Capitulo 5

2.7K 300 86
                                    

Desde que Bruce había sido oficialmente expulsado del grupo de los populares pasaba el resto de su tiempo junto a Clint en la biblioteca. De vez en cuando, Wanda comenzó a unirse a ambos en forma de agradecimiento hacía Bruce por defenderla cuando no debía hacerlo.

Ya para el final del día, los tres iban de camino a sus respectivas casas.

Bruce comenzó a a caminar adelante pero Clint se quedó detrás junto a Wanda  con los ojos como flechas hacía ella. Tocó el hombro de Wanda pero ella le apartó la mano por instinto sin estar acostumbrada al contacto físico.

— Uh, solo quería decir, um... conoces a Natasha Romanoff, ¿Verdad? — Clint preguntó con incomodidad rascándose la nuca — Bueno yo... Sería, eh, cuidadoso con ella.

Y con eso, Clint salió corriendo detrás de Bruce dejando a Wanda confundida a su paso. ¿Que significaba eso? ¿Tener cuidado con Natasha?

— Oye, ¿quieres caminar juntas a casa?

Y hablando del demonio.

Tal vez podría caminar más rápido y fingir que no la había escuchado. Tal vez podría ponerse al día con Clint y Bruce quienes al parecer estaban teniendo una conversación interesante y ella simplemente la dejaría en paz.

Probablemente Natasha no se asociaba con nerds como Clint, y Bruce había sido expulsado recientemente de su popular club, por lo que Wanda dudaba que se hablaran.

— ¡Hey espera!

— ¿Qué quieres? — dijo Wanda en voz baja, mirándola.

— ¿Por qué estabas hablando con ellos? — Natasha levantó una ceja, reajustando su mochila. Sus hombros se rozaron y Wanda frunció el ceño antes de alejarse lo más que pudo mientras permanecía en la acera.

— ¿Por qué eso debería importarte? — ella replicó, y Natasha levantó una ceja. Wanda era probablemente la persona más extraña que había conocido: era una chica tímida en la escuela que hacía cualquier cosa para mantenerse fuera del centro de atención, pero aquí, con Natasha con una especie de actitud atrevida y sarcástica

Era como si estuviera luchando entre dos personalidades, y Natasha no estaba más cerca de descifrarla. No sabía quién era ella en realidad, su lado sarcástico parecía una farsa, mientras que su lado tranquilo parecía una barrera.

— No lo hace, si no quieres decirme el porqué entonces no lo hagas, realmente no me interesa. — Natasha se encogió de hombros, fingiendo restarle importancia evitando una nueva discusión. Las peleas siempre terminaban con Wanda huyendo de ella. — Entonces... ¿cuál es tu color favorito?

— ¿Mi color favorito? — Wanda parpadeó, y se dio cuenta de que obviamente estaba sorprendida por la pregunta al azar. — No lo sé, púrpura, gris, rojo, negro, algo así.

— Creí que era el rosa. — Natasha bromeó, y ella le lanzó una mirada de desagrado. De acuerdo, tal vez eso fue un poco demasiado lejos por ahora. Bromear entre ellas implicaba que eran amigas, con lo que Natasha sabía que ella no estaba de acuerdo.

— Está bien — dijo Wanda tomando una bocanada de aire. — ¿Cuál es tu comida favorita?

Natasha pareció sorprendida de que ella hubiera llevado su pequeño juego de preguntas más lejos.

— Hmm... panqueques... ¡No, lasaña! ¡No, pizza! Uf, no puedo elegir. — Natasha le lanzó una sonrisa que esperaba que fuera encantadora, pero ella solo frunció el ceño.

Si fuese un chico le habría dado un golpe en su compañero por esa estúpida sonrisa. Wanda pensó para si misma.

— Está bien, es mi turno. — tarareó Natasha — Um, ¿cuál es tu canción favorita?

— Smells Like Teen Spirit de Nirvana. — Wanda respondió rápidamente.

Los ojos de Natasha se abrieron como platos, a punto de decir que a ella también le gustaba Nirvana. Tal vez esto podría ser, tal vez podrían unirse por el amor de la misma banda, y luego tal vez de alguna manera, podría llegar al punto en que ella estaba comenzando a abrirse a ella, y luego podría invitarla a salir y ella. diría que sí y tendrían una cita y luego terminarían con todo.

— Está bien, me toca a mí. — dijo con firmeza antes de que Natasha pudiera comenzar a hablar de Nirvana — ¿Por qué insistes en salir conmigo? ¿Si sabes lo raro que esto es?

Natasha tragó saliva mirando hacia abajo.

— Eres nueva, y solo estoy ayudándote a sentirte cómoda.

Wanda entrecerró los ojos, sin creer en nada de lo que ella decía.

— Pues no veo porqué deberías preocuparte. Ninguno de tus amigos lo está, especialmente esa novia tuya. — ese comentario había sido grosero y nadie lo esperaría de ella en la escuela, pero Natasha se había acostumbrado a su mal genio. — ¿Sabes lo que le hizo tu novia a su propio amigo?

— Pues tu no fuiste a buscar a Bruce cuando ocurrió todo. — Natasha dijo, cansada de ser siempre la mala entre los dos. —Nunca te vi ir tras Bruce aunque él claramente te estaba defendiendo.

— De hecho, Bruce y yo hablamos después del almuerzo en la biblioteca, no nos hubieses visto porque jamás irías a ese lugar. Lo encontré llorando por la horrible actitud de tu novia. — gruñó Wanda. — Y ambos estamos completamente bien. Y además, ¿no lo conoces desde hace más tiempo? ¿Por qué no fuiste tras él? Se supone que estaba en tu grupo, y era tú amigo, no el mío.

Porque si lo hubiera hecho, también me habrían echado. Porque no quería que María me gritara. Natasha podía enumerar tantas razones en su cabeza, pero todas sonaban egocéntricas y sabía que Wanda no las entendería. Así que permaneció en silencio mientras llegaban a sus respectivas casas.

— Eso pensé. — Wanda se rió por lo bajo. ante su silencio. — Entonces, por favor muévete, reina roja.

Natasha se hizo a un lado en silencio mirando como Wanda entraba a su propia casa.

Cualquier otro día, hubiera sido divertido que te compararan con un villano. Cualquier otro día, Natasha la habría corregido acerca de que ella no era la villana de Alicia en el país de las maravillas solo por tener el cabello rojo y luego se reiría de su estupidez.

Pero hoy, simplemente se sintió herida. Ya no estaba cómoda consigo misma, ya nada parecía encajar. Era como si no se conociera.

¿Qué le estaba haciendo, Wanda?  ¿Con qué derecho entraba en su vida para poner todo de cabeza?

Natasha entró en su casa con el ceño fruncido.

— ¡Nat, Nat! ¡Detente, ven aquí! Necesito que tú- oh, ¿qué pasó? — el padre de Natasha observó la mirada que adornaba el rostro de su hija. A menudo era difícil saber cuándo Natasha estaba molesta simplemente porque enmascaraba sus sentimientos, pero hoy era un libro abierto.

— No pasó nada... — murmuró Natasha en voz baja, sin querer contarle a su papá sobre su día.

Natasha tenía una buena relación con él, en cualquier otro momento y si fuese una situación cualquiera incluso le contaría porqué se sentía como se sentía así él podría ayudarla. Al fin y al cabo, eran solo ambos en este momento, desde que su madre se alejó con Yelena de ambos. Pero si Natasha le contaba a su padre porqué estaba así, tendría que contarle todo el tema de Wanda, la apuesta, el bullying hacia ella y porqué los chicos la trataban así y realmente ella no estaba lista para ver la cara de decepción al contarle todo.

Natasha ignoró a su padre y subió las escaleras encerrandose en su habitación a escuchar música. La música siempre ayudó. Esperaba que su lista de reproducción eligiera algunas canciones hoy con las que pudiese identificarse. Natasha conectó sus auriculares y se tumbó en su cama, cerrando los ojos.

"Load up on guns, bring your friends. It's fun to lose and to pretend. She's over bored and self assured... oh no, i know a dirty word"

Natasha abrió los ojos al escuchar la canción favorita de Wanda sonar en su su celular.

— Mi ovarios en el puto cristo... — Natasha murmuró maldiciendo para si misma apresurandose a cambiar la canción.

Jamás volvería a escuchar Smells Like Teen Spirit de la misma manera.

LA RARA. | Wandanat. © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora