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—¿Está todo bien? —preguntó Dream como si ya no supiera que estaban por despedirlo.

—Dream, eres un gran mayordomo. Siempre estás para nosotros. Eres muy bueno en prácticamente todo. Eres el claro sucesor de tu padre e incluso podría decir que eres igual a él en lo que consta del trabajo —comenzó a decir la reina.

Ya sabía lo que iba a pasar. Después de decir cosas buenas dirían lo malo y Dream estaba listo para aceptarlo.

—Gracias.

—Es una lástima que todo ese esfuerzo que has mostrado tenga que verse manchado con tu... atracción hacia mi hijo. Yo de verdad respeto los gustos de las personas, pero creo que hay límites.

—Lo entiendo.

—Si prometes olvidarte de esas ideas raras te dejaré quedarte con el empleo o en caso contrario estás despedido.

Dream miró a George que estaba distraído mirando sus uñas y luego volvió la vista a la reina, seguida también por la del rey. Era una decisión difícil. El negarse a sí mismo para conservar un trabajo o tener que aceptarse, pero sin tener el trabajo.

—Gracias por todo, pero he tardado mucho tiempo descubriendo quien soy para ocultarme de nuevo. Con su permiso me voy retirar.

Dream hizo una reverencia por respeto y se da la vuelta para marcharse.

—¡Espera! —lo llama George.

Los ojos de Dream se iluminan por un momento. ¿George quería que se quedara?

—Antes de irte, ¿puedes traerme un vaso de agua?

—¡George! —lo regaña su madre.

—¿Qué?

—No se preocupe, ya se lo traigo.

Al menos tendría una pequeña y última interacción con George.

...

—¿¡Qué hiciste qué!? —exclamó su prima horrorizada.

—¡¡Tú me dijiste que les dijera la verdad y yo te hice caso!!

—¡Porque pensé que no conservarías tu trabajo!

—¡¡Se más específica a la próxima!!

—¿Ahora qué vas a hacer?

—¿A qué te refieres?

—Estás desempleado.

—Encontraré trabajo fácil, no será como en el palacio, pero trabajo es trabajo.

...

Había pasado tan solo una semana desde que despidieron a Dream y en su interior muy dentro suyo George lo extrañaba un poco, o al menos no se acostumbraba a su ausencia.

El palacio se sentía muy vacío sin oír todo el tiempo la voz de Dream leyendo en voz alta un libro o cuando le contaba un dato curioso que poco le importaba o las veces que tarareaba alguna canción por los pasillos cuando creía que estaba solo, pero a veces había una sirvienta pasando por allí que no tardaba en quedar enamorada de su voz. Dream era el hombre que cualquier mujer pudiera desear, pero una lástima que no todos los hombres lo desearan de la misma forma.

El nuevo mayordomo era mucho más exigente, más estricto, más callado y muchísimo más reservado que Dream. Eso hacía que extrañara mucho más a Dream.

Príncipe George [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora