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—El siguiente proyecto será en parejas dada la temporada próxima a empezar y servirá para reforzar su responsabilidad —explicaba la mujer de falda hasta debajo de la rodilla que se balancea en cada paso dado frente a las bancas de sus alumnos—. Van a conseguir un huevo. Puede ser de su cocina, del supermercado o de donde quieran. Y lo cuidarán como si fuera un cachorro.

—¿Señorita Kang? —levantó la mano Lalisa, una cachorra que había llegado de intercambio, recién adaptándose con su acento tailandés entre las sílabas. La mujer beta le cedió la palabra dándole su atención, como todos hacían cuando su nueva compañera se animaba a participar en clase—. ¿Y si sale un pollito de ahí?

Algunos de sus compañeros se mofaron, otros lucieron confundidos porque no habían tomado en cuenta esa posibilidad, y mayormente las cachorras omegas se emocionaron con la idea. Como era de esperar, la señorita Kang sonrió con dulzura sabiendo que alguien diría eso.

—Bueno, eso sería muy lindo y significaría que hicieron un excelente trabajo. Pero los huevos de cocina y los del supermercado no suelen tener pollos adentro. Así que no se decepcionen si nada pasa.

La parte buena de hacer trabajos en parejas era que la responsabilidad se dividía y la preocupación disminuía. Para todos era más divertido que hacerlo solos, y para Kim Taehyung no resultaba ningún inconveniente. Mientras unos seguían soltando sus preguntas a su profesora, otros ya estaban buscando con quién hacer el proyecto.

Taehyung sonrió con tranquilidad. Él no tenía que buscar ni preguntarle a nadie.

Sólo debía mirar a su derecha, a la banca de junto donde un concentrado cachorro omega se dedicaba a escuchar todas las explicaciones que la adulta daba a los demás, escribiendo los detalles en su agenda como el niño responsable que era.

Para nadie era sorpresa que Jeon Jungkook, un omega que llevaba un año y medio presentado, fuera una especie de cerebrito aunque sólo tenía diez años y faltaba casi una década para que usará todos sus dotes en alguna universidad. Por eso nadie le prestaba atención, y Jungkook no le prestaba atención a nadie. A menos que se tratara de cierto cachorro de cabellos oscuros y rizados, de sonrisa geométricamente perfecta en simetría de su rostro y expresiones, que había conocido por primera vez en el jardín de niños hacia ocho inviernos y del que era un compañero inseparable.

—Kookie Koo —escuchó que le llamaban, y viró inmediatamente en dirección de su mejor amigo, de aquel cachorro que seguía teniendo un cabello rizado difícil de controlar.

Como un pacto silencioso ambos asintieron sabiendo para sus adentros de como llevarían a cabo sus próximas acciones. Primero Jungkook debería decirle a su madre cuando llegase en él auto y pedirle dinero para el autobús que los llevaba al hogar de Taehyung, después tendrían que pasar a comprar algún aperitivo para el camino porque llegarían un poco tarde para el almuerzo y Jungkook había comenzado a tener problemas con la disminución de su glucosa desde que se presentó como omega. Después-

—La siguiente semana van a traerlo para que lo veamos todos y lo cuidarán en casa o donde quieran —siguió hablando la señorita Kang, cortando sus pensamientos y haciendo que todos guardasen silencio—. Si logran que no se rompa en tres semanas, recibirán un premio. ¿Están de acuerdo?

Todos respondieron conformes, Jungkook anotó eso también, después revisando el calendario que tenía al final de la agenda donde encerró con tinta roja el día en que se terminarían esas tres semanas y recibieran su nota.

—Muy bien. Nos vemos el lunes.

Y la campana anunció el final de clases.



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conforme los vaya editando los iré subiendo en lo que va del día c:

gracias por leer ywy


💚✨

Fluffy like cotton / TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora