"Intentar forzar/Forzar"
2001
Alex soltó un débil quejido cuando tuvo que ladear la cabeza para hacerle espacio. Le besaba y mordía el cuello. Tenía que mantener las manos en sus hombros para evitar que lo terminase de tumbar sobre el colchón.
—Estoy cansado, Eric- Eric- ya para, sé lo que estás intentando...
La respuesta fue un sonido amortiguado contra la piel de su garganta.
—Sólo un poco, Alex. Yo lo hago, tranquilo.
Se retorció para que se detuviese, consiguiendo que se echase un poco para atrás. La mirada que le dio lo hizo tragar en seco.
Ahí estaba de nuevo. La sensación pesada, la que lo hundía. Se le cerraba en torno a la garganta, le dificultaba la respiración y formular palabras. Lo congelaba.
—No tengo ganas —musitó Alex, con un hilo de voz.
Cerró los ojos para no tener que verlo cuando se alejó, el peso hundía la cama en diferentes puntos, conforme se cambiaba de posición. El impulso de disculparse era asfixiante, nacía como un aguijón en el pecho. Lo hacía creerse responsable de algo horrible.
Eric se recostó boca arriba, soltando un bufido.
—Soy tu novio —mencionó, entre dientes. Alex intentaba no estar tan tenso al parpadear para observarlo de reojo. Él fruncía el ceño—. No puedes decirme que no.
¿Por qué?
Alex vaciló. ¿Él tenía razón?
2006
Alex estaba bastante seguro de que acababa de besar el punto de cosquillas que tenía en un costado de la garganta a propósito, porque Dane siempre recordaba dónde las tenía y dónde no. Extendió los brazos, retorciéndose un poco bajo él, entre risas ahogadas, para enredar los dedos en su cabello. Lo guio de vuelta hacia arriba, de manera que todavía quedaba encima, pero recargándose en los brazos a sus lados para no aplastarlo.
Le dio un beso corto.
—Estoy muy cansado para eso —murmuró Alex, con gesto de disculpa—. La misión...
Cerró los ojos cuando Dane se estiró para besarle la frente. Un momento después, se había recostado encima de su pecho, por lo que las palabras que alcanzaron su oído eran dichas a escasa distancia.
—¿Te digo la verdad? Esto forma parte de un plan malévolo para convencerte de que me dejes usarte de almohada por el resto de la noche, nada más —Y como si intentase demostrarlo, «atacó» otra vez su punto de cosquillas, arrancándole una carcajada. Se limitó a abrazarlo luego, hablándole de cualquier tema al azar que le pasaba por la cabeza, hasta que el sueño lo venció.
(No hubo sensación de culpa esa vez)
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Alex tiene que hablar
RomanceHay días en que Alex cree que ya todo está bien: tiene un buen trabajo, tiene buenos amigos, tiene un novio al que adora. Y otros días, lo recuerda a él. Por difícil que sea, hay que hablar de las personas que nos dañaron para comenzar a sanar. ➢His...