Cap7: Discusión de Nobles

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"Bien. Ya impediste que mate al pajarraco ese. Ahora que quieres?"

A Rias le costó mantener la calma cuando le dirigieron la palabra de esa forma. El tono de voz irritado y molesto no ayudó en lo más mínimo a que pudiese mantener la sonrisa tranquila que siempre mostraba. Viendo a la demonio frente a ella, cruzada de brazos y mirándola sin esconder su molestia, tuvo que hacer su mayor esfuerzo para contener el enfado que su actitud le causaba mientras que con un pequeño asentimiento mandaba a su familiar a buscar a sus otros dos subordinados.

Girando un poco la cabeza, vio el estado en que la subordinada con la que vino había quedado. Suspiro con cierta decepción al ver que no había podido cumplir su orden, pero no pudo evitar también que el alivio la llenase por dentro al notar que no recibió ningún daño permanente. Dejó que su sonrisa confiada se expandiese nuevamente en su rostro mientras que giraba para dirigir su mirada hacia la pequeña demonio ante ella.

"Que ocurrió con Hyoudou-san?"

Con un tono tranquilo en su voz, aquellas fueron las palabras que Rias dedico a la demonio frente a ella. Fue directo al punto, dado que no quería interactuar demasiado con ese demonio callejero que ni siquiera fue capaz de reconocer a una demonio de alta cuna como lo era ella.

"Con Ise-chan? Y que quieren los demonios con él?"

Vió como la demonio inclinaba su cabeza levemente a un lado mientras le hablaba con sospechas y curiosidad reflejadas en su voz. Ni siquiera se molestó en esconder su tono pasivo agresivo al hablarle y sólo la atravesó con esos ojos azulados que parecían tener estrellas blanquecinas dentro.

"No es de tu incumbencia el que quiera con él. Sólo dime dónde y cómo se encuentra Hyoudou-san. Si murió, puedo-"

"Si, murió. Pero no te preocupes, ya lo salvé. Ahora, shu shu, fuera. Váyanse, tengo que llevar a Ise-chan a la cama y arreglar la puerta antes de que sus padres vuelvan."

Se atrevió a interrumpirla. Ese demonio callejero se atrevió a interrumpirla y no sólo eso. Incluso la ahuyentó, diciéndole que se alejase mientras que sacudía una de sus manos como si le hiciese señas a un perro para que se fuese. Rias sintió que empezaba a enfadarse más de lo que podía manejar con seguridad y apretó los dientes. Sintió el poder de la destrucción en su interior revolverse, expectante de ser liberado una vez más, pero lo contuvo y se forzó a hablar nuevamente.

"No podemos irnos. Debemos hablar de que haces tú en mi territorio."

Rias forzó las palabras a salir con una pasivo agresividad que no pudo evitar que llenase su tono. La actitud de la demonio frente a ella y el desprecio notable que le mostró no eran para menos. Se sorprendió a sí misma con su paciencia. Muchos otros demonios habrían atacado ya hace varios minutos a esa demonio callejera sólo con sus primeras palabras.

"Y porque no primero te fijas en el pajarraco que dejaste escapar? Lleva ya al menos dos semanas en tu territorio si no recuerdo mal las veces que Ise-chan me habló de ella, y estaba planeando matar a los habitantes del mismo. No parece un buen lugar para vivir si quién lo cuida deja a asesinos escapar impunes de sus crímenes."

Las repentinas palabras atravesaron a Rias como una flecha, haciendo incluso que retrocediese un paso por mero instinto. No ayudó en nada la ira que el tono de las palabras escondía y que la pequeña demonio podía reflejar una mirada incluso más aterradora que la de su hermano al enfadarse si se lo proponía. Un escalofrío recorrió la espalda de la demonio de cabello carmesí al pensar que prefería no enfadar a la pequeña demonio frente a ella cuyo nombre desconocía.

"... No deseo iniciar otra guerra. Ahora, explícame que haces en mi territorio y que hiciste con Hyoudou-san. No eres un demonio de clase alta así que no puedes tener Evil Pieces, y si murió no debería haber ninguna otra forma de revivirlo."

La Reina Demonio y su Dragón EmperadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora