Cap3: Saliendo del Clóset... Más o menos

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Tomoe era una joven con un cuerpo atlético, de estatura un poco por debajo del promedio, cabello ligeramente rojizo que llevaba atado en dos coletas, y ojos castaños. Era consciente que al lado de las demás chicas del mundo sobrenatural que la rodeaban ella probablemente no fuese gran cosa, pero... Sentirse superada por alguien menor que ella... Dejó escapar un pesado suspiro mientras que se dejaba caer hacia adelante, golpeando suavemente su cabeza contra una de las paredes de la entrada del callejón.

Dentro del mismo se encontraba Koneko Toujou, una de las piezas de Rias Gremory, la mejor amiga de su jefa. Le encargaron guiarla al callejón donde se encontraban en esos momentos, y tuvo que hacer un esfuerzo mayor al que estaba dispuesta a admitir para no quejarse de no poder intentar hacer el rastreo ella por su cuenta. Si, Koneko probablemente pudiese tener grandes habilidades de rastreo, pero... Su jefa debería poder mostrarle confianza cada tanto al menos, en lugar de ordenar su retirada e ir directo a pedir ayuda de su amiga.

Mientras Tomoe dejaba sus pensamientos fluir, dentro del callejón, la pequeña de cabello albino que ocupaba parte de los pensamientos de la chica se encontraba de cuclillas. Olfateando el aire, frunció levemente el ceño. Ese olor de nuevo, el mismo que había sentido en el salón de clases... Permaneció unos segundos en silencio, antes de negar con la cabeza de forma leve. Se volvió a concentrar y siguió olfateando, buscando otros olores.

No le costó mucho encontrarlos.

Pudo distinguir claramente la abundancia de energía mágica usada en el círculo de teletransporte, probablemente fue un viaje largo o a través de una barrera mágica? Ambas eran posibilidades que estaban dentro de lo razonable para la densidad de mana que podía sentir en el aire después de un par de días del teletransporte. Por otro lado, el olor de quien había llegado... Era un olor parecido al de un demonio. No terminaba de ser igual, era más dulce y más llamativo que el olor de un demonio normal, y se le hizo extraño.

Se puso lentamente de pie, y contempló los alrededores del callejón. Ningún rastro de pelea, no había sangre ni marcas de que alguien hubiese pasado un mal rato en ese callejón. Incluso estaba sorprendentemente limpio! Le pareció ver un leve brillo en un rincón por el reflejo de la luz en la claridad del callejón!

Asintiendo lentamente, empezó a caminar fuera del callejón, hasta detenerse al lado de la joven adolescente de cabello rojizo. Tomando su manga, tiró suavemente de la misma para frenar sus golpes de su cabeza contra la pared, llamando su atención.

"Oh, terminaste Toujou-san?"

Le sorprendió cómo una persona podía sonar tan respetuosa y sonreír tan amablemente mientras la sangre caía desde su frente pero decidió ahorrarse el comentario. Asintió lentamente, antes de mirar en dirección por donde sentía que el rastro del olor la llevaría.

"Aquí si... Pero puedo identificar el rastro dejado por quien sea que halla usado el círculo. Vamos."

Habló como siempre, con un tono neutro y tranquilo en su voz. Y no se molestó en esperar una respuesta, iría sola si hacía falta. No era necesario para las órdenes que le dieron, pero quería hacer las cosas bien y le ordenarían hacer algo similar igualmente, era mejor sacarse de encima el trabajo en esos momentos.
Escuchó el pedido de la adolescente del clan Sitri para que la esperase pero esa no era una regla que su clan siguiese del todo bien, por lo que siguió su camino tranquilamente mientras que escuchaba a la caballero Sitri acelerar el paso para poder alcanzarla.

En otro punto de la ciudad, tras haber recorrido un camino no muy largo, Issei y Yuuma se encontraban de pie a las afueras del hotel que el joven previamente había mencionado. Él estaba un poco incómodo, esperando que su mirada no se hubiese notado demasiado al vagar por el cuerpo de la chica, y pensando si había podido tocar los temas adecuados para charlar. Como mínimo, ella no parecía asqueada por estar a su lado. Mostraba una pequeña sonrisa satisfecha, e incluso levemente divertida. Supuso que podía permitirse creer que había sido una buena charla de un par de minutos.

La Reina Demonio y su Dragón EmperadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora