Algo no andaba bien y no era sólo porque seguía sintiéndose levemente débil, sino por su lobo.
Su lobo decía que algo no se sentía del todo bien. Así que siguiendo su nuevo instinto, mismo que aún no controlaba ni entendía en su totalidad, salió de la habitación persiguiendo el rastro de inseguridad que le generaba en el pecho, llamando a su lobo a buscar qué era eso que lo tenía así.
Para su fortuna nadie se percató de su salida de la casa impidiéndole el paso, ni siquiera Jungkook quien ya debía haber llegado de la escuela. Otra de las razones para estar inquieto.
Inconscientemente sus pasos lo llevaron al bosque donde un nuevo olor a césped y nuez moscada le revolvió el estómago. No lo reconocía, pero algo en él hizo que se pusiera alerta mientras más se infiltraba a pasos pesados. Cuando el cansancio se hizo mayor, se apoyó de algunos árboles, andando hipnotizado hasta que llegó a donde suponía que estaba el huevo de Cooky. Sin embargo, no vio a Jungkook con él.
—Vaya, así que ya te sientes mejor.
Taehyung apretó los dientes, sintiéndose amenazado por alguien más alto y por una gran superación en número.
—¿Qué hacen aquí?
El par de amigos que acompañaban a Yeongjae se rieron del joven alfa, el beta chasqueo la lengua.
—Una mejor pregunta es ¿Qué haces solo aquí? ¿Jungkook no estaba contigo?
No respondió, no podía hacerlo. Su lobo estaba ansioso de la presencia de esos dos alfas y el beta extraños en su hogar. Sólo podía mantenerles los ojos encima, rogando tener la fuerza suficiente para defenderse en caso de ser necesario, lo que parecía imposible si su cuerpo seguía inestable.
—Qué lástima —se mofo—. Quizá finalmente se cansó de ti. ¿Quién podría culparlo? Es obvio que él no necesita un alfa débil.
¿Dónde estaba Jungkook? Porque era más que obvio que las palabras de Yeongjae eran mentira. Él no lo habría abandonado así como así, no habría dejado a su conejito de la nada.
Él no era así.
Su atención recayó en lo que Yeongjae recogía detrás de él, sonriendo con malicia.
—Suéltalo —dijo comenzando a sudar frío en la espalda.
El joven beta alzó una ceja amenazante a la vez que el par de alfas a su lado enseriaban la expresión.
—¿O qué?
—Sólo- Por favor. Sólo déjalo dónde estaba.
Taehyung no quería, pero le era inevitable que sus ojos se empañaran con la vista de su preciado huevo en manos de alguien como él, tan lejos del suelo, tan lejos de su lugar seguro y cálido. Temía incluso de respirar y que eso fuera suficiente para que el otro le hiciera algo a Cooky.
—Eres un llorón débil y cobarde alfa. ¿Por qué él te quiere tanto? —no le prestó atención a lo que decía sino hasta que su expresión cambió, dirigida detrás de Taehyung—. ¡Ah! Miren quién llegó. Nuestro omega favorito.
—Yeongjae ¿Qué hace? —preguntó Jungkook llegando con Jimin, cautelosos de la situación.
—Sólo hablábamos... ¿Por qué esa cara? Ah. No me digas que tú estabas cuidando esto —señaló agitando suavemente el huevo colorido en el aire, lanzándolo de una mano a otra—. Sería una lástima que-
—¡No! —gritaron los tres, pero fue Taehyung quien siguió diciendo con ojos llorosos y una mano extendida en su dirección, las rodillas empezando a fallarle debido a la angustia emocional y desgaste físico—. No lo hagas. P-Por favor, no. Déjalo dónde estaba.
Yeongjae lo miro fijamente con un puchero pequeño en la boca, después quedándose sobre el preocupado cachorro omega que le miraba así.
Así.
—Okay.
Taehyung estaba seguro de que jamás había sentido a su corazón romperse tan rápido, con la misma velocidad en que Yeongjae volteó la mano y el cascarón acabó en mil pedazos en el suelo. Tenía el aliento estancado en la garganta, sus párpados negándose a cerrarse porque aquellos segundos no dejaban de repetirse frente a sus ojos.
Simplemente todo había terminado.
Todo lo que habían hecho, todos esos días, todas esas horas. Todos esos sueños.
Ya no estaban más.
—Ups. Que descuidado-
—Largo.
—Tú no me-
—¡Largo! —vocifero con la voz ronca, mostrándole los colmillos y el cobre resplandeciente en sus heridos ojos—. ¡Vete! ¡Vete de aquí! ¡Fuera de mi casa!
A tropezones se alejó del árbol que le servía de apoyo, buscando acercarse al trío de invasores para sacarlos a arrastras de ahí. Todo el cuerpo le dolía, pero nada era peor que su pecho cayéndose a pedazos junto al río de lágrimas en sus mejillas rojas. Jungkook fue tras él a evitar que fuera a caerse, sosteniéndolo de los hombros antes de que pudiera darle un golpe a Yeongjae que había retrocedido un paso de la impresión y explosividad del joven alfa.
—Tae-
—¿Dónde estabas? —se giró a preguntarle con la voz rota tan pronto sintió su toque en sus brazos—. ¿Dónde, Jungkook?
Pero Jungkook sólo permaneció en silencio, llenando sus propios ojos de lágrimas a punto de salir porque sentir al lobo de Taehyung en ese estado le afectaba más de lo que creía que haría.
Yeongjae siguió burlándose al respecto, pero ya no lo escuchaba y no aguantando más, siendo el llorón débil y cobarde alfa del que se le acusaba ser, se soltó del agarre de a quien adoraba llamar como su alma gemela, corriendo a la casa sin importarle si iría a caer.
—¡Tae! ¡Espera! ¡Escúchame!
Por primera vez la voz de Jungkook no surtió efecto. Sentía la sangre en su cuerpo correr demasiado rápido, haciéndole doler la cabeza, empujando más lágrimas a salir nublando su visión.
La madre de Taehyung debió resentir el cúmulo de sensaciones en su cachorro para haber salido de la casa de pronto, dejando atrás una conversación que mantenía con el abuelo Kim. Tan pronto como se encontraron, Taehyung se dejó caer en los brazos de su madre, llorando desconsolado sin poder articular palabra que le dijera lo que había pasado.
—¿Qué haces fuera de la cama? —preguntó ella como primera instancia, no concibiendo que hubiera pasado por alto cuando salió sin ser visto—. ¿Qué ocurrió? —de nuevo no obtuvo respuesta de su parte, manteniéndolo firmemente apretado en su pecho y sobre el regazo, frotando su espalda—. ¿Jungkook, qué pasó?
Justo cuando Taehyung creyó que Jungkook estaba a punto de hablar, su cabeza explotó una vez más, apagando su visión al igual que cualquier otra sensación en su cuerpo.
🐇🐇🐇
no me metí de lleno en detalles de narración pq quería que esta saga fueran cuentos pequeños y así
gracias por leer ;w;
💚✨
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Fluffy like cotton / TaeKook
Short Story"Y la fantasía puede hacerse realidad" Segundo fragmento de "Cuentos de Temporada", una colección de cuentos cortos dedicada a mis cinco temporadas favoritas. 🌸San Valentín 🐇Pascua🐇 Halloween Día de Muertos Noche buena/Navidad Omegaverse Alfa! Ta...