~ Capítulo 37~

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-----------------Hyunjin-----------------

Seguido tenía que salir de la ciudad por trabajos, pero cada día me costaba un poco más. Jisung se quedaba solito, pero tenía a esa enfermera loca que lo cuidaba.

Y hablando de cuidados, wow, lidiar con un embarazo era problemático.

Había días en los que estaba feliz y tranquilo, otros en los que lloraba hasta con comerciales de comida para perro, estaba hipersensible. También estaba comiendo bastante aunque casi cada mañana me tenían detrás de él en el baño acariciando su espalda y limpiando su boquita por el vómito matutino, aunque sí habían disminuido las náuseas comenzando el tercer mes. Jisung estaba un poco renuente a que yo lo acompañara a las visitas al médico pero terminó aceptando, y si les digo un secreto, yo también me estaba emocionando al ver el progreso del bebé, la pancita de Jisungie estaba ligeramente abultada.

Por otro lado, también era fantástico para mi, las hormonas lo traían loco, su apetito sexual creció mucho por lo que yo era libre de tomar su cuerpo a diario, el médico dijo cuando Jisung sin ninguna sutileza le preguntó:

—Doctor, aunque el bebé ya está creciendo ¿yo aún puedo tener sexo?—El doctor se sonrojó por la pregunta y parpadeó varias veces antes de responder, cualquiera creería que a esa edad Jisung era un niño regañado por estar embarazado a temprana edad, pero no, era un huerfanito caliente que era feliz por su decisión. Yo, por supuesto, me reí de lo lindo y la enfermera Yoona le jaló el cabello a Jisung con fuerza para reprenderlo.

—...Si...no hay ningún problema...mientras no intentes hacer nada extraño que pueda lastimarte a ti o tu vientre, puedes seguir con tus actividades de manera normal. Además, es una reacción normal por las hormonas, quizás al finalizar el 4to o 5to mes te calmes un poco.

—Vale—sonrió satisfecho.

En fin, como decía, tenía que salir constantemente de la ciudad, pero una noche fui de ida y vuelta, regrese en la madrugada y me encontré a un pinche soldadito afuera.

—¿Si, diga?....¿puedo ayudarle en algo?—encaré al tipo, era el sujeto que se hacía llamar hermano de Minho, este no me caía tan mal.

—Que fastidio. Estoy aquí para cuidarle, no por ti.

—Muchas gracias por cuidar a mi esposo, ya te puedes retirar—le guiñe el ojo. No soy un puto engreído si es lo que piensan con mis palabras, me ponía celoso el hecho de que lo buscaran. Si bien no me importaba el pasado de Jisung, ni con cuantos compartió cama, si me molestaba el presente que lo buscaran otros hombres que no fueran yo.

—¿Tu esposo?...¿él te cedió el derecho?

—Tendremos un bebé, ¿no te es suficiente?, prácticamente vivo con él y oh mira—levanté mis manos. Observó—con estas manos, toco su lindo cuerpo cada noche....Yo no lo trato como un objeto, yo le hago el amor. Lo perdieron, supérenlo—Changbin me mostró los colmillos enojado, yo hice lo mismo acercándome—Si quieres pelear, no hay inconveniente.

—Ese bebé no es tuyo

—No, quizás no, pero él dejará que sea yo a quien llame papá, estoy seguro. Mientras tú vienes a pelear una batalla que no es tuya, ¿vas a seguir lamiéndole los huevos a tu hermano?—su puño se estampó contra mi cara y de inmediato el mío contra la suya. Comenzamos a pelear como animales afuera de la casa, como perros. Lo único que él evitaba eran mis colmillos, de ahí en fuera, estábamos bastante parejos.

Terminamos hechos pedazos, bueno, algo heridos ambos. Pero la pelea no tenía sentido, como dije, él luchaba para alguien más, que patético. Cuando nos cansamos de golpearnos a lo estúpido nos miramos fijamente un par de minutos, algunas personas se asomaban curiosas por la ventana pero sin atreverse a más.

El Pacto que nos unió /𝙢𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora