Chapter 20- El inicio de un no muy buen año

89 11 4
                                    

1996

— ¡Ron! — grito con todas mis fuerzas.

No hay respuesta.

— ¡Ron! ¡Ven rápido! —mis gritos retumban contra las ventanas de la habitación. — ¡Ron es una emergencia!

Sigue sin haber respuesta.

¡Ron! ¡Ayúdame, por favor! ¡Es urgente! 

Escucho pasos rápidos por las escaleras, y después en el pasillo, lo que me hace asumir que mi hermano ha escuchado mis llamados. Unos instantes después, Ron entra por el marco de la puerta luciendo agitado, tiene el cabello desordenado y usa únicamente sus calzoncillos con figuras de snitches doradas. Tiene un jarrón en las manos.

— ¿Qué paso? ¿Quién te está atacando? —pregunta asustado, batiendo el jarrón en todas las direcciones posibles.

—Nadie me está atacando. —le digo tranquilamente.

Observo mi pálido reflejo en el espejo de gran tamaño que se encuentra en la habitación que comparto con Ginny y Hermione en el número 12 de Grimmauld Place. Me corté un poco el cabello durante las semanas que pasé con Hermione en Londres Muggle, ahora me llega a altura del pecho, mi rostro adelgazo un poco y ahora mis pómulos lucen más marcados, así como también mi nariz se afino un poco más.

— ¿Crees que mi trasero creció durante el verano? — le pregunto, girando un poco para observarlo mejor. —Mis pechos siguen igual de pequeños, pero la cintura se me marco un poco más...y creo que mi trasero creció, pero no estoy segura. ¿Tú qué opinas?

Por el reflejo del espejo puedo ver perfectamente el rostro de mi hermano, bajo el jarrón floreado que tiene en las manos y me mira como si estuviera a dos segundos de asesinarme.

—Me gritaste con desesperación, como si te estuvieran asesinando, haciendo que viniera hasta aquí sin darme tiempo a ponerme un pantalón... ¿Solo para que viera tu asqueroso trasero?

Me encojo de hombros.

— ¿Entonces crees que creció? —pregunto, ignorando el reproche en su voz.

Ron toma un largo suspiro, cierra los ojos por un segundo y al abrirlos me mira con furia contenida. Apenas tengo tiempo de parpadear cuando él se lanza encima, batiendo el jarrón hacia mí. Suelta un gruñido, parecido a un grito de guerra.

Un grito agudo se me escapa y retumba en las paredes del segundo piso, mientras me cubro la cabeza con los brazos y me agacho en mi lugar.

— ¡Ron, no asesines a tu hermana! —la voz de mi madre nos llega desde el pasillo.

Ron finge no escucharla mientras golpea levemente el jarrón contra la parte superior de mi cabeza, aquella que mis brazos no cubren. Apenas es un golpe seco, y con muy poca fuerza, pero es suficiente para que duela. Levanto la mirada y lo fulmino.

—Y para que sepas tu trasero sigue igual de plano. —dice con amargura.

Deja el jarrón en una mesita cerca de la puerta, y abandona la habitación.

— ¡Ronald Weasley! ¡¿Qué haces en ropa interior por la casa!? —los gritos escandalizados de mi madre llegan a mis oídos y sonrió maliciosa.

— ¡Ron que asco puedo ver tu trasero! —esta vez Ginny es la que se queja.

Mi mellizo suelta un gruñido mientras sube las escaleras con pasos sonoros.

— ¡Esta no es nuestra casa para que andes desnudo por los pasillos, Ronald! ¡Hay chicas aquí que no quieren ver tu flacucho trasero! ¡Hermione está aquí, Ronald! —continua riñéndolo.

More than friends| Neville LongbottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora