Miradas

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– No entendí la película – Dijo Jisoo.

– Yo tampoco – Dijo Lisa.

Reí por sus comentarios y tomé la mano de Jisoo al salir del cine.

– Tengo hambre... – Jisoo me miró.

– ¿Qué quieres comer? – Acaricié su mejilla.

– No lo sé... – Recargó su cabeza en mi vientre.– Lisa, ¿Qué quieres comer?

– Cualquier cosa está bien – Lisa sonrió y después me miró. Alcé mis cejas y ella se sonrojó.– Te juro que no me refería a eso...

– ¿Qué cosa? – Preguntó Jisoo confundida.

– Nada... – Lisa miró a Jisoo, evitando el contacto visual conmigo.

– Aquí hay muchos lugares... ¿Por qué no caminamos y me dices que quieres comer? – Sonreí y Jisoo asintió.

– ¡Ayuda! – Gritó una mujer.– ¡Mi hijo! – Dijo desesperada.

Volteé enseguida y miré lo que estaba pasando, todos comenzaron a alertarse, pues al parecer, un hombre se llevaba al pequeño en su auto. Fue en ese momento, en el que todo se volvió lento, pues tengo que pensar más rápido de lo que está pasando a mi alrededor.

Rápidamente saqué el arma de mi pantalón, analizando que a la única persona que tenía en frente era Jisoo, la cual abracé con fuerza, y esos dos disparos llegaron a los oídos de todos.

Cuando todos se agacharon, solté a Jisoo y corrí tras el auto el cual no se detuvo, pero era imposible que pudiera irse, estaba dentro del estacionamiento del centro comercial, en cualquier momento se detendría, cómo lo hizo ahora mismo.

– Baje del auto – Dije señalando con el arma.– Las manos donde las pueda ver... – Fruncí el ceño.

Había un pequeño niño en los asientos de atrás, probablemente tenía la edad de Jisoo, se encontraba completamente asustado y llorando.

Cuando el hombre bajó del auto, llegaron algunos guardias a arrestarlo, pero también me arrestaron a mí.

– ¿Qué hacen idiotas? – Dije molesta.

– Está prohibido poseer armas de fuego – Dijo una mujer.

Fueron las mujeres quienes comenzaron a tocar mi cuerpo, en busca de más armas, hasta que se toparon con esa placa que les hizo cambiar su rostro.

– ¡Mamá! – Gritó Jisoo.

– Si mi hija llora, haré que los despidan – Fruncí el ceño.– No pueden llegar por la espalda, pude haber disparado por accidente.

– ¡Jisoo!, ¡Espera! – Dijo Lisa evitando que Jisoo pudiera acercarse.

– ¡Mamá! – Gritó el niño al ver a su madre acercarse.

Comencé a sentir un dolor un poco molesto en mi pierna, creo que el haber corrido de la nada, me lastimó un poco.

– Mamá... – Jisoo me abrazó, y sus ojos estaban llenos de lágrimas.

– No pasa nada... – Me hinqué, ignorado que el dolor se hizo más intenso.– Estoy bien – La abracé.

– _______... – Dijo Lisa.

– Oigan... les juro que no quería que esto pasara... – Las dos me miraron.– Pero tendremos que quedarnos hasta que lleguen más policías...

– Está bien – Lisa se acercó a mí.

Después de asegurar mi arma y portarla de nuevo en mi pantalón, cargué a Jisoo y comencé a mimarla para que su llanto no lograra salir.

Sentí como Lisa me abrazó por la espalda y soltó un gran suspiro. Acaricié su mano y besé la frente de Jisoo.

Una Madre Para Mi Hija - Imagina con LisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora