5 años después.
Detrás de una cafeteria Natasha fumaba un cigarrillo recargada sobre la pared.
— ¿Natasha Romanoff? — Natasha alzó la mirada hacía la persona que había mencionado su nombre.
— ¿María? — Natasha la miró con asombro.
María se acercó con una sonrisa.
— Es bueno verte, Nat. — María acarició su brazo de forma amistosa. — No he oído de ti en años.
Natasha suspiró dando una última calada a su cigarrillo.
— Si, pues... Papá murió hace dos años. — Natasha dijo con frialdad tirando el cigarrillo al suelo pisandolo para apagarlo en el proceso.
— Oh. — María bajó la cabeza. — Lamento mucho oír eso.
Natasha se encogió de hombros.
— Si, yo también. — Ella murmuró mirando hacia la carretera con frialdad.
— ¿Quieres ir a tomar algo? Mi nuevo departamento está aquí cerca, quizá podríamos ponernos al día... Ya sabes.
Natasha la miró dudando.
— No creo que sea conveniente después de todo lo que pasó. — Natasha respondió de la forma más educada posible.
— Éramos niñas en ese entonces, Nat. Ha pasado un tiempo, a ambas nos han pasado muchas cosas, y tenemos 21 años ahora, ¿No es así? — María le sonrió con simpatía.
Natasha suspiró.
— Está bien, vamos.
[>>>]
María lanzó sus llaves sobre la mesa de vidrio en medio del salón adentrandose al departamento
— Lamento el desorden, me mudé hace unos días y sigo desempacando. — María dijo desde la cocina.
— ¡No te preocupes! — Natasha respondió mirando el enorme departamento.
María siempre había sido una persona adinerada a diferencia de Natasha. Sus padres eran los directores ejecutivos de una de las empresas de publicidad más importantes de New York por lo que no le sorprendía que tuviese un apartamento así.
— ¿Te gusta? — María preguntando entrando a la sala con dos vasos de jugo de naranja.
Natasha aceptó el jugo que le ofrecía encogiéndose de hombros ante su pregunta.
— Siempre te gustaron las cosas lujosas... Te hacían sentir superior a los demás. — Natasha la miró a los ojos sin ganas de apartar su mirada.
— Si, bueno... Cuando tienes dinero tienes que gastarlo en éste tipo de cosas o se desperdiciaría. — María respondió riéndose con nerviosismo tomando asiento en el sofá.
Natasha la siguió sentándose en el sofá en frente a unos metros de ella.
— O podrías donarlo. — Natasha sugirió.
— Ya lo veremos. — María dijo tomando un sorbo de su jugo. — Entonces, cuéntame de tí. ¿Qué ha ocurrido en tu vida?
Natasha estaba harta de la cordialidad así que dejó el jugo sobre la mesa de centro.
— No sé que querrías saber sobre mí, no hay nada bueno o interesante.
— Simplemente quiero saber qué ha pasado con mi ex novia. — María murmuró sin poder sostenerle la mirada.
— Pues ya sabes que Wanda y mi padre murieron así que supongo que aquí es cuando te digo que salí hace un mes de rehabilitación y volví a recaer así que en éste momento esto jodidamente drogada.

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LA RARA. | Wandanat. ©
Fiksi PenggemarUna apuesta podrá ser el comienzo y el fin de todo. TW// homofobia y tca.