Chapter 34- Sucesos Dolorosos

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1996

La llegada de diciembre trae consigo mucha más nieve y un verdadero alud de deberes para todos nosotros. Afortunadamente me viene bien tener la mente ocupada en cualquier cosa que no sea mis desgracias amorosas, por lo que me enfoco en terminar todas las tareas a tiempo, encontrar los reemplazos para Harry, Fred y George en el equipo de Quidditch y planear las perfectas vacaciones de invierno en la madriguera.

—No, no, George. —niego por doceava vez en los últimos tres minutos. Mi hermano mayor me persigue por los pasillos desde que termine por hoy el entrenamiento de Quidditch. —No puedes invitar a tu ligue a la cena navideña.

George lanza un bufido.

—Pero has permitido que Fred invite a Ophelia. —me reclama, plantándose frente a mí con cara de indignación. — ¿Por qué yo no puedo invitar a Mía?

Lo miro de mala manera, me está comenzando a cansar.

—Porque solo quieres invitarla para cogértela en el cuarto de Percy. —contesto haciendo una mueca de asco. La sola idea de imaginarme a George y su más reciente ligue amoroso haciendo cosas sexuales en la cama me provoca nauseas. —Además, Fred no invito a Ophelia, yo lo hice.

Mi hermano suelta una carcajada.

—Sí, y a él le vino de perlas.

—Pues fíjate que no. —le aclaro levantando la barbilla con superioridad. —Estaba muy molesto cuando le dije que la invité.

— ¡Pues claro que va a estar molesto, si invitaste a Lunática Lovegood también!

Me giro hacia él con los labios y ceño fruncidos. En las últimas semanas mi relación con Ophelia y Luna se han estrechado hasta el punto que las considero unas de mis mejores amigas, y me pone furiosa que las personas sean groseras con alguna de ellas.

En especial con Luna, ella es demasiado buena para este mundo.

—No te atrevas a volver a hablar así de mi amiga. Mía no irá y punto. —zanjo del tema.

Después de lanzarle una mirada declarando que si me vuelve a insistir le voy a lanzar un encantamiento silenciador, retomo mi camino hacia la sala de Menesteres. Hoy es la última reunión del ED antes de las vacaciones y estoy verdaderamente emocionada por ver lo que sea que Harry nos enseñe en esta ocasión. Junto con el Quidditch y los deberes, las reuniones del ED han sido otra de mis maneras de escape para evitar pensar en Neville.

Y en los rumores que circulan sobre su reciente relación con Hannah Abbott.

Solo de pensar en eso me provoca ganas de llorar, algo que he hecho con más frecuencia de lo que me gustaría admitir, pero que afortunadamente Hermione me ha visto hacerlo.

Los rumores llegaron a mí a principio de la semana, primero fue en una plática de dos chicas de Hufflepuff que escuche durante la clase de Herbología, después de un rápido comentario que Lavender soltó cuando pensó que yo no estaba presente, y el más reciente fue la conversación que tuvieron Seamus, Dean y Neville en la sala común donde mis amigos lo regañaban por ser un idiota y apresurar las cosas.

Quiero fingir que no me importa, que lo he superado. Pero, ¿Cómo se supera al que consideras el amor de tu vida?

—Lee sigue esperando su invitación a la cena navideña. —la voz de George me trae de vuelta a la realidad.

Le doy una rápida mirada de soslayo. No sé por qué me sorprende que mi hermano saque a colación el tema de Lee, las últimas semanas parece que a ese chico lo encuentro hasta en el escusado.

More than friends| Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora