Pascua

134 38 4
                                    


—A partir de ese día los niños comenzaron a acudir a la granja cada diecisiete de Abril para celebrar Pascua, dándole la bienvenida a la primavera y buscando huevos sorpresa en todos los rincones que el conejo de pascua tiene.

Los cachorros exclamaron un 'Woah', comprendiendo al fin de dónde había llegado tal tradición tan interesante en la ciudad, y que ya había alcanzado el resto del mundo.

Como era de esperar, Hongjoong levantó la mano, pidiendo permiso para hablar. El omega se lo concedió con una gentil sonrisa.

—¿Cotton se convirtió en el conejo de Pascua?

—No —respondió negando también con la cabeza, con los dedos se dedicó a cepillar el esponjoso pelaje del enorme conejo blanco con manchas negras en sus caídas orejas que le calentaba el regazo—. Él contribuyó a que la Pascua comenzara como debía. El conejo de Pascua se encuentra en todos los conejos. Todos los que ven poseen una magia especial. ¿Por qué crees que hace cientos de huevos tan rápido? —inquirió con deje misterioso—. No puede ser sólo uno.

Jongjin fue el siguiente en levantar la mano, recibiendo el mismo permiso de parte de su profesor favorito.

—¿Y si hacemos lo del huevo, también tendremos conejos?

—La leyenda de Eastre dice que ahora es imposible, porque ya se hizo una vez —los menores suspiraron en derrota, haciendo al profesor de primer año soltar una tierna risita—. No se desanimen, ahora todos podemos disfrutar de su día. Pero tengan cuidado, porque si toman un huevo con malicia, el conejo de Pascua se enojara y el chocolate que coman podría estar rancio. Porque así como la realidad puede terminar siendo nada más que un sueño del que despiertes, si sueñas demasiado la magia puede que venga a ti y la fantasía puede hacerse realidad.

Inmediatamente alimentó sus risas chillonas eufóricas, otros fingiendo asquearse al pensar en el pobre chico que consiguió un chocolate en mal estado y acabó enfermo.

Un silbido captó la atención de todos hacia el inicio del bosque donde el resto de padres se encontraba, y el dueño de aquella granja avisaba que podían proseguir.

—Me parece que ya estamos listos para empezar.

El omega de cabellos oscuros se levantó dejando a Cotton en el suelo, lamentando haberlo quitado de su lugar de descanso.

Rápidamente cada cachorro se reunió con su padre o madre con una de las zanahorias tomadas de la cubeta, contándoles sobre la historia que recién conocían sobre huevos mágicos y conejos esponjosos. Cada adulto sonrió para sus pequeños, porque su imaginación era así de grande y no era noticia que el profesor de sus hijos les narrase historias fantásticas para alentar su imaginación sobre que lo improbable no necesariamente era imposible también.

En los equipos que eran se formaron frente al bosque, esperando la orden de salida para iniciar la búsqueda.

—¡Listos!

Los cachorros respondieron afirmativos a la segunda presencia de autoridad escolar en el lugar, el profesor Jimin, que era igual de agradable que su colega.

Y mientras ellos se enfocaban en la cuenta regresiva, cierto alfa veterinario se aproximaba a abrazar a su esposo, plantando un casto beso en sus labios sonrientes.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó al separarse, acariciando sus mejillas rojas por el sol.

—Muero por un poco de chocolate.

Taehyung le sonrió, buscando algo en el bolsillo de su pantalón jean.

—Es una suerte que haya encontrado esto.

Jungkook abrió la boca en una redonda 'O', aceptando el huevo con círculos rosados y fondo púrpura. Casi al instante en que rompió el cascarón presionando el pulgar en la superficie, tuvo otro beso en la sien.

—La mamá de Cotton lo dejó para ti —dijo Taehyung.

El omega lo miró con profunda emoción, hacía unas semanas que no la habían visto.

—¿De verdad?

—Mmh —murmuró, apoyando la nariz en el cuello de su pareja donde la fuente de olor a fresitas frescas era mejor y su marca se exhibía perfecta y limpia en la blanquecina tez—. La vi de repente, cuando llegue con ella sólo se movió y me dejó tomarlo. ¿Qué tal los niños?

¿Los niños?

Oh, ellos estaban bien. Por su puesto. Con su edad y sus sueños desbordantes de magia sólo había risas por doquier en el lugar. Les había contado una bonita historia. Más o menos.

Sus alumnos no necesitaban saber cómo el cuerpo de Yeongjae fue encontrado semanas después al final del río a varias millas de la ciudad. Ni que el aparente motivo desconocido se debía a la ingesta de una sustancia nociva que ya era imposible identificar. Tampoco era necesario que supieran que casi nadie lloro en su funeral, porque no había sido así realmente; ser un grupo de chicos huérfanos que vivían con su tía lejana no ayudaba a la situación de que los demás hermanos Min sintieran un poco de lástima por su pequeño hermano sociópata. Al menos ya no encontrarían animales muertos y torturados en el jardín de la tía Min.

Era triste de algún modo muy pequeño, pero ya no era tema de la actualidad, no que le importara a Jungkook, ni a su esposo, ni a sus amigos.

Mucho menos a sus pequeños alumnos.

—Muy motivados me parece —respondió sincero, comiendo la barrita de chocolate que había dentro del huevo. Gimió gustoso, olvidando que tampoco importaba el detalle de que todo parecía señalar que los conejos habían tenido algo que ver en la caída y final del molesto beta en el río.

—¿Y qué tal él?

Cuando Taehyung preguntó, deslizó una mano por su abultado vientre que comenzaba a notarse debajo del overol.

—No deja de moverse. Me hace cosquillas.

—¿En serio? —en lugar de que Jungkook respondiera, Taehyung se arrodilló en el suelo donde varios conejos de la granja seguían y rodeaban al omega desde que se supo su primer embarazo. Taehyung dejó un besito en su vientre por sobre la tela—. ¿Acaso ya quieres salir a buscar huevos de Pascua? Apuesto a qué encontrarás muchísimos para ti y para papi.

—Mientras hay que buscarlos nosotros —chasqueo la lengua, haciendo que su alfa se levantara, lo tomara de la mano y lo guiara al bosque donde el resto se divertía—. Vamos, alfa.

—Como tú digas, mi amor.

Y los conejos que ahora cuidaban a uno de sus cuidadores, los siguieron en tiernos saltos. De distintos tamaños, con más de un color, con manchas en el pelaje y ojitos brillantes tan dulces como una golosina achocolatada.


🐇🐇🐇


terminamos aquí ywy aun faltan 3 cuentos de temporada más, en la descripción de cada cuento viene cuáles son 

muchas gracias por leer y darle una oportunidad c: estos cuentos me sirven en parte para practicar un poco mejor el omegaverse y después hacer una historia mucho más larga y detallada, así que son como mis historias de ensayo y prueba ywy 



💚✨

Fluffy like cotton / TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora