El Recuerdo

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Sentí un poco de dolor en mi mandíbula, lo que ocasionó que me despertara de mi sueño y abriera mis ojos. Jisoo me había golpeado dormida.

Eran las ocho de la mañana, era sábado, por ende, el primer día de vacaciones.

Solté un suspiro y acaricié la cabeza de Jisoo, quien al sentir mi tacto, me abrazó con fuerza, sin dejar de estar en su profundo sueño.

Ella tiene seis años, está en primer año de preescolar, y junto a mí, está comenzando a experimentar todo por primera vez.

La forma en la que conocí a Jisoo, fue algo especial, pues como se sabe, soy oficial de policía, lo que me llevó a encontrarme con Jisoo, pues hace dos años, la pequeña vivía en un ambiente horrible, donde abundaba la violencia y las drogas, teníamos un caso que resolver, ¿Quién mató a uno de los tipos del lugar?, esa pregunta la cual fue investigada físicamente, me hizo encontrar a una pequeña niña, sola, triste, asustada y hambrienta.

Era claro que no podíamos dejar a Jisoo ahí, pero su madre estaba presente, pero al tener problemas de drogadicción y alcoholismo, no se opuso al darnos a la niña. Los primeros días, yo me hice cargo de Jisoo, pero el hecho de vivir lejos de mi familiar, me hizo encariñarme terriblemente de ella. No podía ignorar la comodidad que Jisoo tenía conmigo, incluso el primer día, después de un baño caliente y una deliciosa cena, se durmió a las ocho de la noche y despertó hasta las tres de la tarde del siguiente día. Todo eso me llevó a adoptarla, y es la mejor decisión que he tomado en mi vida.

– Mamá... – Susurró.

Jisoo estaba hablando dormida, lo que me dio un poco de gracia y me hizo sonreír.

– Mamá... – Me abrazó con fuerza y sonrió.

Tomé mi celular y comencé a mirar las notificaciones que tenía, habían bastantes mensajes, la mayoría eran de mis mejores amigos. Quizás es un poco extraño que tenga 22 años y sea detective certificada, pero todo es gracias a mi padre, que es coronel.

Había mensajes de Lisa, quien me deseaba un feliz día y que extrañaría ver a Jisoo en la estación de policía. Le respondí deseándole lo mismo, y que podríamos salir un día de estos para que pudiera mirar a Jisoo.

Después de eso, me puse de pie para ir al baño y orinar, lavar mis dientes y comenzar un nuevo día. Saliendo el baño, noté como Jisoo estaba despierta y me miraba adormilada.

– Ya despertaste... – Sonreí y me acerqué a ella. Me senté a su lado y puso su cabeza en mis piernas mientras las abrazaba.– ¿Cómo dormiste? – Acaricié su espalda.

– Bien... – Susurró.

Después de un rato, nos pusimos de pie y bajamos a la cocina para desayunar algo y prepararnos, pues le prometí que hoy sus amigos de la escuela podrían venir a divertirse junto a ella.

Cuando escuché el timbre, me acerqué a la puerta, eran Taehyung y Jennie quienes habían venido, ellos son mis amigos.

– Trajimos lo que encontramos – Dijo Taehyung con cinco bolsas en sus manos, al igual que Jennie.

– No tenían que traer el supermercado completo – Me hice a un lado para que entraran.

Ellos dejaron todo en la mesa y Jisoo al escucharlos, corrió hacia ellos completamente feliz.

– ¡Jennie! – Gritó feliz y se lanzó a ella.

– ¡Hola! – Jennie la abrazó con fuerza.– ¿Cómo estás?

– Bien – Sonrió y después abrazó a Taehyung, quien la cargó y abrazó con fuerza.

– Hola – Dijo Taehyung.

Una Madre Para Mi Hija - Imagina con LisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora