~ Capítulo 43 ~

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.....Fue un espectáculo impresionante, apuestas a mi nombre aunque es obvio que un esclavo jamás vería un solo centavo, luchar para que otro se haga rico, una carnicería donde uno nunca sabría si sería el ganador o el perdedor.

Ese día en que lo conocí fue mi última pelea de esa naturaleza, todos gritaban, querían ver sangre correr, mía o del otro muchacho, que importaba, desnudos como un par de animales y armas punzocortantes por todo el lugar. Si has oído de los gladiadores romanos, esto era algo muy similar pero más moderno, gran multitud, pero un público reducido a gente de dinero....ya sabes...Lujo de ricos.Entonces esa misma noche de la que te hablo, en medio de la arena, con todos mis sentidos alerta, entre toda la multitud lo vi a él, Seokjin sonreía, me sonreía a mi, vestido con las ropas más finas que esa época podía ofrecer. Su mirada me llenó de rabia, todo aquel que se burlara de nuestra miserable forma de vida se ganaba mi puto odio. No solía mirar al maldito público, pero esa mirada era penetrante, ignorando a mi contrincante salte sobre la valla de contención, como un animal sin oportunidad alguna de cruzarla, pero no pude evitarlo, leí sus labios.

Un ejemplar precioso.... y de nuevo la estúpida sonrisa. Mi distracción hizo que mi atacante tuviera ventaja, dandome una puñalada en el hombro izquierdo, me giré y le salte encima en un intento desesperado por retomar la pelea y seguir aferrándome a mi vida—*Ahora el tono de Minho era un poco más calmado pero concentrado, como si estuviera viendo las imágenes de lo que contaba, y si me lo preguntan, yo no podía imaginar a un Minho de 18 años sucio y triturado intentando sobrevivir mientras peleaba con otros con aspectos deplorables*—luego todo se puso borroso ese día. Por más que concentre mis recuerdos no puedo recordar bien, caí al suelo y en un parpadeo, mi contrincante yacía muerto a mi derecha. La cabeza de mi, en ese entonces dueño, a la izquierda; el recinto en llamas, gente gritando horrorizada sin control de sí misma y Seokjin frente a mi extendiéndome su mano. Por supuesto, no erroneamente yo le atribuía el caos a esa misteriosa persona, en un último intento por mi supervivencia le salte encima, él sin esfuerzo me sometió por el cuello.

Shhh tranquilo muchacho....ahora estás a salvo rió 

—Una burla, pero es obvio que yo no podía hacer nada contra su agarre, tú conoces la fuerza de un vampiro. Me obligó a beber de su sangre para sanar mis heridas, y luego me llevó con él a su casa....a un puto y extravagante castillo en medio de la nada....¿tú puedes imaginarlo...joder...lo confundido y asustado que estaba?

—Asustado....—repetí atento a su expresión facial, no podía creer el relato, parecía tan surrealista pensar en *ese Minho*, uno que también se asusta.

—Si....asustado, la sangre de ese sujeto me había curado...—suspiro—así fue mi vida antes de ser inmortal

—Lo quiero todo—frunció el ceño

—¿De qué hablas?

—Quiero saber todo de ti....cada detalle. Tú no fuiste un vampiro hasta los 24 ¿no es así?....¿que pasó para que él te transformara?... Cuéntamelo.

—Vale. Lo haré....y quiero que veas lo mucho que eres para mi....porque nadie conoce la historia...así que continuo.

—¿Que quiere de mí?—estaba a la defensiva, le escupí a los pies, se acercó a mí y... tú has sentido la manipulación que ejerzo con mis ojos...no se comparan a las que ejerce él, me hinque en el momento en que me miró fijamente.

—Eres el ejemplar perfecto, niño—me tomó fuertemente de la mandíbula girando mi rostro y observando cada detalle de este—¿que es lo que más desea tu corazón?

El Pacto que nos unió /𝙢𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora