el pantalón negro te queda mejor y hace lucir tu cabello.

Una sonrisa se planta en mi rostro, feliz de que por fin decida cooperar.

Harry niega con la cabeza, luciendo pensativo.

—Yo creo que la falda blanca le queda bien. —dice rascándose la barbilla. —Pero quizá con otra blusa.

—El pantalón le queda mejor. — le contesta Ron, mirándolo con mala cara. —Mira como de pálidas se le ven las piernas.

—Pero sus pantorrillas se lucen muy bien. —alega Harry, señalando esa parte de mi cuerpo con las manos.

Ron sigue igual de insatisfecho, y niega con la cabeza.

—Pruébate el pantalón negro de nuevo. — dice poniéndose de pie para ir por la prenda.

Yo obedezco y cambio mi falda por el pantalón. En cuanto vuelvo a la habitación, los dos asienten con la cabeza, luciendo satisfechos.

—Te dije que le quedaba mejor. —le reclama Ron a Harry, sonriendo con superioridad.

—Pero la blusa no le va. —dice el azabache, dándole un pequeño golpe a mi mellizo en el brazo. —Creo que la celeste se vería mejor.

— ¿La celeste con o sin holanes? —pregunta Ron, señalando ambas prendas que descansan sobre el sofá.

—Sin holanes quedaría me...

— ¡Tú no opines! —exclaman ambos al mismo tiempo, interrumpiéndome.

Suelto un bufido, cruzándome de brazos.

—Definitivamente sin holanes. —dice Harry. Ron asiente de acuerdo, me lanza la blusa y me obliga a cambiarme.

Me coloco en frente al espejo de nuevo, analizando el atuendo que mi hermano y su amigo han planeado.

—Somos muy buenos en esto. — dice Ron, poniéndose de pie para salir del dormitorio.

— ¿Hay carrera sobre esto en el mundo mágico? — escucho que pregunta Harry antes de perderse por el pasillo.

Tengo que admitir que no lo hicieron mal, el pantalón es negro y ceñido aunque no tanto; lo compre en las dos semanas que pase con Hermione en Londres y según mi amiga es la última moda en el mundo muggle. En cuanto a la blusa, fue un regalo por parte de Bill en mi anterior cumpleaños, la he usado muy pocas veces pues estaba esperando una ocasión especial.

More than friends| Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora