Mientras caminaba de regreso a su hogar desde la escuela, dejando que su amplia y emocionada sonrisa por su pronta actividad se mostrase en su rostro, Issei contemplaba sus alrededores con ojos expectantes.
Esperaba encontrar a su amiga Yuuma en el camino hacia su casa, pues ella le dijo que lo encontraría para que pudiesen ir juntos y que él le ayudase con alguna tarea. Esperaba que la cosa pudiese llegar más lejos incluso si tenía suerte y que pudiesen dar un nuevo paso si conseguía juntar el valor. Incluso, se tomó la molestia de esconder todos sus posters y comics porno, al igual que todas sus figuritas de dicha índole. Toda la decoración de su cuarto escondida en dos cajas debajo de su cama, para poder tener esa zona segura en caso de que ocurriese cualquier cosa. Nunca se sabía y él realmente estaba emocionado.
"Oh~! Ise-chan! Hola, como estás?!"
Y ahí estaba. Una voz alegre y amigable lo alcanzó desde una esquina pocos metros delante suya y, cuando se dio cuenta, su más reciente amiga estaba a frente a él mostrándole una amplia y amigable sonrisa. No pudo evitar que su sonrisa se ampliase levemente al verla. Siempre que la tenía alrededor era así, no podía evitar sonreír por la alegría que ella mostraba.
"Hola Yuuma-chan, estoy bien! Como estás vos? Tuviste un buen día en la escuela?"
Con la misma alegría con la que ella le habló, el joven de cabello castaño devolvió el saludo y la pregunta amigablemente. Ella le sonrió en respuesta y empezó a caminar a su lado cuando ambos retomaron el camino que él antes estaba siguiendo.
"Estoy bien! Fue un buen día, aunque el profesor de inglés alargó la clase demasiado y dio demasiadas vueltas sobre el mismo tema. Se hizo bastante aburrido después de los primeros 10 minutos dando vueltas en círculos."
Escuchando las palabras de su amiga, el joven Issei asintió tranquilamente mientras que sonreía notablemente divertido.
Mientras ambos amigos avanzaban por las calles en dirección al hogar de uno de los dos, en un edificio algo lejano pero desde donde podían verlos a ellos y todo el camino que tomarían con tranquilidad, un grupo se encontraba esperando.
Dicho grupo estaba conformado por cuatro personas, todas con un nivel de fama considerable dentro de la academia Kuo. La presidenta del club de ocultismo, Rias. Su vicepresidenta y mejor amiga, Akeno. El príncipe de la escuela, Kiba. Y la mascota de la escuela, Koneko.
De las cuatro personas, sólo una mantenía sus ojos en la pareja de amigos que se alejaban de ellos. La pequeña Koneko seguía el camino que el humano y la ángel caído recorrían con sus ojos, mientras que lentamente comía una galleta detrás de otra a un ritmo constante.
"El cuervo entró en contacto con el pervertido. Deberíamos ir moviéndonos, si tardamos mucho en llegar por cualquier cosa, no podremos revivirlo si algo ocurre."
La joven de cabello blanquecino habló con una voz monótona mientras que se ponía de pie en el borde del edificio, dando media vuelta para mirar a sus acompañantes por encima de su hombro.
"Gracias por avisar, Koneko-chan. Entonces será mejor que vayamos moviéndonos, no sería recomendable dejar a Hyoudou-san indefenso ante una ángel caído como esa."
Quien respondió a sus palabras fue la mayor autoridad presente. Rias habló con un tono suave pero confiado, mostrando una sonrisa en sus labios mientras que se ponía de pie y ante un chasquido de sus dedos, la pequeña mesa y la silla que antes ocupaba para tomar un te desaparecieron junto a la taza. Las alas negras como aquellas que pertenecían a los murciélagos se extendieron desde las espaldas bajas de todos los presentes y, tras una suave risa emocionada de Akeno, todos empezaron a volar para poder seguir a la pareja.
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La Reina Demonio y su Dragón Emperador
FanfictionUn día como cualquier otro, Issei estaba volviendo a casa de la escuela. Sin embargo, algo llamo su atención. Le pareció notar un destello extraño en un callejón, y, al fijarse dentro, notó que había una niña de cabello blanco noqueada en el suelo. ...