~Capítulo 6~

83 15 2
                                    


Dejé a Minho ahí, a la entrada para que durmiera y que no le diera nada de luz. Me quedé un rato recargado en él, mirándolo, me sentía estúpido por tener esos malditos sentimientos hacia él. Yo podía matarlo si quería ahora mismo, pero no podía. Acaricié su cabello.

—Minho, ¿algún otro humano te ha visto dormir? —pregunté al aire, me sentía especial en momentos así, pero era tan complicado entenderlo, no sabía que cosas pasan por su maldita mente y eso me frustraba —No quiero que me dejes —lo abracé con fuerza. Como ya he mencionado antes, cuando duerme literalmente está muerto, su carne se pone más pálida de lo que es, algunas venitas se marcan en su piel, y está completamente frío, su corazón no late, eso da algo de miedo. Pero es un maravilloso cadáver de facciones fuertes  como si en cualquier momento fuera a volver a la vida y matar en segundos a cualquiera que se atreviera a perturbar sus sueños, y sin embargo ahí estaba yo mirándolo y tocándolo ocasionalmente mientras duerme, mientras tengo la oportunidad de acabar con él.

—¡¡Jisung hyung!! ¡¡Jisung hyung!! —era la voz del chiquillo de enfrente gritando por afuera de mi ventana. Me separé del cuerpo de Minho y me asomé desde mi habitación.

—¿Qué quieres, Jungwon?, ya te dije que obedezcas a tu madre —lo miré mal

—¡Quiero verlo! —lo miré con duda —Muchas personas dicen que le abres las piernas a un vampiro, ¿es el hombre de hace un rato?— sabía que solo repetía lo que había oído, pero no me hacía gracia el comentario —Nunca he visto a un vampiro —sus ojos brillaban.

—Largo de aquí, mocoso —lo miré mal —no es de tu incumbencia

—Jisung hyung, ¿él es tu novio?

—Tch... soy su mascota, niño... solo su mascota —me recargue en la ventana —¿A dónde vas? —traía una mochila.

—Escuela— sonreí de medio lado —pero quería ver antes al vampiro, vi que entró a tu casa.

—Él se ha ido ya... no puede salir de día

—Él te gusta

—No me puede gustar nadie, Jungwon, va contra las reglas

—¿Qué reglas?

—Las mías, ahora vete o llegarás tarde —asintió —Jungwonie... no te acerques a los hombres, son malos.

—¿Todos?

—No todos —pensé en el contador —pero la mayoría de por aquí lo son. No aceptes nada de desconocidos.

—Vale... ¿Hyung?

—¿Ahora que?

—Tu eres lindo... como una chica —fruncí el ceño, no parecía una chica — tú no eres malo.

—Tu mamá dice lo contrario, así que no te acerques a mí

—Vale... adiós hyung— hice un gesto con la mano y recargue mi frente en el marco de la ventana.

—¿Es cierto?, ¿el vampiro está aquí?— era la madre del niño

—Ya se fue, ¿no oíste?, largo, déjenme dormir

—Gracias por alejarte de mi hijo y no mal aconsejarlo.

—Él es el que no se aleja de mí... No me interesa en lo absoluto.

—¿Él es tan guapo como lo describen?... Nunca lo he visto en persona

—Lo es... mucho más de lo que describen

—¿Qué te vió?, me sigo preguntando y no lo mal entiendas, tú cara es hermosa, Jisung, pero eres un crío flaco, sin chiste...

—Lo sé, quizás solo le gustan los críos, por eso aleja a tu mocoso de él, sino me pondré demasiado celoso... ese hombre es mío.

El Pacto que nos unió /𝙢𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora