~ Capítulo 18 ~

73 10 14
                                    


Estuvimos un rato más ahí, sin decir nada hasta que el móvil de Minho comenzó a sonar, rodé los ojos, me apretó la nariz.

—¿Que? 

—Nada 

—¿Bueno? —contestó, se levantó y con la mano que tenía libre empezó a vestirse. Yo me acosté en el sofá de nuevo y bajé mi mano hasta mi culo. Minho seguía hablando por teléfono pero ahora me miraba nuevamente a mí.

—Enfermo —sonreí, metí dos dedos en mi agujero, y no, no me estaba masturbando, estaba sacando el semen de Minho de mi interior. No me iba a vestir estando así, sonrió de medio lado y no dejo de mirarme, ese era otro punto débil de este hombre, suele ser muy pervertido el cabrón. Cuando se trata de sexo él tiene que mirar, y bueno hacer esto bajo su mirada inevitablemente me volvió a excitar.

Minho cortó la llamada y de nuevo lo tuve encima mío haciéndomelo... Cuando terminamos por segunda vez, él retomó sus llamadas y se sentó frente al ordenador para comenzar con lo que quiera que era su trabajo esa noche. Lo observé desde el sofá largo rato hasta que decidí levantarme, coger mi ropa y entrar al baño. Me aseé rápido y me vestí, regresé al despacho y me acerque a él.

—¿Te vas? 

—Si....tengo sueño y no pienso dormir en tu sucio sofá 

—¿Quien lo ensució? —reí

—Si a mi me lo haces ahí, no quiero imaginar a cuantas perras más has traído.

—¿A mi despacho? Ni que tuvieran tanta suerte. Tú porque eres un mocoso, pero si no son de mi gente, no entran aquí. 

—Ah ya veo, así que ¿aquí solo te follas a Chan y a mí? —rodó los ojos 

—No mames, ¿de nuevo eso? 

—Ya, ya me callo joder 

—Además, ese sujeto ahora mismo debe de estar volando a Australia, así que ya no llores  

—Como si me importara....entonces, ¿enserio lo mandaste? 

—De verdad, él iba y venía casi cada semana. Ahora estará fijo con otro tipo, a ver que pasa....pronto tendré que ir para allá.

—Genial, tanto que parecen gustarte los australianos, ¿no? 

—Ay Jisung, no por favor —me miró mal — es por esto que no me gusta etiquetar nada con nadie, para que no me estén chingando de lo que hago y dejo de hacer, así que cálmate con tus celos, ¿ok? 

—Tch....ok —lo miré mal enfrentando su mirada, luego suspire, le di un beso rápido —me largo.

—Ve con cuidado —asentí y abrí la puerta —Jisung...  

—¿Que? 

—Si tanto necesitas dinero y enserio dejarás de darle mi propiedad a cualquiera, ¿no quieres hacer lo que hace Sana? 

—No mames, tengo 15! ¡Te van a clausurar! 

—Un poco de maquillaje lo arregla, además ¿tu crees que a alguien aquí le importa? Si no vas a recibir mi dinero directamente, piénsalo.

Sana es muy hermosa, cabellera rubia, ojos castaños, piel blanca, y tiene un estupendo cuerpo, llama bastante la atención. Los chicos que Minho tiene aquí lo mismo, cuerpos marcados algunos ligeramente, pieles perfectas y caras bonitas. Mi cuerpo aún era delgado, nada marcado, y mi piel cada vez tenía más cicatrices, unas no tan visibles, y las más recientes gracias a la sangre de Minho no se veían tan mal. Aún así me creaban conflicto, pero si comenzaba a hacerlo quizás conseguiría marcar mi cuerpo como deseaba y gustarle más a Minho. 

El Pacto que nos unió /𝙢𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora