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—Príncipe George, sus padres lo están esperando abajo. Dicen que se apresure.

—¡Dígales que se vayan a la mierda porque yo no pienso ir a ningún lugar así!

—Les comunicaré que ya está casi listo.

Escucha los pasos alejarse y empieza a jalar su ropa tratando de alargarla. Se quita sus zapatos y los tira a su suerte. Quita algunos accesorios e incluso rompe la tela.

—George, estamos contra la hora. ¿Ya vas a salir? —escucha a su madre decir al otro lado de la puerta.

—¡No quiero ir! ¡Odio esta ropa! ¡Es demasiado incómoda!

—Solo la usarás un momento y se te ve muy bien.

Su madre entra a la habitación y queda aterrada al ver el desastre que había George con su ropa.

—¿¡Qué has hecho!?

—He intentado mejorarlo, pero es simplemente horrible. ¿No tenían algo más horrible de casualidad?

—Voy a hacer que te consigan otro traje ahora. No podemos dejarte ir así.

—¡Mejor no voy!

—¡Vas a ir! ¡Es por respeto, George!

Su madre sale de su habitación y George tira toda su ropa a su suerte. ¿Por qué tenía que ir al funeral de su mayordomo?No era ni siquiera su familia, era un simple trabajor más. Si no hubiera muerto no estaría así. Primero, porque no tendría que ir a su funeral y segundo, porque el mayordomo era quien lo ayudaba a vestirse. Por más tonto que parezca, no sabía vestirse él solo y cuando lo hacía pasaban cosas como esa.

—Justo había otro traje de repuesto. Póntelo y no le hagas nada. Te esperamos afuera.

—Me lo van a tener que recompensar.

—Hablamos luego de eso. Apúrate.

...

—Siento que no puedo respirar, me molestan los zapatos, el cuello de la camisa me pica y siento que la ropa me toca.

—George, por favor, calladito.

—Yo no quería venir.

—Apenas salgamos vas detrás de nosotros y no quiero escucharte quejándote. Si puedes no hables. Si te preguntan por el fallecido les dices que fue una increíble persona y que era como un amigo para ti.

—Eso no es cierto.

—Solo haz lo que te digo.

La Familia Real bajó y George sintió las intensas miradas sobre ellos. Amaba que lo miren y la gente le diga lo hermoso que es. Pero ahora nadie decía nada y a lo máximo los miraban a lo lejos. Algunos incluso lloraban y eso solo lo ponía más incómodo de lo que estaba.

Entre toda esa gente viéndolo está un chico que no se fija en él ni en su familia. No lo ha visto antes, pero su rostro se le hace conocido. No es hasta que lo atrapa viendo cuando el chico lo mira a él y sus miradas se cruzan. George aparta la mirada y la dirige al frente. No podía desperdiciar su tiempo viendo a un ser tan inferior a él.

La ceremonia acaba y sigue a sus padres que están hablando con unos de los presentes. Él queda detrás tirando disimuladamente de su ropa, mientras espera a que sus padres terminen de hablar.

Se pierde en su mente por un momento y en un parpadear de ojos ve que sus padres se han ido a hablar con el chico desconocido. Casi no llega a escuchar de su conversación cuando ya están de regreso al palacio.

...

—Buenos días, príncipe George —escucha una voz juvenil cerca suyo.

Abre los ojos y se encuentra con los del chico desconocido.

—Su baño ya está listo. El desayuno está programado dentro de una hora. Apenas termine de vestirse podrá bajar a comer.

—¿Qué haces tú aquí?

—Me presentó. Soy Dream, tu nuevo mayordomo. Me encargaré del mismo trabajo que el anterior, así que no notará la diferencia.

—¿No había alguien más? —pregunta con molestia.

—No lo sé, pero estoy lo suficientemente capacitado para el trabajo. No se preocupe por eso.

Dream lo llevó hasta el baño, donde ya estaba la bañera lista para que George solo entre.

—¿No vas a irte? —le preguntó George a punto de sacarse la bata, al ver que Dream seguía ahí.

—Me informaron que estaba encargado de asistirlo en todo momento, pero si desea puedo retirarme hasta que termine.

—¿Qué esperas? Vete.

George se quedó viendo la bañera, no quería admitirlo, pero tampoco sabía cómo bañarse. En eso siempre lo ayudaba su antiguo mayordomo, pero por alguna razón le resultaba vergonzoso el pensar que Dream lo viera desnudo.

—¿Puede entrar? —le preguntó George asomándose a la puerta.

—Por supuesto.

George le extendió la bata y Dream se encargó de colgarla en el lugar específico que tenían.

—¿Puede cerrar los ojos?

—Creo que es preferible que no lo haga, ya que se me dificultaría la tarea. Tiene un hermoso cuerpo, joven amo, si es esa su preocupación.

—Eso ya lo sé. Solo no quiero que me mire. ¿Es mucho pedir?

—Lo lamento. Cerraré mis ojos.

Dream cerró sus ojos e intentó hacer lo mejor que pudo. Tenía que ir tanteando entre las cosas para agarrar lo que quería y además ser cuidadoso de no tocar en zonas específicas para no lastimar al príncipe.

—¡Me está ardiendo el ojo! ¿¡No puede ser más cuidadoso!?

—Perdón, pero es difícil si no puedo ver.

—¿¡Y crees que a mí me importa!? ¡Ugh! El otro mayordomo era mucho mejor.

El baño no terminó siendo un éxito, pero al menos terminó. Dream no pensaba que su trabajo fuera tan duro, pero realmente era un desafío tratar con George. Al menos vestirlo sería más sencillo o eso es lo que pensó.

"Está muy apretado"

"Está muy suelto"

"Demasiado grande"

"Demasiado pequeño"

"Muy largo"

"Muy corto"

"No me gusta ese color"

—¿Qué le parece este?

—No me gusta.

—¿Por qué?

—No lo sé. No me gusta.

—Buscaré algo más.

Príncipe George [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora