Issei despertó escuchando una vez más risas dentro de su habitación. Un suspiro cansado escapó de entre sus labios cuando alzó su torso y se sentó en su cama, antes de que su mirada vagase por los interiores de su cuarto hasta posarse en una pequeña figura que estaba sentada en el suelo, al lado del cajón donde escondía algunas de sus revistas porno.
"Lu-san... Mis padres me van a matar si saben que sigues haciendo esto..."
El joven habló con un tono de voz cansado mientras que empujaba su cuerpo, para poder salir de la cama. Aunque debido a que estaba recién levantándose, se tambaleó ligeramente antes de poder equilibrarse adecuadamente.
"Hmm~? Pero no se dieron cuenta todavía, y llevo la última semana entrando todos los días a leer con la excusa de despertarte! Aparte, que me dejes hacer esto es parte de nuestro trato!"
La pequeña de cabello blanquecino que se encontraba en la habitación exclamó aquello al joven recién despierto, mostrando un puchero enfadado en su rostro al inflar sus mejillas y cruzarse de brazos, dejando caer la revista entre sus piernas en el proceso.
Lo único que recibió fue un suspiro cansado.
"Okey... Sólo recuerda esconder todo cuando termines, y no llevarte ninguna a tu cuarto. La última vez casi muero a manos de mi madre y los vecinos vinieron a quejarse por el grito de mi padre. Tengo miedo que si vuelven a descubrirte con las manos en la masa va a terminar viniendo la policía."
Viendo que no podría discutir el tema e igualmente careciendo de las energías para hacerlo al estar recién despierto, Issei se limitó a dejar salir aquellas palabras con un tono cansado mientras que se dirigía hasta otro de sus cajones, del que sacó su ropa interior. Luego tomó su uniforme para la academia, y se dirigió a bañarse. Esperaba que un poco de agua fría cayéndole encima pudiese despertarlo.
Masticando otra galletita, Koneko permaneció sentada en el borde de un techo relativamente cercano a la casa de los Hyoudou. Frotó uno de sus ojos con pereza mientras que seguía masticando, maldiciendo el tener que estar encargada de vigilar al chico que había llamado últimamente la atención de su ama.
Cuando volvió a alzar la mirada, pudo ver cómo el chico estaba saliendo de la casa a paso tranquilo, dirigiéndose a clases una vez más. También pudo notar que una presencia lo observaba desde otro edificio cercano al suyo, y que no tardó en moverse para acercarse a él. No le costó realmente identificar la presencia, los ángeles caídos apestaban.
Ignoró cómo al joven se le unía una chica en su camino, y movió sus ojos para dirigirlos hacia el edificio que el joven había abandonado detrás suya. Entrecerró los ojos con molestia. Era difícil sentir el olor debido a la abundancia del olor de los humanos dentro del edificio, pero podía sentir que allí estaba la misma persona, o criatura, que había atravesado el portal que su jefa quería que investigue.
Recordó cómo su interés por Hyoudou Issei sólo había crecido cuando escuchó que él era quien había encontrado a la persona que atravesó el portal y que esta estaba en su casa. Le molestaba mucho. Era consciente de la reputación del chico como pervertido y también de las acciones que tomaba. Por suerte nunca había espiado a sus compañeras de curso, le cedería que podía ser pervertido pero al menos no era un completo degenerado, a diferencia de algunos de sus amigos.
Alejó sus pensamientos de aquel hilo con una rápida sacudida de cabeza, y dirigió su mirada hacia Issei y la ángel caído que lo acompañaba una vez más. Ambos habían recorrido un buen camino y estaban por salir de su rango de visión, por lo que tendría que moverse para poder seguir vigilándolos. Puso los ojos en blanco mientras que empezaba a masticar otra galletita y se ponía de pie. Empezando a caminar, maldijo dentro suya por tener que encargarse de ese tipo de tareas. Prefería poder dormir tranquila.
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La Reina Demonio y su Dragón Emperador
FanfictionUn día como cualquier otro, Issei estaba volviendo a casa de la escuela. Sin embargo, algo llamo su atención. Le pareció notar un destello extraño en un callejón, y, al fijarse dentro, notó que había una niña de cabello blanco noqueada en el suelo. ...