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Mina caminaba sola y tranquila en uno de los pasillos del instituto de camino al gimnasio, después del receso ella y Nayeon se separaron para ir a sus correspondientes clases, mientras ella iba a física, Nayeon iba a su clase de informática.
—¡Myoui Mina! —escuchó una voz gritando tras ella, se hubiera detenido si no hubiera reconocido la voz. —¡Mina! ¡Espera!
Quiso acelerar el paso, pero fue detenida por una mano que la tomó por el brazo y no tuvo otra opción más que darse la vuelta y encarar a la chica.
Jihyo la observaba con la misma sonrisa de idiota de siempre mientras respiraba agitadamente, sus ojos viajaron del rostro de la chica castaña hasta la mano que aún se aferraba a su brazo.
—¿Park? —preguntó fastidiada Mina cuando intentó liberarse del agarre de Jihyo.—¿Qué quieres? ¡Ya suéltame!
—Lo-Lo siento, es que no me escuchabas y pues... —Jihyo suspiró nerviosa, pero aun así sin soltarla.—Es un alivio que pudiera alcanzarte, necesito hablar contigo.
Mina alzó una ceja aun con seriedad, ella y Jihyo en lo que llevaba el año jamás habían hablado, no es como si no hubiera notado los intentos de la castaña, sin embargo, ella había logrado mantener la distancia.
Con orgullo podía decir que intimidaba y hasta hacía sonrojar a Jihyo, suponía que de cierta forma ella le tenía algo de miedo.
—No me interesa hablar contigo. —dijo sin expresión mientras hacía un poco de espacio entre ambas.
—¡Por favor! Es importante. —dijo nerviosa, su mano por fin lo soltó, pero antes de poder huir la chica ágilmente tomó sus manos juntándolas entre ellas.
Mina quiso chillar, pero eso no se vería para nada agradable con su fachada, así que se dedicó a forcejear y fulminar a Jihyo con la mirada, supo que estaba funcionando cuando la vio parpadear repetidas veces hasta sonrojarse levemente para después tragar saliva, su agarre se aflojó en sus manos así que Mina logró zafarse y al instante se giró lista para huir.
—¡No! Mina, realmente es importante lo que te voy a decir.
Jihyo caminó tras la chica pelinegra con un espacio prudente, ella no la iba a dejar escapar, son pocas las veces en las que la podía encontrar sola y no iba a desperdiciar esa oportunidad.
—Jihyo, no sé de lo que me estás hablando y de todas maneras no estoy interesada, busca a alguien más para estar jodiendo.
Cuando menos lo vio venir, ya tenía a Jihyo enfrente con cara de desesperación y Mina admitió que le estaba dando curiosidad lo que fuera que la castaña le quería decir.
