14

6.8K 768 828
                                    

—Habían tantos hombres que podías elegir, George, ¿y escoges a Dream?

—¿Qué hay de malo?

—¡Es el mayordomo!

—Sigo sin verle lo malo a eso. Dream es una persona como nosotros y no por ser mayordomo es menos digno de salir conmigo.

—No era a lo que me refería. Sé que Dream es un maravilloso hombre y estoy segura que te hará feliz, pero Dream trabaja para nosotros. ¿Imagínate ser parte de la Familia Real y trabajar para ella a la vez?

—¿No podemos conseguir otro mayordomo?

La reina miró a Dream y le ordenó a tomar asiento.

—¿Quieres renunciar a tu trabajo, Dream?

—Solo renunciaré si eso significa que me voy a casar con George, en caso contrario, seguiré trabajando.

—Déjenme pensarlo.

—¿Voy a poder casarme con Dream? —le preguntó George con miedo por la expresión frustrada de su madre.

—No lo sé, George. Es una situación muy complicada y podría afectarnos a todos. Déjame arreglar unas cosas y de ahí veremos sobre tu relación con Dream. Dream, ¿le has dicho a tu familia sobre tu relación con mi hijo?

—No.

—Perfecto. Me gustaría que no le dijeran a nadie externo a nosotros sobre su relación hasta que yo lo diga. Es para no tener problemas.

...

Las próximas semanas a esa pequeña charla que tuvieron, George vio a su madre un poco más estresada que de costumbre.

La veía todo el tiempo yendo de un lado a otro y no había momento donde no escuchara como aceleraba el paso por los pasillos.

—Está muy ocupada, ¿no? —le dijo Dream a George al ver que este la veía con pena.

—Le importa mucho la opinión de la gente.

—Lo he notado.

—Me siento un poco culpable. Tal vez si me gustara alguna chica mi madre no estaría así, incluso creo que estaría más alegre. ¿Crees que solo me haya dicho que todo estaba bien para no hacerme sentir mal?

—No lo sé, pero no deberías sentir culpa por eso. Tú ni tu madre tienen la culpa de que hayan personas homofóbicas que simplemente no pueden aceptar el hecho de que otros se amen.

—Supongo que tienes razón... Igual me siento mal por ello. Me gustaría ayudarla, pero no creo que quiera mi ayuda.

Dream lo abrazó por la cintura y recargó su cabeza sobre el hombro de George.

—Todo va a estar bien. Pase lo que pase todo va a estar bien. Estoy seguro que la reina debe estar haciendo lo imposible para que nuestra boda se haga realidad y luego todos podremos ser felices.

—¿Y qué pasa si todos nos odian?

—Yo te amo y tú me amas. Eso es suficiente para mí. No importa si todo el mundo me odia, con que tú me ames estoy satisfecho.

—Yo igual —respondió George con una media sonrisa.

Justo estaba por pasar una de las sirvientas y Dream empujó a George hacia adelante para que no los descubrieran.

—¡George! ¿Estás bien? —dijo Dream fingiendo que no había sido el mismo el que lo había empujado.

—Te odio.

—Hay que guardar el secreto, George.

—A la próxima yo te tiro.

—Me gustan los chicos agresivos.

—Te amo, pero eres muy raro Dream.

—Lo sé.

...

La Reina invitó a Dream y a George a tener una pequeña reunión. No les dijo la razón, pero ellos ya tenían una idea de lo que iba a pasar.

—He estado pensando y hablando con diferentes personas al respecto, y he llegado a una conclusión. No voy a anunciar nada acerca de su boda por el momento. Vamos a hacer todo despacio para preparar a la población para el gran anuncio.

—¿Entonces no nos vamos a casar?

—Sí se van a casar, pero no pronto. Primero hay que dar pequeñas señales sobre su relación. Tengo una pequeña agenda con todo lo que vamos a hacer.

—¿Yo también? —intervino Dream.

—Sí. Tú eres uno de los que pueden estar más perjudicados si esto sale mal. Vas a tener que ganarte el amor de todos o al menos la mayoría, si conseguimos eso, lo demás será sencillo. Al igual tú, George. Debes demostrarles que no eres el mismo niño caprichoso de antes, sino que eres un hombre que sabe lo que quiere.

—Entendido.

—Tengo para hoy una actividad. Vamos a hacer una donación a una organización para personas sin hogar de la comunidad LGBTQ+ para demostrar que estamos de su lado a tu nombre, George.

—Me gusta esa idea.

—Igual que esa, tengo muchas más y espero que puedan ayudarme. ¿Están de acuerdo?

—¡Sí! —respondieron ambos emocionados.

...

Después de unos meses de espera que parecieron ser una eternidad, la Reina había anunciado la relación y próxima boda de George y Dream.

Todo el país incluso el mundo ya había hecho varias teorías y eso solo fue la confirmación de estas. Había mucho más apoyo de lo que creían y eso era bueno.

—¿Cuál te gusta más, este o este? —le preguntó George mostrándole dos trajes prácticamente iguales.

—Me gusta el de botones dorados. Hace que te veas brillante.

—Entonces usaré ese. ¿Tú usarás uno igual mío?

—Si no te molesta.

—No me molesta, es más, me encanta. Voy a probármelo.

George se metió al vestidor y Dream se quedó afuera esperando.

Seguía sin creer que iba a casarse con George. Parecía un sueño demasiado lejano, pero ahora estaba tan cerca de ser su lindo y preciado esposo.

—¿Te gustaría tener mini Georges? —le preguntó Dream mientras se seguía poniendo el traje.

—No, gracias.

—¿Y si quedas embarazado?

—No puedo quedar embarazado, Dream.

—Solo bromeaba.

—Lo sé.

Príncipe George [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora